7 consejos para iniciarse en el uso de Linux

Iniciarse en Linux puede ser algo aterrador, sobre todo por el miedo que solemos sentir hacia lo desconocido. A pesar de que el sistema ha mejorado mucho tanto en su soporte de hardware como en la usabilidad, sigue siendo un producto radicalmente diferente a Windows y, siendo realistas, con un soporte de hardware muy inferior. Eso hace que no todos los equipos sean aptos para usar Linux.

A pesar de sus diferencias y limitaciones, desde hace años existen distribuciones que lo ponen bastante fácil y que ofrecen una experiencia out of the box superior a la de Windows. Por ejemplo, Manjaro ya ofrece de manera preinstalada todo el software que el usuario puede necesitar para un uso común de la multimedia y los videojuegos, lo que abarca aplicaciones (entre ellas Steam), la preinstalación de los códecs y también del driver de NVIDIA para esos equipos que lo necesiten. En la actualidad no son pocos los sistemas Linux que son más rápidos de instalar y configurar que Windows en caso de que el hardware muestre una alta compatibilidad.

Pero como he dicho, las mayores facilidades presentes en muchos sistemas Linux no hace que la experiencia sea similar a Windows, ya que la forma de proceder es radicalmente distinta. Eso hace que adentrarse en Linux siga siendo una experiencia que genera cierta sensación de incertidumbre en los novatos y no es para menos, más si no se tienen claras ciertas antes de empezar a usarlo.

Con el fin de orientar al usuario en sus primeros pasos con Linux, voy a exponer una serie de consejos basados en mi experiencia personal. Empecé a dar mis primeros pasos en 2007 y desde 2017 lo uso como único sistema operativo a nivel de máquina física, así que me paso los días usándolo para bastantes tareas, entre ellas ofimática, grabación y edición de vídeos, virtualización de sistemas de escritorio y videojuegos, sí, incluso aquellos compilados para Windows mediante Proton.

Intel, la marca confiable de Linux

Linux es mucho más limitado que Windows a la hora de soportar hardware, y eso es debido a que todos los fabricantes están implicados en el segundo y solo unos pocos están comprometidos con el primero. Uno de esos pocos que ofrecen un soporte potente para Linux es Intel, que tradicionalmente ha sido y es el fabricante que mejor trata al sistema operativo de código abierto.

Intel proporciona una gran cantidad de drivers oficiales para Linux y es la única que soporta de manera completa la pila gráfica estándar del sistema y VA-API, el principal marco en Linux para obtener aceleración por hardware en la reproducción de contenidos multimedia. Además, es una de las contribuidoras top del kernel (lo que realmente es Linux, porque el sistema es más bien GNU/Linux), lo que refuerza su posición como uno de los fabricantes más confiables.

Dicho de manera más llana y con menos tecnicismos y nombrecitos raros, cuanto más componentes de Intel tenga un ordenador, más amigable es teoría con Linux. La preferencia por Intel queda reflejada en aspectos como el hecho de ver que los portátiles AMD procedentes de las ensambladoras de equipos Linux incluyen Wi-Fi de Intel, aunque es importante tener en cuenta este soporte es suministrado a través de un firmware privativo. Otra cosa a tener en consideración es que la presencia de muchas partes procedentes de Intel tampoco es una garantía, ya que puede haber algún componente no compatible que arruine toda la experiencia.

Sin embargo, que Intel sea el fabricante que mejor trata a Linux no significa que su soporte sea simétrico en comparación con Windows. En la actualidad el ejemplo más claro lo tenemos en las gráficas dedicadas Arc, las cuales en el sistema de Microsoft han experimentado una notable mejoría con el paso de los meses, pero en Linux nos encontramos con que el driver de Vulkan está un tanto abandonado, lo que limita mucho su uso en videojuegos y otras aplicaciones que se apoyan en dicha API.

Intel, el fabricante que mejor soporte da a Linux

NVIDIA, una marca con la que hay que tener cuidado

NVIDIA es una marca muy querida y apreciada entre los usuarios de Windows (o al menos lo era hasta hace poco), pero la situación da un giro de 180 grados cuando saltamos a Linux. La razón radica en su driver, el cual, con el propósito de compartir la máxima cantidad de código posible entre los sistemas operativos soportados, termina siendo más que un simple controlador.

Para resumirlo de forma simple, el controlador de NVIDIA para Linux es en realidad una pila gráfica alternativa a la estándar empleada por el sistema, la cual está soportada por Intel y AMD. Esto deriva en un funcionamiento muy diferente que en no pocas ocasiones puede derivar el problemas de tearing, aplicaciones que no terminan de funcionar correctamente, roturas cuando se actualiza el kernel y otras incidencias.

