Microsoft se lo ha jugado todo a una carta, lo tendrá muy difícil para comprar más estudios de videojuegos

El futuro de Microsoft en el sector de los videojuegos está perfectamente definido, y como vemos se ha construido alrededor de un modelo agresivo de compra de estudios clave. En este sentido, la compra de Activision Blizzard es algo que podemos dar casi por seguro, tanto que hasta Sony decidió tirar la toalla y firmar un acuerdo para mantener Call of Duty en PlayStation durante diez años, ¿pero qué supone esto realmente para el gigante de Redmond?

En este artículo vamos a responder a esa pregunta, pero de una manera muy particular, realizando una pequeña reflexión en la que valoraremos tanto lo que se aprecia a simple vista como aquello que está en un nivel más profundo y que, por tanto, no es fácil de ver. Si nos quedamos en la superficie, está claro que con la compra de Activision Blizzard dará a Microsoft un impulso muy importante en el mundo de los videojuegos, y a diferentes niveles.

La franquicia Call of Duty es una de las más importantes en consolas y PC, y hasta ahora había estado sujeta a condiciones como el clásico «primero en PlayStation». Es evidente que esto va a cambiar, y que dicha franquicia se extenderá a la próxima consola de Nintendo, algo que podría ayudar a la gran N a mejorar todavía más su posición en este mercado.

primero en PlayStation

Por otro lado están las franquicias de Blizzard, que tienen más peso en PC, aunque con Diablo IV hemos visto un éxito rotundo en todas las plataformas en las que está disponible. Call of Duty no será exclusivo de Xbox y PC, pero las próximas entregas de las franquicias más importantes de Blizzard sí que podrían acabar por convertirse en exclusivas de dichas plataformas, y esto reforzaría notablemente su posición en un mercado que parece haberle condenado a la mediocridad, y es que en términos de ventas Xbox 360 fue su único gran éxito.

La verdad es que la cantidad de franquicias triple A de gran importancia que tendrá Microsoft en su haber es verdaderamente espectacular, ya que incluye juegos del calibre de Call of Duty, DOOM, Fallout, Diablo, Warcraft, Overwatch, Gears, Halo, Wolfenstein y juegos tan esperados como Starfield. Por otro lado, hay que tener en cuenta también que la compra de Activision Blizzard incluye a King, una empresa que tiene mucho tirón en el sector smartphone, y que sin duda ayudará a Microsoft a mejorar su posición en dicho mercado.

Qué gana y qué pierde Microsoft si compra a Activision Blizzard

Microsoft compra Activision Blizzard King

A grandes rasgos ya hemos explicado de una manera bastante clara todo lo que puede ganar el gigante de Redmond con dicha compra, se hará con algunas de las franquicias más importantes del mundo de los videojuegos, y con todas ellas podrá mejorar su posición en tres sectores clave: videoconsolas, servicios y dispositivos móviles.

La exclusividad de algunas de esas franquicias, y tener cierta ventaja en términos de optimización y de lanzamiento anticipado, algo de lo que antes se beneficiaba PlayStation con Call of Duty, por ejemplo, será una ventaja importante para sus consolas Xbox Series X y Series S. A nivel servicios, Microsoft podría llevar juegos de Activision Blizzard al Game Pass y al juego en la nube, y en el sector móvil ya sabemos el peso que tiene King, el gigante del Candy Crush.

Sin embargo, comprar a Activision Blizzard dejará a Microsoft en una posición muy ventajosa en términos de propiedad intelectual frente a la competencia, y está claro que esto le pondrá las cosas muy difíciles si en un futuro intenta comprar otros estudios que tengan un gran peso en el mundo de los videojuegos. Esto es lo que pierde el gigante de Redmond.

Con todo, debemos enfocar esto correctamente para evitar equivocarnos. No estoy diciendo que Microsoft ya no vaya a poder comprar más estudios, sino que en caso de que intente comprar a otra gran compañía de desarrollo de videojuegos sí que podría encontrarse con una fuerte oposición por parte de entes reguladores que dieron su aprobación a la compra de Activision Blizzard.

Un buen ejemplo lo tendríamos en Capcom, que tiene en su haber franquicias tan importantes como Street Fighter, Resident Evil y Monster Hunter. Después de completar la compra de Activision Blizzard para Microsoft sería casi imposible conseguir luz verde para comprar a Capcom, pero sí podría tenerlo relativamente fácil para comprar a estudios más pequeños con franquicias de menor peso.

En líneas generales creo que Microsoft ha acertado con la compra de Activision Blizzard, y es que puestos a elegir a esa «última gran empresa a comprar» era la mejor opción de todas las que tenía en el punto de mira. Será interesante ver qué ocurre en los próximos años si finalmente se completa dicha compra, y sobre todo si Microsoft se mantiene fiel a su palabra o si al final decide empezar a convertir casi todas las franquicias de Activision Blizzard en exclusivas de Xbox y PC.

El gigante de Redmond tendrá que tener mucho cuidado con todo esto, porque si finalmente decide empezar a cerrar exclusivas esto podría ser utilizado en su contra en futuros intentos de compra, y no haría más que ponerle las cosas todavía más difíciles. Sin ir más lejos las exclusividades de Redfall y de Starfield fueron utilizadas como argumentos en el proceso judicial contra la FTC, aunque Microsoft tuvo suerte, porque al final la jueza no le dio demasiada importancia.

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