Cuánta memoria RAM necesita un PC moderno y cómo actualizarla
La memoria RAM es un componente fundamental de cualquier ordenador personal y sus características de velocidad, latencia y capacidad marcan el nivel del equipo. Además, como sucede en el apartado del almacenamiento al reemplazar un disco duro por una SSD, cualquier mejora tiene una incidencia directa en el rendimiento y experiencia de usuario.
La memoria RAM, acrónimo de Random Access Memory, es una memoria de acceso aleatorio que se utiliza principalmente para cargar instrucciones de la CPU y manejar datos del sistema y aplicaciones mientras se ejecutan en la computadora. Frente al almacenamiento de archivos de manera persistente de un componente de almacenamiento (disco duro o SSD), este tipo de memorias descarga los datos almacenados cuando no tiene energía, cuando se apaga el equipo.
A cambio, la memoria SDRAM que usa es mucho más rápida que la NAND flash para almacenamiento masivo. La RAM para PC se suele comercializar a través de módulos que se instalan mediante las ranuras disponibles que en distinto número ofrecen las placas base.
Aunque hay algunos equipos (sobre todo en portátiles) con memoria «pinchada» en la placa que no puede reemplazarse, el uso de los módulos RAM está generalizado y pueden actualizarse o ampliarse para aumentar la capacidad instalada o cambiarse por otros de mayor rendimiento, más frecuencia de trabajo o menores latencias. Si quieres ponerte al día de todo lo relacionado con este componente esencial te recomendamos una lectura de nuestra Guía de memoria RAM donde podrás resolver cualquier duda que tengas.
¿Cuánta memoria RAM necesito?
La respuesta simple es… cuánta más mejor. Ya hemos dicho que son múltiples los componentes hardware del equipo que hacen uso de ella. Además de la CPU, también la usan las gráficas integradas que no tienen (o tienen un tamaño mínimo) de memoria dedicada. El funcionamiento del sistema operativo también depende de la RAM y prácticamente todas las aplicaciones terminan haciendo uso de ella.
Aunque hay ciertos casos de uso donde puede ser más importante la velocidad y la latencia que la propia capacidad (por ejemplo en los juegos más exigentes) y la estrategia más razonable es buscar el equilibrio de todos los componentes, cuando hablamos de RAM al menos hay que tener instalada una cantidad mínima que nos permita trabajar con cierta soltura en cualquier tipo de tarea. Las repasamos para que te hagas una idea de la capacidad que necesitas al comprar un equipo nuevo o actualizar uno existente.
2 GB. Es el requisito mínimo establecido por Microsoft para la versión de 64 bits de Windows 10 y anteriores, y es el mínimo absoluto que debes manejar. Va justísimo para operaciones básicas como navegación web (aunque no esperes ejecutar docenas de pestañas en un navegador web), correo electrónico, procesamiento de textos o multimedia básica.
4 GB. Solo es el doble que el anterior, pero es pasar de la noche al día. Las aplicaciones no solo se ejecutan más rápido, sino que también puedes ejecutar más aplicaciones simultáneamente. En un tragón de memoria como el navegador Chrome ya podrás abrir unas cuantas pestañas (sin pasarte) y se pueden ejecutar aplicaciones algo más avanzadas como las de edición. A tener en cuenta que si utilizas sistemas Windows de 32 bits solo podrás utilizar 3,2 Gbytes de esa memoria por las limitaciones de direccionamiento.
8 GB. Debe ser el estándar de cualquier PC actual. Lo ofrecen la mayoría de fabricantes en equipos nuevos y es lo que se debe buscar (mínimo) en un equipo de 2023 sea sobremesa o portátil. Esta es la cantidad de RAM recomendada por Adobe para los usuarios que ejecutan aplicaciones de Creative Cloud y, en general, se pueden comenzar a manejar aplicaciones de edición y renderización de fotos o vídeos con resoluciones hasta FHD. Lo mismo tareas informáticas con bases de datos u hojas de cálculo y multitarea (sin pasarse porque la RAM se llenará pronto) y es el mínimo que exigen los nuevos juegos de cierto nivel.
* Nota: Con esta cantidad de RAM y superiores necesitas usar obligatoriamente sistemas operativos de 64 bits que prácticamente no están limitados en direccionamiento.
16 GB. Es la cantidad a buscar en un equipo avanzado de nueva adquisición, aunque -y siempre según el presupuesto- se pueden adquirir 8 GB para empezar y actualizar posteriormente. Aquí ya si se nos abre un mundo de nuevas posibilidades, incluyendo trabajos profesionales (básicos) con CAD y 3D, procesamiento de imágenes en RAW o vídeos 4K con aplicaciones de Adobe que estamos tomando como referencia tipo Premiere Pro o After Effects. La multitarea mejora notablemente y podemos acumular múltiples pestañas / sesiones de navegadores web. Ya está siendo la cantidad recomendada para los juegos triple-A modernos.