A las peculiaridades del driver oficial del gigante verde se suman las reticencias de la compañía a adoptar los estándares que acuerdan todos los demás, y cuando digo todos los demás me refiero a Intel, AMD, Valve, GNOME, KDE Plasma y Red Hat principalmente. Esas reticencias han derivado en que su soporte para Wayland, el protocolo gráfico que aspira a sustituir al viejo Xorg, sea muy inferior al de Intel y AMD por su negativa durante años a adoptar los estándares. NVIDIA no rectificó hasta que vio que su propuesta alternativa era un desastre.

Dando una vuelta de tuerca a lo explicado, usar NVIDIA en Linux puede terminar siendo un dolor de cabeza debido a que el mantenimiento de su driver oficial llega a ser bastante aparatoso. Algunas distribuciones como Ubuntu, Linux Mint, Pop!_OS y Manjaro incorporan asistentes para facilitar la instalación, pero estos no evitan las posibles incidencias a los que el usuario se puede enfrentar.

Por todo lo expuesto, el uso de NVIDIA en Linux solo es recomendable en caso de hacer cosas como trabajar con inteligencia artificial, Blender a nivel profesional y soluciones de edición de vídeo como DaVinci Resolve. En caso de querer usar Linux como escritorio básico Intel y Radeon son mejores opciones, y la segunda ya ha demostrado de sobra sus capacidades para la ejecución de videojuegos a través de la Steam Deck, que emplea la pila gráfica estándar a través de SteamOS 3. Como dato, Valve es la principal desarrolladora de RADV, el driver de Vulkan usado de manera predeterminada para Radeon en Linux.

NVIDIA GeForce RTX

Contempla la posible compra de un ordenador procedente de un ensamblador especializado

En caso de estar contemplando la compra de un ordenador nuevo y estar desorientado sobre qué comprar, no viene mal echar un vistazo a los catálogos de Slimbook, Tuxedo y Vant, por nombrar algunas de los ensambladores de equipos Linux más conocidas.

La ventaja de los ensambladores dedicados a Linux es que los equipos que venden están presuntamente probados a conciencia para funcionar con ese sistema operativo. Si uno indaga en las especificaciones internas, podrá ver una destacada presencia de componentes de Intel, sobre todo en los modelos que usan un procesador de la misma marca. La razón de esta preponderancia ya la he expuesto.

Es cierto que los precios de los equipos de los ensambladores de equipos orientados a Linux pueden ser algo más altos que un compatible que viene con Windows o sin sistema operativo, pero ese coste adicional merece la pena si a cambio se obtiene una experiencia limpia con Linux, sin requerir de la instalación manual de componentes ni de modificar argumentos del kernel.

Eso sí, es importante tener en consideración que la situación de los equipos con gráficas de NVIDIA no cambia lo más mínimo al ser este un punto que debe ser corregido por el gigante verde.

Slimbook

Prueba bien una sesión en vivo de Linux antes de empezar a hacer nada

Debido a las limitaciones de Linux a la hora de soportar hardware y a pesar de que hay una marca en la que se puede depositar cierta confianza, siempre es bueno descargar una imagen que proporcione una sesión en vivo antes proceder a hacer la instalación. Esta vía también puede servir para ir probando superficialmente distribuciones para luego decantarse por una.

Las sesiones en vivo no tienen por qué proporcionar una experiencia igual que la instalación en local, sobre todo en lo que respecta al rendimiento y la respuesta del sistema operativo, pero sí son una buena vía para ver si el hardware es detectado correctamente y que al menos los componentes más básico del equipo funcionan. Eso sí, no todas las sesiones en vivo de las distribuciones preinstalan el driver de NVIDIA.

Lo normal es que las sesiones en vivo de las distribuciones Linux proporcionen algunas aplicaciones básicas como un navegador web (casi siempre Firefox), un explorador de ficheros y una suite ofimática (casi siempre LibreOffice), así que el usuario tiene muchas opciones de tener todo lo necesario para hacer un uso básico de la computadora para navegar por Internet y realizar ciertas tareas básicas.

¿El hardware que has comprado no funciona con Linux? Devuélvelo

Los ciudadanos de la Unión Europea gozamos de un marco legal que nos protege bastante como consumidores, pero, para mi sorpresa, es un punto que pocos tienen en cuenta cuando compra hardware con la intención de hacerlo funcionar con Linux.

