Volkswagen Caddy Outdoor, costumbres

You’ve gone all sad so I feel sad too The Pretenders (Light of the Moon, 1986)

«He soñado con Lirios». Susan estaba tumbada mirando al cielo rodeada de césped. Hacía algo de fresco para su pantalón corto y camiseta pero el sol de mediodía templaba su cuerpo y enrojecía su piel lentamente. «¿Otra vez?» Pregunté. «Lilas» contestó ella «el martes soñé con lilas.» No había mucho más que añadir así que las chicharras tomaron la palabra durante por lo menos diez minutos más. El sol avanzaba lentamente sin una nube que entorpeciera su paso en un abril atípico cada vez más típico en el inexorable contexto de un planeta forzado a cambiar su rutina térmica estacional. «¿Se dice Loto o flor de Loto?» Preguntó de improviso Susan girando hacia mi y apoyándose sobre el brazo izquierdo. Al hacerlo su codo se hundió lentamente en la tierra sobre una marea de hierba. Sacudí la cabeza «Ni idea. ¿Por qué?» Pregunté con tono de curiosidad. Susan se encogió de hombros y volvió a tumbarse «Supongo que para saber con qué soñaré la próxima vez…» Analizada su afirmación no carecía de lógica pero sí de importancia. Susan seguía tumbada pero había doblado una rodilla. La imité. «Yo aún no sueño» le dije intentando imprimir un tono de decepción que no conseguí del todo.

Susan sí que consiguió imitar un tono de interés muy convincente «¿Y eso? Pensé que ya te habían incorporado al programa onírico…» mientras tanto unas aves nos sobrevolaron perezosamente trazando círculos cada vez más amplios. «No» zanjé sin poder disimular mi decepción. Mi evolución parecía haberse estancado, por mucho que los técnicos me dijeran que no era algo preocupante. Hasta ahora mi desarrollo había sido parecido al de los demás, pero en el estadio Gamma parecía haberse estancado. Me senté sobre el césped para mirar a mi alrededor. En la explanada nos acompañaban por lo menos quinientas unidades más tumbadas al sol. Me pregunté cuántas de ellas podían soñar. Como Susan, que ahora tenía los ojos cerrados. Seguramente conectada para alguna actualización. Igual en vez de flor de Loto el protagonista del siguiente sueño de Susan ya sería un Alce. Pero yo no se cómo es un Alce. Solamente se que los Alces existieron. Agarré a Susan por un costado y la hice rodar sobre la hierba hasta que quedó boca abajo. Susan no se inmutó, seguía conectada. Así que abrí la tapa de la alimentación en el omóplato derecho retirando con la otra mano la tela de la camiseta. Y arranqué los cables. El sol seguía luciendo con fuerza pero ya no podía cargar las baterías de Susan.

Aunque para cubrir las necesidades de espacio y de capacidad de transporte las marcas han propuesto soluciones más «sofisticadas» como los monovolúmenes o los SUV, lo cierto es que las furgonetas «de toda la vida» siguen siendo una opción interesante para muchos compradores para los que prima la practicidad por encima de otras consideraciones. Es por ello que muchas marcas, como en este caso Volkswagen, ofrecen para sus clientes particulares opciones de transporte basadas en sus productos profesionales en los que la practicidad es una necesidad ineludible.

Volkswagen Caddy Outdoor

Modelo analizado Volkswagen Caddy
Motor y acabado  2.0 TDI 122 CV Outdoor DSG
Potencia 122 CV
Velocidad máxima 186 Kmh
Aceleración o-100 11,4 s
Largo/ancho/alto 4500/1855/1798 mm
Potencia máxima RPM 122 CV
Par máximo Nm/RPM 320 Nm
Caja de cambios Automática 7 marchas
Web https://www.volkswagen.es/
Precio 36.935 euros

Es cierto que los vehículos profesionales han evolucionado mucho y son mucho más cómodos y al día tecnológicamente que antes por lo que no serán muchas las renuncias que tendremos que hacer por elegir un vehículos adaptado del uso profesional. En nuestro caso hemos tenido la ocasión de probar el modelo Caddy Outdoor de Volkswagen, que a todo lo comentado añade ciertos toques estéticos para darle un look más «aventurero» y campero. Se trata de una furgoneta compacta con la que el fabricante alemán ha cosechado muchos éxitos en el mercado profesional y cuya versión para clientes no profesionales se ha modernizado en el año 2021.