32 GB. Aunque se puede trabajar con cantidades inferiores, a partir de 32 Gbytes ya añadimos a todo lo anterior la posibilidad de ejecutar con cierta soltura máquinas virtuales a las que hay que dedicarles recursos del equipo principal. Es la cantidad máxima de RAM que soportan la mayoría de portátiles de nivel medio o inferior, mientras que la gama alta en portátiles o los sobremesas pueden soportar 64 GB (o más). Cubre con suficiencia todas las posibilidades de uso.
64 GB o más. Si lo usas para temas profesionales y necesitas más, ya hay workstations móviles con soporte para 64 y 128 Gbytes. En máquinas de sobremesa de consumo de gama alta es habitual soportar los 64 GB, mientras que en estaciones de trabajo profesionales puedes instalar prácticamente lo que quieras. Decir que un sistema como Windows 11 puede direccionar hasta 6 Tbytes de memoria, mientras que las distintas variantes de Linux van desde 1 TB a 256 Tbytes. Cantidades estratosféricas que no pueden instalarse en ningún PC cliente.
Cómo actualizar / aumentar la memoria RAM
Manejar la RAM no es tan sencillo como otros componentes. El funcionamiento de este tipo de memoria es muy sensible y se deben instalar módulos adicionales lo más parecidos posible en características a los que ya tienes y en un escenario ideal que sean idénticos a los ya instalados. Ello te librará de errores aleatorios que por el mismo funcionamiento de estas memorias pueden volverte literalmente loco.
Qué tipo de memoria tengo instalada
Sea en aumento de capacidad de un módulo ya instalado o cuando cambiamos toda la memoria, debemos conocer el tipo exacto que soporta la placa base de nuestro equipo. El manual de la placa base ofrece un buen punto de partida y ahí podremos conocer sus principales características, a saber:
- El número de módulos disponibles (generalmente 4 en sobremesas y 2 en portátiles)
- La cantidad máxima soportada (16-32-64 GB en consumo dependiendo de la placa)
- La interfaz usada (hoy en día DDR3 – DDR4 – DDDR5)
- El factor de forma (DDR en sobremesas y LPDDR en portátiles)
- Especificaciones principales: voltaje, frecuencia de trabajo y latencia
- Accesorios como disipadores para rebajar temperaturas e iluminación RGB
Aumentar la memoria RAM en un sobremesa
Una vez adquiridos los módulos, teniendo en cuenta lo descrito anteriormente de su tipo y cantidad, la instalación en un PC de sobremesa es bastante sencilla. Para el ejemplo práctico partimos de un equipo con 16 Gbytes de memoria instalados mediante dos módulos. Como ampliación, le vamos a sumar otros 16 Gbytes adicionales a través de la compra de un kit de dos módulos (8+8 GB) que suele ser la distribución habitual de la RAM, aunque también puedes adquirir módulos sueltos.
Apagamos la torre, retiramos cualquier tipo de conexión y accedemos a su interior no sin habernos asegurado de eliminar la electricidad estática. Si no tienes alfombrillas o pulseras dedicadas simplemente tocando con un destornillador cualquier componente del chasis. El diseño de las placas base actuales suele situar los módulos de memoria en la parte superior derecha de las mismas.
Como verás en la imagen, en nuestro ejemplo no tiene pérdida y además nos permite instalar los módulos adicionales sin tener que retirar ningún otro componente. No suele ser habitual y en muchas placas base no tendrás un acceso tan bueno y tendrás que retirar primero el ventilador del procesador o algún otro componente. Nosotros podemos hacerlo directamente, abrimos los cierres de seguridad y pinchamos los dos módulos en sus ranuras.
Sé cuidadoso, pero sin miedo, presiona hasta que oigas un clic y el cierre de seguridad baje de nuevo para sujetar los módulos. No hay nada más que hacer por ahora. Cerramos la torre y volvemos a conectar cables de sonido, Ethernet, periféricos y fuente de alimentación.
Señalar que si no podemos encontrar módulos compatibles o ya están ocupados todos los slots, siempre nos queda la opción de adquirir módulos de mayor capacidad e instalar solo los nuevos. Obviamente el presupuesto se nos va a disparar porque perderíamos la capacidad de los instalados.
Es algo que suele suceder a bastantes usuarios. Si empiezas desde cero montando un sobremesa o comprando un portátil, asegúrate desde el principio que vas sobrado de RAM o que tendrás la oportunidad de aumentarla sin dificultad. Como en todo, dependerá de tu presupuesto inicial, pero piensa en ello para no quedarte posteriormente con módulos inservibles.
