Las apps ganan a los juegos en iOS, ¿una mala señal?
Desde su debut, allá por 2008, los ingresos de la App Store de iOS, en su división entre los originados por juegos y otros tipos de apps, el ranking siempre lo habían encabezado los primeros. Ya fuera con mayor o menor diferencia, pero en general los usuarios parecían más predispuestos a sacar la cartera con los juegos que con el resto de tipos de aplicaciones que, desde el primer día, hemos podido encontrar en la tienda de Apple para el iPhone.
En este punto, eso sí, es importante aclarar que, al hablar de ingresos, obviamente no solo me refiero al precio de compra de la app o juego, también se incluyen transacciones dentro de las apps y suscripciones de todo tipo, dos campos en los que la industria del videojuego para smartphones ha sabido explotar mucho mejor, y desde mucho antes, los nuevos modelos de monetización que, desgraciadamente (al menos en mi opinión) se van imponiendo poco a poco en el mundo del software, así como en otros sectores.
Aunque el mercado de las apps es muy dinámico, con el tiempo resulta posible identificar tendencias. En este caso llevamos un tiempo viendo como los ingresos por las apps se iban acercando a los de los juegos y, según la consultora SensorTower, durante el segundo trimestre de 2022 se ha oficializado el cambio, al ser el primer trimestre en el que los ingresos generados por las apps han superado los generados por los juegos en la App Store estadounidense.
¿Estos datos son solo aplicables a Estados Unidos? Al menos en un primer análisis no lo parece. Aunque Apple no proporciona este tipo de números, y menos aún segregados por mercados locales, lo que ocurre con la App Store suele ser rápidamente trasladable a otras instancias locales de la tienda de apps, por lo que podemos colegir que la situación en Europa quizá no sea idéntica, pero sí que bastante similar, con la misma evolución del mercado.
Una lectura rápida que podríamos hacer de este dato es que los usuarios cada vez se interesan más por las apps, y eso podría parecer positivo. Sin embargo, y al ver las tendencias del mercado del software de las que hablaba anteriormente, la conclusión apunta en una dirección muy distinta y que, por desgracia, parece que es la que verdaderamente lo explica. Y es que los desarrolladores de apps están aprendiendo de los desarrolladores de juegos.
Basta con dar un rápido vistazo a las apps de la App Store para comprobar que las compras in app han proliferado en las aplicaciones como las setas en un pinar tras un día de lluvia. Compras que pueden ser micro transacciones para desbloquear funciones (como versiones gratuitas que ofrecen el salto a la versión «pro») o suscripciones para usar la app durante un tiempo determinado. La implementación tramposa y codiciosa que ya llevamos tiempo viendo en PC.
Vamos, por lo tanto, hacia un modelo de pago por uso que en algunos casos está plenamente justificado, pero que en otros no es más que un movimiento vergonzoso y vergonzante por parte de algunos desarrolladores. ¿Tendrá éxito? El problema es que, vistos estos números, parece que sí, al menos a corto plazo.
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