Cinco razones por las que Apple triunfa con ARM en Mac y no lo hacen otros fabricantes

El CEO de Apple, Tim Cook, habló de «un día histórico para Mac» cuando en la keynote de la conferencia WWDC 2020 anunció el programa silicon. Se trataba de un cambio en la arquitectura de hardware para toda su línea de ordenadores personales Mac, por el que en tres años reemplazaría los procesadores x86 de Intel a favor de diseños propios bajo la arquitectura RISC licenciada por ARM.

Dos años después y atendiendo a las cifras de venta de Mac, los analistas consideran que Apple está consiguiendo los objetivos previstos: evitar la dependencia de tecnológicas externas; máximo control para integrar software y hardware y también ahorro de costes. Los primeros Mac con ARM con chip M1 se han vendido a muy buen ritmo y los análisis de los nuevos equipos con el SoC M2 confirman que la firma de Cupertino sigue evolucionando muy bien, al menos en nivel de rendimiento de sus SoC frente a los anteriores procesadores de Intel.

Hay que decir que la idea de llevar ARM a los PCs no es nueva y el ejemplo más noticiable es el de Microsoft, ya que comenzó a intentarlo hace más de una década con el tablet Surface RT. Fue un fiasco que provocó pérdidas de 900 millones de dólares y según los mentideros de Redmond la caída en desgracia definitiva del CEO de la época, Steve Ballmer. Microsoft ha terminado consolidando de manera notable la línea Surface, pero los sucesivos intentos del «Windows sobre ARM» han terminado en fracaso.

Los motivos siguen siendo los mismos que los de hace una década: serios problemas de rendimiento (a pesar de las mejoras en los chips de Qualcomm usados) e incapacidad de ejecutar en condiciones las aplicaciones Win32 mayoritarias en Windows. Y es que no es nada sencillo realizar este tipo de transiciones de hardware que implican cambio de arquitectura. Muchos son los llamados y pocos los elegidos, pero ¿por qué Apple está triunfando al llevar ARM a los PCs y no el resto de fabricantes? Hacemos análisis de situación.

Cinco razones por las que Apple triunfa con ARM en Mac

1.- Experiencia con ARM

Apple cuenta con una experiencia con ARM que no tiene ningún fabricante de semiconductores ni proveedor de sistemas. Conviene recordar que los de Cupertino se implicaron en el desarrollo de esta arquitectura poco después que la empresa Acorn Computer lo iniciara a comienzos de los 80. De hecho, un ARM6 fue el motor de la PDA Apple Newton. Fue un fracaso de ventas y sucumbió a manos de otros asistentes digitales de la época como Palm, pero su desarrollo fue el preludio de lo que estaba por llegar con iOS.

Y si Apple no siguió cuasi como fundadora de ARM fue porque Acorn temía que la presencia de Apple echara para atrás al resto de fabricantes para usar sus desarrollos. Fue cuando decidió crear una nueva compañía llamada Advanced RISC Machines (ARM) encargada del diseño de producto de esta arquitectura licenciada hoy a centenares de fabricantes.

Apple es entre las grandes tecnológicas la que antes apostó por ARM y sin duda la que obtiene mayor rendimiento. Usa las licencias para diseñar sus propios chipsets y le encarga la producción a una compañía ‘neutral’ como es la foundrie TSMC. Como resultado, ahí están los centenares de millones de móviles iPhone, tablets iPad o wearables vendidos hasta la fecha. La entrada en PCs solo era cuestión de tiempo.

2.- Muy pocas configuraciones

Apple no sufre el problema de «fragmentación» que tienen otras plataformas como Android o Windows, porque no tiene demasiados diseños de hardware que soportar. Es una gran ventaja para optimizar el sistema operativo macOS para uso sobre cualquier arquitectura. Apple sabe exactamente qué modelo de Mac va a fabricar y cuántos diseños de hardware diferentes necesita soportar, por lo que es mucho más sencillo diseñar y adaptar funcionamiento y experiencia de usuario.

Frente a ello, el ecosistema de Windows es un monstruo que complica su soporte por Microsoft. Existen centenares de modelos de decenas de fabricantes distintos y un número de periféricos, accesorios y aplicaciones colosal que soportar, muchos de ellos legado de anteriores generaciones de los que Microsoft no termina de salir.

Esta diversidad de hardware y software hace mucho más difícil garantizar la confiabilidad, rendimiento, compatibilidad de aplicaciones y las actualizaciones oportunas para cada equipo. Algo que sí consigue Apple, aunque indudablemente lo tiene mucho más sencillo.