Cuando compro hardware y veo que algo no va bien, investigo las posibles soluciones, y si veo que el arreglo consiste en dos pasos o más, procedo a tramitar la devolución porque está claro que me ha tocado la china y que la experiencia que voy a tener va a ser tortuosa y desagradable.

Una de las posibles razones de por qué muchos usuarios de Linux no ejercen sus derechos como consumidores dentro de la Unión Europea es la extendida cultura de entender el uso del sistema operativo como una prueba de obstáculos, algo que ha llegado a ser hasta romantizado por ciertos usuarios.

Migra antes a aplicaciones multiplaforma con soporte para Windows (o macOS) y Linux

Uno de los fallos más comunes a la hora de intentar migrar de Windows (o macOS) a Linux es empezar por el propio sistema operativo. Esto hace que el proceso se vuelva muchísimo más cuesta arriba porque el cambio en el flujo de trabajo es radical al no haber casi nada en Linux de lo que el usuario está acostumbrado a usar en Windows.

Antes de cambiar el sistema operativo presente en el ordenador, sería recomendable que el usuario sustituyera buena parte de las aplicaciones que usa en Windows por alternativas que también estén presentes en Linux. Aquí se puede destacar la suite ofimática, y es que Microsoft Office es un software de uso muy común que por ahora no está soportado de forma nativa en el sistema del pingüino. Aquí habría que plantear muy seriamente la sustitución de Microsoft Office por LibreOffice, ONLYOFFICE o WPS Office, por nombrar las que son posiblemente las tres alternativas más populares.

Otras sustituciones que el usuario puede plantearse son la de los clientes de Epic Games Store y GOG Galaxy por Heroic Games Launcher, aunque para soportar esa plataformas muchos prefieren tirar de Lutris, que solo está disponible para Linux. Steam, por su parte, ofrece soporte oficial para Linux y su aplicación funciona básicamente igual, con los elementos colocados en los mismos sitios.

Es importante que las sustituciones se hagan de manera radical, o sea, eliminando de Windows el software que se pretende sustituir, porque si el usuario se propone usar las alternativas solo diez minutos al día terminará por quedarse con el software que ya está acostumbrado a usar, por lo que al final no se adaptará ni asimilará la alternativa.

Emplear las mismas aplicaciones en Linux y Windows reduce enormemente el impacto del cambio debido a que el flujo de uso de un usuario común está fuertemente centrado en las aplicaciones, así que si tiene las mismas en ambos sistemas, se sentirá menos perdido y percibirá una experiencia más amena por parte de Linux.

LibreOffice

Algunos sistemas para empezar en Linux

Esta no es una entrada dedicada a las mejores distribuciones para iniciarse en Linux, sino más bien una serie de consejos para empezar con buen pie independientemente de la distribución. Sin embargo, como tengo el foco puesto en esas personas interesadas en iniciarse, no viene mal mencionar esos sistemas que sobre el papel ofrecen menos complicaciones independientemente del perfil del usuario.

Lo obvio es empezar por Ubuntu, la distribución más conocida con gran diferencia. Ha demostrado su valía a lo largo de su trayectoria, lo que unido a su popularidad le han permitido ser el sistema Linux con mejor soporte de terceros con gran diferencia. Además, cuenta con un asistente que facilita la instalación del driver de NVIDIA y también lo pone fácil para la obtención de los códecs necesarios para reproducir todos los formatos de multimedia populares.

En caso de que el Ubuntu original no guste, el usuario tiene a su disposición a la familia oficial, que cambia la interfaz gráfica del sistema por otra que puede ser más de su agrado. De aquí se pueden destacar a Kubuntu, con KDE Plasma; Xubuntu, con un Xfce; además de Ubuntu MATE. Por otro lado está Linux Mint, la derivada de Ubuntu más popular, que ofrece una interfaz gráfica llamada Cinnamon con una disposición tipo Windows y preinstala una gran cantidad de herramientas gráficas de gran utilidad.

Si el hardware comprado es de ultimísima generación, es muy probable que lo recomendable sea emplear una distribución que proporcione versiones recientes del kernel y Mesa para así tener un mejor funcionamiento. Aquí openSUSE Tumbleweed se postula como una buena candidata.

Conclusión

Mi intención con este artículo es ofrecer consejos centrados en esas partes que son ignoradas en muchas ocasiones, incluso por los propios usuarios de Linux. Es obvio que empezar con una distribución amigable con el usuario es importante, pero aparte de eso hay otros muchos aspectos a tener en consideración que terminan siendo incluso más importantes que la propia distribución, sobre todo en lo que respecta al hardware que está mejor soportado por el kernel.

La entrada 7 consejos para iniciarse en el uso de Linux se publicó primero en MuyComputer.


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