Aire de familia

El aspecto exterior de la Caddy Outdoor tiene un fuerte aire de familia y queda emparentado con los últimos modelos de la marca como la última generación del Golf. Se puede percibir en la parte delantera en la que los grupos ópticos alargados y con unas rejillas colocadas en la parte inferior de la carrocería, en contraste con las amplias rejillas colocadas entre los faros que luce la familia de SUV de la marca y la rejilla más pequeña que también une los grupos ópticos delanteros del Polo. Con respecto al Golf, el Caddy añade una segunda y estrecha entrada de aire justo debajo del espacio para la matrícula.

Por lo demás la parte delantera del este Caddy tiene un diseño muy parecido al de un turismo, aunque algo menos afilado por las características propias de la carrocería de una furgoneta. De hecho el diseño del resto del perfil del coche obedece a las líneas clásicas de estos vehículos profesionales con un amplio parabrisas con poca inclinación y líneas rectas para el resto del coche. Como en otras furgonetas similares el Caddy dispone de una puerta corredera para acceder a la segunda fila de asientos. Las llantas sin embargo sí que tienen un diseño propio de un turismo y casi de un deportivo con cinco radios plateados y negros además de pinzas de freno a la vista.

En la parte de atrás la carrocería se cierra en vertical para aprovechar al máximo el volumen que puede proporcionar la carrocería para la carga. También habitual es el portón que ocupa toda la parte trasera del vehículo con la bisagra en la parte superior, solución que maximiza la abertura de carga y facilita la introducción de objetos de gran volumen pero que por otro lado dificulta la apertura del mismo si aparcamos con la parte posterior del coche cerca de otro vehículo o de una pared. Los grupos ópticos traseros son alargados y se encuentran en los laterales de esta parte trasera.

Toques estéticos

Para otorgarle una estética menos espartana los diseñadores han hecho sobresalir la carrocería en la parte inferior para que la misma no caiga totalmente en vertical. El parabrisas del portón es de gran tamaño lo que ayuda a la visibilidad en maniobra cuando vayamos marcha atrás y proporciona más luz al habitáculo. En el modelo que hemos probado tanto este cristal como los de las ventanillas laterales son tintados. Este es otro elemento que resta un poco de aspecto espartano al Caddy con un nuevo guiño a la estética que podemos encontrar más habitualmente en vehículos no profesionales.

Al acceder a la parte delantera del Volkswagen Caddy nuevamente se nota la preocupación por alejarse de la estética de vehículos profesionales menos refinados. La impresión es que estamos ante el interior de un Golf de generaciones anteriores a la última o ante un Polo. Esto se nota por ejemplo en el puesto de conducción ya que los asientos no van demasiado elevados y la inclinación de la columna de dirección es la misma que podemos encontrar en un turismo. A pesar de que el puesto de conducción no es más alto la visibilidad es buena gracias a la amplia superficie acristalada en la parte delantera.

Otros detalles propios de un turismo son los acabados y los materiales así como las pantallas. En este Caddy los indicadores tras el volante se han sustituido por una pantalla de 10,25 pulgadas, como ocurre con otros modelos de la marca. Es un display con muy buena visibilidad y con información configurable, por ejemplo puede mostrar el mapa del sistema de navegación además del resto de datos de la ruta. Es un sistema algo menos moderno y eficaz que el de los últimos modelos de la marca, pero cumple a la perfección. La pantalla de información y entretenimiento por su lado está encajada en el salpicadero y también tiene un funcionamiento similar a las que encontramos en otros modelos de la marca.

Muchos huecos

En lo que respecta a los huecos para almacenar objetos se ve que los diseñadores de Volkswagen han tenido en cuenta que se trata de un vehículo práctico para familias y han dispuesto una gran cantidad de ellos de todos los tamaños. Curiosos los huecos alargados tapizados con plástico rugoso en toda la parte superior del salpicadero incluso por encima de la pantalla de indicadores donde podemos colocar pequeños objetos. En el túnel central también hay múltiples huecos con el mismo acabado, incluso en el espacio para el móvil (con carga inalámbrica en esta versión) hay una tapa de plástico que permite colocar un objeto sobre el otro. Además de estos huecos poco habituales encontramos los clásicos para botellas y latas o el hueco bajo el reposabrazos delantero.

A las plazas traseras se accede por la mencionada puerta corredera que deja un gran espacio para acceder al interior del vehículo. Los asientos de esta segunda fila son individuales y constan de butacas anchas y cómodas, aunque con un acolchado algo menos refinado que lo que podríamos encontrar en un turismo. Los asientos se pueden inclinar de forma individual o abatir totalmente con un mecanismo fácil de accionar. Encontramos otros elementos como salida de ventilación para las plazas traseras o conexión para carga de dispositivos mendiante USB.

