Consejos para medir la velocidad de tu conexión a Internet de forma realista

Medir la velocidad de tu conexión a Internet es algo muy sencillo. Gracias a la gran cantidad de servicios disponibles que ofrecen dicha función, podrás realizar una medición completa en cuestión de segundos, y con un grado de fiabilidad muy alto. Sin embargo, debes tener en cuenta que esa medición se realiza desde un equipo específico, y desde una ubicación concreta de tu hogar, lo que significa que no todos los dispositivos que utilizas tendrán esa misma velocidad.

Para entenderlo mejor basta con un sencillo ejemplo. Si decido medir la velocidad de mi conexión a Internet desde mi PC, que está conectado por cable al router, registro una velocidad de descarga de 944,79 Mbps, y una velocidad de subida de 818,49 Mbps. Sin embargo, si realizo esa misma prueba con mi smartphone, un iPhone 8 Plus, desde la misma posición en la que tengo el PC y conectado vía Wi-Fi, la velocidad que obtengo es de 286,14 Mbps, una cifra bastante buena, todo sea dicho.

Sin embargo, si vuelvo a medir la velocidad con mi smartphone en la habitación más cercana al router ya se produce una pequeña caída de la velocidad, que oscila entre los 240 y los 250 Mbps. Conforme me voy alejando del router la velocidad sigue cayendo, y se estabiliza en unos 60 Mbps en el punto más alejado de mi hogar.

La diferencia es notable, alejarme unos metros del router, y tener dos habitaciones entre este y mi smartphone, hace que la velocidad se reduzca enormemente, aunque sigue siendo suficiente para poder navegar por Internet y ver contenidos en streaming.

Por si tenéis dudas, os recuerdo que 944,79 Mbps equivalen a 118,1 MB/s, mientras que 250 Mbps son 31,25 MB/s, y 60 Mbps equivalen a 7,5 MB/s. Son valores muy dispares, de eso no hay ninguna duda, y explican por sí mismos por qué debemos medir la velocidad de conexión a Internet desde diferentes dispositivos.

Cómo medir la velocidad de conexión a Internet de forma acertada: Cinco consejos

1. El primero ya lo hemos visto en la primera parte del artículo, utilizar diferentes dispositivos para medir la velocidad de nuestra conexión a Internet. Solo de esta manera tendremos unos valores realistas de cada equipo.
2. En segundo lugar, es imprescindible hacer las mediciones desde el lugar, o desde los lugares, en los que vamos a utilizar dichos dispositivos. Por ejemplo, si vas a utilizar un portátil conectado vía Wi-Fi en el salón, pero haces una medición en la misma habitación que tienes instalado el router, no tendrás un valor realista.
3. También es imprescindible hacer una medición de velocidad limpia, es decir, sin tener ningún tipo de descarga en segundo plano, ni ninguna aplicación que pueda estar consumiendo ancho de banda, ya que nos dará un resultado irreal.
4. Es importante que nos aseguremos de que nos hemos conectado correctamente con el dispositivo que vayamos a utilizar para medir la velocidad. Así, si nos vamos a conectar vía Wi-Fi, es importante asegurarnos de que nos hemos conectado a la red más avanzada posible, y compatible, con nuestro dispositivo. Por ejemplo, si nuestro smartphone soporta Wi-Fi 5, debemos conectarnos utilizando ese estándar, y no bajo Wi-Fi 4.
5. Finalmente, también es importante que evites forzar cualquier optimización que pueda alterar el resultado, y que normalmente no se va a producir en un uso real. Por ejemplo, si vas a estar encerrado en el salón por el frío y haces la medición con la puerta abierta y más cerca de la misma estarás introduciendo dos puntos que te darán un resultado alejado de la realidad. Puede que la diferencia no sea mucha, pero desvirtuará el resultado y te ofrecerá un valor que no será real.

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