Qué ha convertido a Hollow Knight en un éxito de ventas

Qué ha convertido a Hollow Knight en un éxito de ventas

Hollow Knight se ha consolidado como uno de los grandes éxitos del panorama independiente de los videojuegos, habiendo superado el millón de copias vendidas en PC y las 250.000 en Nintendo Switch, plataforma para la que salió hace mes y medio.

En una época en la que mandan los videojuegos con gráficos 3D de última generación y muchas veces con un desarrollo cinematográfico, Hollow Knight propone recuperar las mejores esencias del género metroidvania para ofrecer un desafío en dos dimensiones en la que hay mucha acción, plataformas y exploración, todo eso dentro de un mundo con un acabado artístico impecable tanto a nivel gráfico como musical.

¿Qué es un metroidvania?

Metroidvania es considerado un subgénero en el que se mezcla acción, aventuras y plataformas, casi siempre desde una perspectiva lateral 2D. Su nombre viene de combinar Metroid, la saga de Nintendo, y Castlevania, cuya entrega Symphony of the Night es considerada como uno de los grandes referentes del género (aunque el veterano Castlevania II ya utilizó la misma fórmula dentro de las limitaciones de las 8 bits).

El término de metroidvania no es totalmente estático, pero en esencia se trata de juegos en los que la exploración es clave y el usuario no suele tener en un principio libertad total para recorrer el mapeado, necesitando para ello de la adquisición de habilidades que suelen potenciar al protagonista (armas más potentes, saltar más alto… ). El nivel de dificultad suele ser medio-alto y el hecho de que la exploración tenga un papel protagonista hace que se puedan encontrar en el mapa muchos secretos que ayudan en el avance del juego. Además, no suelen ser lineales, por lo que el jugador tendrá que recorrer el mapa completo varias veces con las habilidades que va adquiriendo para hacer el 100% o simplemente ser capaz de adquirir el potencial mínimo para derrotar al jefe final. No es raro en este tipo de juegos que la historia esté mínimamente elaborada.

Hollow Knight es un metroidvania que se ajusta bastante a lo expuesto en los párrafos anteriores, además de contar con cierta influencia de otras conocidas sagas como Zelda y Dark Souls. Todos esos detalles están combinados con un acabado artístico de primer nivel y una jugabilidad exquisita, con un control del protagonista muy preciso (al menos PC).

Uno de los puntos más interesantes de la jugabilidad es que se genera un fantasma de recuperación en el punto en el que fallece el protagonista. En caso de no derrotarlo y volver a morir se pierde todo el dinero conseguido hasta la primera muerte. Además, si el fantasma está presente el protagonista no podría hacer uso de todo el maná, teniendo a disposición solo el 66%. Todos esos aspectos añaden un punto de dificultad y frustración a Hollow Knight, aunque hay una forma alternativa de recuperar el 100% del maná que no vamos a explicar para no destripar nada.

Un universo original y cuidado

Aparte de ejecutar de forma sobresaliente tanto en el planteamiento como la jugabilidad de un metroidvania, la otra gran razón que sostiene el éxito de Hollow Knight es su peculiar y original universo, basado en un mundo lleno de insectos (muchos de ellos humanoides) que en ciertos momentos puede resultar algo repulsivo para los más sensibles.

Sin embargo, también hay preciosos escenarios con un acabado artístico impresionante y unos NPC bastante divertidos y con peso en una historia digna de los mejores cuentos. Hollow Knight es una caja de sorpresas con una ambientación muy cuidada que impresionará al jugador cuando recorra por primera vez ciertos escenarios. El nivel de cuidado de los desarrolladores se nota hasta en las animaciones, tanto del protagonista como de los enemigos, que resultan muy fluidas.

Aunque no se trata de un título violento, por lo general es bastante oscuro, transmitiendo en todo momento la sensación de estar en un mundo decadente. No, no se trata de un juego alegre a pesar del simpático aspecto del protagonista.

Un desafío de la vieja escuela

Como ya hemos dicho, Hollow Knight es bastante fiel al concepto de metroidvania, así que nos encontramos con un título con una dificultad elevada, aunque afortunadamente no suele apretar al jugador hasta el extremo de estrangularlo.

Básicamente, son tres los tipos de desafíos que se suelen encontrar en el juego: fases de plataformas con saltos muy ajustados y/o plagados de obstáculos, partes del mapeado confusas en las que uno puede sentirse perdido y ciertos jefes finales y enemigos que fuerzan al usuario a tener que dar lo máximo de sí en cuanto a habilidad y reflejos con el controlador (aprovechamos para recordar que no se recomienda jugarlo con teclado y ratón). Sí, habrá momentos en lo que al usuario le entrarán ganas de tirar el mando por la ventana, y es que a veces Hollow Knight puede llegar a ser frustrante, más si se pretende completarlo al 100%.

En la actualidad muchos títulos pueden ser superados prácticamente con “piloto automático” debido a la gran cantidad de facilidades y ayudas de los que dispone el usuario. En Hollow Knight esto no es así, siendo la paciencia, el tesón y la habilidad con el mando las virtudes necesarias para superarlo.

En resumidas cuentas, aunque se lo considere un juego indie, Hollow Knight es en realidad un desafío que puede terminar sacando los colores a los jugadores más “hardcore”. Además de Nintendo Switch, también está disponible para Windows, Mac y Linux al precio de 14,99 euros en Steam.

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