Microsoft ha vuelto a publicar una actualización que puede romper Windows 10 y Windows 11
No sabemos si ha sido un error o un descuido, pero el caso es que el gigante de Redmond ha vuelto a liberar una actualización para Windows 10 y Windows 11 que, en su momento fue considerada como problemática, tanto que podía desencadenar una situación bastante caótica, y de hecho dio más de un quebradero de cabeza a aquellos que tuvieron la mala suerte de intentar instalarla.
La actualización defectuosa se identifica como KB5012170, y fue lanzada en agosto del año pasado. En aquel momento se descubrió que esta actualización, que como he dicho llegó a Windows 10 y Windows 11, daba problemas durante su instalación y no lograba salir de un bucle constante de errores que la llevaban a mostrar el código de error 0x800f0922. Esto quiere decir que no todo el mundo pudo instalarla, y es curioso porque al final esto acabó siendo un «salvavidas» para esos usuarios.
Microsoft sugirió a los usuarios actualizar la BIOS del equipo, pero al final tuvo que retirar la actualización tras descubrirse otros errores graves que acaban forzando el modo de recuperación de BitLocker. El gigante de Redmond tuvo que ofrecer una guía paso a paso de cómo salir de ese entuerto para ayudar a los usuarios afectados, y como he dicho acabó retirando la actualización por motivos evidentes.
El caso es que, con todo este historial sobre la mesa, Microsoft ha vuelto a lanzar esa actualización, aunque no ha forzado su instalación, simplemente la ha listado en su catálogo de actualizaciones, lo que significa que la descarga e instalación de la misma es totalmente voluntaria por parte del usuario. Esto supone un problema, porque dicha actualización sigue listando como confirmados y en proceso de investigación esos problemas que hemos comentado, y esto significa que no han sido resueltos.
Al final este nuevo movimiento de Microsoft no hace más que confirmar lo que ya sabemos, que la compañía sigue teniendo una cuenta pendiente con las actualizaciones defectuosas que llegan a Windows, y que no debería relanzar actualizaciones con problemas aunque limite su disponibilidad a un canal voluntario, porque al final todos esperamos que las actualizaciones que aparecen en el catálogo de Microsoft estén en buen estado, y que no presenten errores graves. Eso es lo normal, pero parece que los de Redmond tienen otro punto de vista.
Mi consejo con respecto a las actualizaciones de Windows 10 y Windows 11 es el de siempre, no seáis de los primeros en actualizar, y esperaos siempre a tener claro que una nueva actualización ha llegado bien al mercado, sin problemas ni defectos de importancia. Al final es imposible estar totalmente seguro porque cada PC es un mundo, pero al menos reduciréis las posibilidades de sufrir las consecuencias de una actualización «pocha».
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