3.- Hardware de emulación

Uno de los grandes problemas que han tenido hasta ahora los PC ARM bajo Windows ha sido el rendimiento. El SoC Microsoft SQ2 creado en colaboración con Qualcomm es un chip potente sobre el papel, pero no maneja bien la emulación ni siquiera en equipos notables como el Surface Pro X que sufre retardos, tartamudeos, bloqueos de programas, otros que no se inician y una marcada inestabilidad general.

No es un problema exclusivo del SQ2. Los chips ARM que utilizan los fabricantes para fabricar portátiles con Windows no están optimizados para emular aplicaciones x86. Y aquí es donde Apple marca la diferencia porque sus SoCs M para PCs cuentan con un chip específico para emulación. En otras palabras, traducen código x86 por hardware lo que da como resultado una mejor compatibilidad con las aplicaciones, estabilidad general del software y un rendimiento muy superior al que ofrece Windows sobre ARM

Las diferencias de rendimiento entre los M1 y los SQ2 son amplias a favor de Apple en todos los puntos de referencia. Ya están llegando al mercado los M2 y a buen seguro la mejora de los diseños propios de Apple será una constante en el futuro. No vemos los mismos avances en Microsoft ni en los fabricantes que trabajan con Windows.

4.- Control total de hardware y software

Hay que decir en descargo de Microsoft que no cuenta con la gran ventaja de Apple: un ecosistema cerrado que controla completamente. Apple crea el sistema operativo, diseña el hardware para ejecutarlo, instala sus propias aplicaciones e incluso tiene la última palabra sobre lo que se puede instalar en su máquina o no. Esto permite a Apple controlar estrictamente la experiencia, incluida la transición a dispositivos basados ​​en ARM hacia la que está dedicando la mayor parte de los esfuerzos, con éxito.

Microsoft no se puede permitir esos lujos. No puede concentrar todos sus recursos en el desarrollo de Windows para ARM ya que tiene otras plataformas principales que soportar y una enormidad de componentes, periféricos y accesorios. Si Apple no licencia macOS a ningún otro fabricante, en Windows el usuario puede crear su propio PC e instalar aplicaciones de cualquier tipo sin importar la fuente. Windows es hoy un ecosistema monstruoso en hardware y software que soportar, nuevos y también heredados que respaldar.

5.- Soporte para desarrolladores

Otra de las grandes razones del porqué un Mac ARM funciona mejor que un PC con Windows es el soporte software. No importa que la comisión del 30% y el funcionamiento de la App Store esté cuestionada para que sea la tienda digital de aplicaciones más rentable del planeta y la más atrayente para los desarrolladores. Y es que Apple apoya como pocos fabricantes a los creadores y en la transición a ARM ha puesto toda la carne en el asador.

Por un lado, la compañía ha prometido la conversión de aplicaciones móviles existentes a los Mac de manera sencilla y en muy poco tiempo usando Xcode 12, una solución que ofrece compiladores nativos, editores y herramientas de depuración. Además de facilitar la conversión de aplicaciones para ejecución nativa, ha desarrollado la tecnología de virtualización Rosetta 2 para que los desarrolladores trasladen aplicaciones existentes para iOS y iPadOS a los nuevos Mac sin modificaciones.

Potencialmente, también se puede ejecutar Linux y Windows y usarse los binarios de la aplicación Universal 2 para crear una sola aplicación que se ejecutará en los Mac con ARM y también en los existentes basados ​​en Intel y que son todavía muchos millones. Y para el futuro, podemos dar por seguro un sistema operativo único capaz de gobernar cualquier dispositivo u ordenador de Apple y una tienda de aplicaciones única una vez conseguida una arquitectura de hardware común bajo ARM.

Microsoft no tiene esta atracción de los desarrolladores ni ha conseguido impulsar las nuevas aplicaciones Universales de Windows más allá de provocar un cisma con las Win32. Para Windows 11 se ha desarrollado una Windows Store más rentable para los desarrolladores, más atractiva a nivel visual, con mejor funcionamiento general y más útil para adquirir software.

¿Alguien podrá seguir los pasos de Apple? El futuro no está escrito y es una incógnita saber hasta qué grado podrá avanzar Microsoft y podrá plantar cara a Apple algún día mediante ARM en PCs. Hablamos de Microsoft como el máximo rival de Apple, pero ello es extensivo al resto de fabricantes que de manera general siguen usando arquitecturas x86 de Intel o AMD. Ninguno ha mostrado hasta la fecha la capacidad de Apple, pero tampoco nadie tiene las ventajas de un ecosistema como el de Cupertino.

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