Intel cierra su negocio de memoria Optane
Intel está liquidando su negocio en torno a la memoria Optane y el desarrollo de la tecnología 3D XPoint asociada, según una nota emitida en los resultados financieros del último trimestre y una aclaración posterior publicada por Anandtech.
Intel anunció su memoria Optane y la tecnología 3D XPoint en 2015 como la primera categoría de memoria no-volátil creada desde el lanzamiento de las flash NAND en 1989. Esta tecnología, creada desde cero por Intel y Micron, combinaba las ventajas de rendimiento, densidad, energía, no volatilidad y coste de todas las tecnologías de memoria disponibles en ese momento en el mercado.
Intel aseguraba que 3D XPoint era «hasta 1.000 veces más rápida, poseía hasta 1.000 veces mayor resistencia que NAND y era 10 veces más densa que la memoria convencional». y como resultado prometía revolucionar el uso de cualquier dispositivo, aplicación o servicio que se beneficiara de un rápido acceso a grandes conjuntos de datos.
Si te pierdes entre tantos datos técnicos y marketing, te recordamos que en esencia la memoria Optane era un pequeño módulo que actuaba como unidad de caché rápida entre la unidad de almacenamiento y la memoria RAM. Tuvimos oportunidad de analizar alguna de estas soluciones como la Intel Optane Memory H10 y, bueno, solo mejoraba el rendimiento bajo grandes cargas de trabajo y no en el grado prometido.
Teniendo en cuenta que las SSD cuenta con una pequeña memoria adicional que actúa como caché, en el análisis del producto nos preguntábamos si era necesaria este tipo de tecnología frente a los SSD NVMe de última generación y creemos que hasta la misma Intel conocía la respuesta: No.
Adiós a la memoria Optane de Intel
La recepción de esta tecnología por la industria y consumidores fue muy tibia desde el comienzo y la situación se ha ido agravando con el paso del tiempo y la implantación masiva de las SSD. Si la memoria Optane se hubiera comercializado cinco años antes, cuando los discos duros eran el cuello de botella de un equipo informático, sí hubiera sido una auténtica revolución.
Cuando la memoria Optane llegó al mercado, la industria ya estaba produciendo a gran ritmo las unidades de estado sólido SATA y las PCIe apuntaban en el horizonte. Hoy, una vez que las SSD han acabado con los discos duros este tipo de tecnología simplemente es innecesaria, no mejora el rendimiento y supone un coste adicional que la industria no apoya. Intel es consciente y de ahí el carpetazo a esta línea de negocio:
«Continuamos racionalizando nuestra cartera en apoyo de nuestra estrategia IDM 2.0. Esto incluye evaluar la desinversión de negocios que no son lo suficientemente rentables o no son fundamentales para nuestros objetivos estratégicos. Después de una cuidadosa consideración, Intel planea detener el desarrollo de productos futuros dentro de su negocio Optane. Estamos comprometidos a apoyar a los clientes de Optane durante la transición».
La realidad es que Intel ha estado perdiendo dinero con la apuesta por esta tecnología durante la mayor parte (si no toda) de su vida útil. No hay desglose de resultados, pero medios externos dicen que Intel tiene una gran sobreoferta de chips 3D XPoint, al menos dos años de inventario que no ha conseguido vender y en la cuenta de resultados ha tenido que introducir un cargo de 559 millones de dólares para la cancelación de la línea.
Resumen: muerte anunciada. La memoria Optane hubiera sido una revolución si hubiera llegado unos años antes para mejorar el rendimiento de los discos duros. Hoy, con las rapidísimas SSD PCIe cada vez más baratas en coste por GB y con las nuevas PCIe 5.0 en la rampa de salida, la propuesta tecnológica de Intel, con ser prometedora en su momento, hoy no tiene ningún sentido.
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