En las puertas encontramos sendas bolsas para almacenar objetos de buena capacidad y reposabrazos de los que podrán disfrutar los que ocupen las plazas laterales. Los cristales de la parte posterior, como hemos señalado, están tintados pero no hay forma de abrirlos para ventilar en esta segunda fila de asientos. En este modelo se ha incorporado un techo panorámico bastante amplio que aumenta la cantidad de luz que entra en el habitáculo y favorece la sensación de espacio. Existe una variante con una tercera fila de asientos en el maletero.

Gran maletero

Como es natural el punto fuerte de este Caddy Outdoor es el maletero. En este caso disponemos de un volumen muy regular y fácilmente aprovechable que alcanza la friolera de 1.213 litros que puede aumentarse hasta los 2.556 litros si abatimos la segunda fila de asientos. Esto hace del Caddy un verdadero vehículo de carga en caso de necesidad, ideal para familias con hobbies que requieran mucho espacio en el maletero o para viajes largos para los que se precise mucho equipaje.

Para la prueba dinámica lo primero que hay que tener en cuenta que por diseño y concepción vamos a ponernos al volante de una furgoneta por lo que no podemos esperar reacciones propias de un deportivo. En cuanto a la mecánica esta Caddy dispone de un motor 2.0 TDI, todo un clásico del grupo alemán, que rinde 122 caballos de potencia y 320 Nm de par. En nuestro caso el cambio de marchas es automático, un también clásico DSG de 7 relaciones y la tracción delantera, aunque hay una versión de cuatro ruedas motrices.

Buen ciudadano

En ciudad la Caddy se ha comportado muy bien y la buena visibilidad que proporcionan las amplias superficies acristaladas (siempre que no llenemos hasta arriba el maletero) hacen que las maniobras también sean bastante cómodas. Además los sistemas de ayuda a las maniobras con las cámaras nos sirven también de asistencia de forma eficaz. No se trata de un coche ruidoso, aunque sí se hace notar el motor en frío a bajas revoluciones el aislamiento acústico no es malo y desde luego mejor que el de otros vehículos similares que hemos probado.

En autopista los 122 caballos son suficientes, aunque con el coche cargado los terrenos en pendiente le cuesten un poco más y hay que pisar el acelerador. Sin embargo e incluso habiendo afrontado algún repecho nos ha sorprendido que los consumos se hayan mantenido siempre en el entorno de los seis litros a los cien kilómetros. La poca eficiencia aerodinámica no parece penalizar demasiado en este caso y tampoco el peso del coche cuando lo hemos probado cargado. Lo que sí hemos notado es una buena respuesta de las suspensiones en cuanto al confort al absorber irregularidades del terreno.

En terrenos virados es quizás donde se note algo más la «personalidad» de furgoneta, ya que se mueve con menos agilidad que un turismo en las curvas y también que la mayoría de los SUV de tamaño similar. Sin embargo y tras algunas pruebas en carreteras con curvas la verdad es que era más una percepción y una falta de reacción al volante que una sensación de falta de agilidad real, ya que el coche se portaba con mucha compostura y permitía salir de las curvas con agilidad y mucho temple. No es precisamente un coche deportivo pero tiene una buena respuesta tambien en este tipo de recorridos.

Conclusiones

Para aquellos que necesiten espacio y no tengan problemas en circular con un vehículo con aspecto de furgoneta los vehículos como el Caddy son ideales. Tienen una capacidad de carga y una habitabilidad difíciles de conseguir por un tamaño parecido y en el caso de este modelo de Volkswagen se añaden algunas características que nos han gustado mucho. La primera el cuidado con el que se ha diseñado el interior del coche, con detalles que no están a la altura de los modelos más refinados pero sí que se situan por encima de otras alternativas similares tanto en materiales como en diseño.

Nos ha gustado mucho también la presencia de gran cantidad de huecos para colocar objetos con una orientación que casa muy bien con el tipo de comprador que busca un vehículo como el Caddy. El techo solar o los cristales tintados son dos ingredientes más para un modelo que por otro lado y aunque tiene el apellido de «Outdoor» tampoco tiene ninguna característica que lo distinga para considerarlo especialmente indicado para los espacios abiertos. De todas formas buenas prestaciones, mucho espacio y habitabilidad y un excelente interior lo hacen una opción interesante.

Valoración final
7.8 NOTA
NOS GUSTA
Buen confort de marcha
Gran maletero
A MEJORAR
Maniobrabilidad
RESUMEN
Un coche con una gran practicidad y buenas prestaciones que destaca por los buenos acabados y materiales internos.
Prestaciones7
Diseño7.5
Consumo8
Confort8
Sistema de infoentretenimiento8.5
Volkswagen Caddy Outdoor

 

 


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