La X de Twitter, ¿otra decisión desastrosa de Elon Musk?

La nueva X de Twitter será la imagen de marca de la red social una vez que el icónico pajarito azul ha sido sacrificado. La decisión ha sido controvertida desde su anuncio, pero se avanzan problemas importantes, una pérdida de valor millonaria y un conflicto con el registro del logotipo que acabará en una batalla legal con otras corporaciones.

Elon Musk está en camino de cargarse Twitter. Al menos como la conocimos los que desde el primer minuto de su lanzamiento interactuamos con el sitio de microblogging y que hoy estamos más fuera que dentro. Vaya por delante que después de pagar 44.000 millones de dólares y hacerla privada sacando la compañía del mercado bursátil, el multimillonario, que tiene dólares ‘por castigo’, puede hacer lo que le de la gana. También los usuarios y anunciantes que han huido masivamente de la red social.

La gestión de Musk hasta ahora ha sido ampliamente cuestionable (por ser suaves). Los discursos de odio, los trolls y la falta de esa «democracia» de la que presumió el ejecutivo cuando ocupó el cargo siguen latentes. La compañía ha perdido el 70% de la plantilla; la gestión de funciones críticas como Twitter Blue han sido caóticas; los ingresos publicitarios de Twitter han caído un 50% y los números rojos destacan en la cuenta de resultados.

La X de Twitter: coste del cambio de marca

Y en este escenario llega un cambio de logo, que continuará con la apuesta de la nueva marca X Corp. que Bloomberg tras consulta a varios analistas califica como «desastroso». Todas las compañías pasan por fases de actualización / renovación de sus nombres/logotipos, pero aquí se ha ido mucho más allá. Pocos logotipos modernos en tecnología han sido tan representativos como el pajarito azul de Twitter.

Al igual que la «F» azul para Facebook y la cámara rosa para Instagram, el icono ha sido sinónimo de Twitter e inmediatamente reconocible por cualquiera. A pesar de que el sitio web de Twitter aún afirma que su logotipo «es el activo más reconocible» de la empresa y la razón por la cual la empresa «lo protege tanto», el pájaro azul de Twitter ha sido sacrificado.

La X de Twitter, descrita por la directora ejecutiva Linda Yaccarino como «un mercado global de ideas, bienes, servicios y oportunidades», está siendo contestada de manera general. El consultor de marketing de Metaforce, Allen Adamson, calificó el movimiento de «completamente irracional» para la empresa y sus usuarios. «Para mí, pasará a la historia como uno de los desmoronamientos más rápidos de un negocio y una marca», dijo Adamson a Bloomberg,

Puesto en dólares, se estima que X Corp., la nueva empresa privada establecida por Musk para operar la plataforma, perderá entre 4.000 y 20.000 millones de dólares de valor. «Se necesitaron más de 15 años para ganar tanto capital en todo el mundo, por lo que perder Twitter como marca es un golpe financiero significativo», explica Steve Susi de Siegel & Gale, a Bloomberg.

Problemas con el copyright

Poco después de la presentación del cambio de marca por parte de Musk, muchos usuarios notaron que el logotipo X parece ser un carácter Unicode de código abierto representado por el código hexadecimal U+1D54F. De acuerdo con los Términos de uso de Unicode , el carácter solo se puede usar para «usos comerciales internos o personales» y no para productos, servicios o marcas.

Unicode Consortium no ha comentado públicamente sobre su uso. Quizá que el logotipo X esté en negrita para distinguirse de un uso comercial pueda solventar la situación, pero el caso está en el aire.

Y eso es solo la mitad del problema. La letra X es de uso común en muchas empresas y es objeto de varias marcas comerciales. Una pertenece a Meta, un competidor directo para Twitter y más después de lanzar Threads, el nombre de la nueva red social que en apenas 10 días ha conseguido 100 millones de usuarios y quiere pegarle otro buen bocado a la compañía de Musk. La marca comercial activa implica que Meta X se puede usar de varias maneras, incluidas las redes sociales y digitales, y eso podría ser un problema para Musk ya que su compañía apuesta por ofrecer el mismo tipo de servicio.

Otro conflicto puede llegar de Microsoft. La firma de Redmond es propietario de la letra «X» como marca comercial desde 1994. La marca está registrada para una variedad de clases, que incluyen software de computadora, hardware y telecomunicaciones. Ello significa que Microsoft tiene el derecho exclusivo de usar la letra «X» en relación con estos productos y servicios.

Si Musk continúa con el cambio de nombre, podría enfrentarse a una serie de desafíos legales. Microsoft podría demandar a Musk por infracción de marca registrada, lo que podría resultar en una orden para que no pudiera usar el nombre «X» para Twitter. Sería un desastre una vez sacrificado el pajarito. Microsoft también podría demandar a Musk por dilución de marca registrada, que ocurre cuando el uso de una marca comercial debilita o empaña el carácter distintivo de otra marca comercial.

Actualmente, el registro de la «X» por Microsoft está activo hasta 2034 y utilizar la letra en relación con los productos y servicios descritos exigiría un contrato y pago de licencia.

Y para terminar. Es obvio que con estos cambios Musk quiere distanciarse de la imagen pasada de la compañía y comenzar un nuevo camino, pero la manera de hacerlo no parece la mejor. Además, y en mi opinión porque para gustos colores, esa ‘X’ es demasiado genérica, nada diferenciadora y poco inspiradora de una imagen de marca. Y repetida hasta la saciedad. Solo en Estados Unidos, hay cerca de 900 compañías que usan la marca «X» para productos y servicios.

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