Videoconferencia: entorno, vestimenta y comportamiento para no meter la pata

El uso de la videoconferencia alcanzó niveles estratosféricos cuando la pandemia global del COVID obligó a confinarnos en casa. Fue la manera de conseguir mantener la comunicación (aunque fuera digital) con familiares y amigos, y cumplir con las tareas de estudio en casa y laborales.

El uso de la videoconferencia ha llegado para quedarse. Desde siempre se ha teletrabajado, pero la pandemia también trajo cambios profundos en los entornos laborales a favor de los entornos híbridos. En empresas, además de aplicaciones especializadas que también aporten colaboración y productividad, hay otros muchos detalles a tener en cuenta.

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