Aumentar la memoria RAM en un portátil
El proceso en un portátil es básicamente el mismo que en un sobremesa, aunque tiene algunas peculiaridades. En un PC de sobremesa que hayamos montado nosotros no tendremos ningún problema, pero en un portátil es más complicado porque suele suceder que el módulo incluido haya sido producido específicamente para que el fabricante OEM los monte en equipos nuevos y no sea posible encontrar otro idéntico como sería recomendable.
Aquí, además de revisar la información que nos ofrecen aplicaciones como la mencionada RAMMon, conviene acudir a la página web del fabricante para conocer la compatibilidad con módulos adicionales. También hay que tener en cuenta que los módulos para portátiles son diferentes a los que se instalan en los sobremesa típicos, más pequeños en tamaño en formato LPDDR (Mobile) frente a los DDR de los sobremesa.
Para el ejemplo, partimos de un portátil con un módulo de 8 Gbytes y un slot disponible para instalar otro. Una vez adquirido el segundo módulo nos disponemos a su instalación. Es un poco más complicado que un sobremesa, pero cualquier usuario con un poco de interés podrá hacerlo. El acceso a la memoria es distinto para cada portátil, aunque en los modelos que permiten su actualización/ampliación suele ser sencillo. O bien cuenta con una tapa dedicado en la parte trasera o bien hay que retirar la carcasa entera como en el ejemplo con un MSI Leopard que conocerás porque es el que usamos para pruebas.
Una vez desmontada la tapa pronto localizaremos el módulo de memoria ocupado y el slot libre. Abrimos ligeramente los cierres de seguridad, introducimos el nuevo módulo (en su posición correcta y en este caso ligeramente inclinado) y lo bajamos hasta que cierre con sus anclajes. Si hemos adquirido el módulo correcto no hay equivocación posible pero al igual que en el sobremesa sé cuidadoso. Volvemos a montar la tapa y terminamos la instalación.
Al igual que en los sobremesas, puede suceder que no encontremos módulos compatibles a los instalados y tengamos que gastar más para montar toda la memoria RAM nueva. Repetimos; valora bien tus necesidades y posibilidades de instalación en la compra de equipos para evitar que te suceda. Aquí tienes un práctico para aumentar la RAM en un sobremesa o portátil.
Comprobar el montaje
Tanto en sobremesas como en portátiles conviene realizar una comprobación de la memoria adicional que hemos instalado. Ya hemos comentado que hardware, sistema y aplicaciones hacen un uso masivo del mismo y que el funcionamiento de la RAM es muy sensible si no hemos instalado módulos idénticos o al menos los más parecidos posibles.
Nada más reiniciar por primera vez puedes entrar en la BIOS y ahí verás que el equipo detecta la nueva configuración de memoria. Una vez en el sistema operativo en la configuración también podrás visualizar la capacidad instalada. Si quieres ir más allá y realizar una comprobación a fondo, nada mejor que usar aplicaciones como MemTest86, una de las más completas y que está disponible gratuitamente para consumo.
Soporta sistemas operativos Windows, Mac y Linux de 32 y 64 bits; es compatible con firmware BIOS o UEFI incluyendo módulos de arranque seguro y ofrece imágenes para crear unidades autoarrancables en discos ópticos o unidades USB, ya que la prueba de memorias ha de realizarse antes de la carga del sistema operativo para mayor precisión. Sistemas como Windows 10 también cuentan con herramientas internas para comprobar la RAM, pero MemTest86 es sin duda la mejor. Si quieres usarla te recomendamos este artículo práctico.
Nos vamos de compra
No tengas miedo. Aumentar la memoria RAM en un sobremesa o portátil no es una tarea complicada si seguimos los pasos indicados y como decíamos en la presentación ofrece una gran ventaja en términos de rendimiento o en el acceso a determinadas tareas que con menos memoria no podríamos realizar. Para la compra de módulos te recomendamos nuestros afiliados de cabecera, Amazon y PcComponentes que ofrecen una gran oferta y buenos precios.
Haz una búsqueda por el modelo que necesites ya que tienen cientos donde elegir en tipo, capacidad, frecuencia y latencia de los fabricantes principales (Corsair, Kingston, Crucial…). La gama alta suele incorporar accesorios premium como disipadores o iluminación RGB. En cuanto a precios actuales y como sucede con las SSD, estamos en un ciclo bajista en el coste de las memorias, por lo que es un buen momento para actualizar. Para finalizar y por si te has quedado con ganas de más información te recomendamos este especial con todo lo que debes saber sobre la memoria RAM en diez preguntas y respuestas.
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