Jeep Avenger BEV, claridad
My baby don’t care for cars and races Nina Simone (Little Girl Blue, 1959)
Unas gotas de lluvia nada más, poca cosa para cualquiera pero no para Simón. Para él el agua que caía del cielo era una señal del destino, un mensaje de las alturas para que se quedara en casa. Y Simón acumulaba muchas de esas señales, desde las metereológicas como la niebla, la nieve, la lluvia, un viento fuerte y cualquier fenómeno que perturbase la atmósfera sobre su pequeña casita de campo pasando por los martes, las abejas, un coche amarillo, una vieja con bastón, charcos, personas con pecas, Rachmaninov en la radio, pintura o asfalto fresco en la carretera, un cartel publicitario despegado… Simón se iba cargando de razones para no salir y se encomendaba cada vez más a su viejo portátil y a los servicios de entrega a domicilio para su supervivencia. El teletrabajo había sido una bendición para él y sus manías, pero había sido el remate para un agorafóbico, hipocondríaco y en general poco sociable para aislarse definitivamente. Era el único que al conectarse a las reuniones de guionistas no encendía la cámara y no participaba en el minuto de charla informal previo a las sesiones de trabajo. Simón se acercó a la ventana con su tazón repleto de infusión relajante. Para él observar la lluvia a través de la ventana era como contemplar la ira de los dioses, la señal de que el apocalípsis se acercaba un poco más.
Entonces mientras soplaba el vapor del líquido caliente para enfriarlo observando el castigo metereológico escuchó un quejido que pronto identificó como un tenue maullido. Cogió las gafas que tenía junto al ordenador y oteó fuera de la ventana. Un minúsculo felino asomaba la cabeza de entre los cartones de la inmensa montaña de cajas de entregas a domicilio que se acumulaban junto a la entrada. El gato intentaba salir, daba dos pasos y la lluvia le hacía retroceder de un salto para buscar refugio en los cartones que poco a poco se habían empapado y también dejaban pasar el agua. El gato acurrucado y temblando cada vez maullaba de forma más lastimera. Y de repente se cruzaron sus miradas. Simón sin explicarse por qué rebuscó en el armario de la entrada un viejo paraguas lleno de polvo y salió a la calle. Mientras se acercaba a la montaña de cartones intentando pegarse lo más posible a la pared pensaba «¡Encima es martes!» Paso a paso se acercó al gato que tiritaba y le miraba con triste curiosidad. Simón le tendió la mano, la retiró al sentir el agua sobre ella y se la volvió a tender. Entonces el gato comenzó a crecer haciendo que los cartones salieran despedidos por todas partes. El gato habló con un rugido que hizo que se le cayeran las gafas «Por fin Simón. Te tengo…» Un coche amarillo pasó delante de la casita de Simón.
No hay duda que Jeep es un importante nombre propio en el panorama de los fabricantes de automóviles que abandera por un lado la fabricación de todoterrenos con una trayectoria histórica y por el otro una tradición de modelos orientados al mercado de los Estados Unidos con las características que esto conlleva. Con la entrada de nuevos propietarios y la posterior incorporación al grupo Stellantis Jeep ha sufrido un proceso de europeización y modernización profunda que, sin abandonar sus raíces fuera del asfalto, ha dado lugar a un catálogo más atractivo y eficiente.
Modelo analizado | Jeep Avenger |
Motor y acabado | Summit BEV 156 CV |
Potencia | 156 CV |
Velocidad máxima | 150 Kmh |
Aceleración o-100 | 9 s |
Largo/ancho/alto | 4084/1776/1528 mm |
Potencia máxima RPM | 156 CV |
Par máximo Nm/RPM | 260 Nm |
Caja de cambios | Automática |
Web | https://www.jeep.es/ |
Precio | 40.836 euros (sin ayudas) |
Como hito importante en este sentido podemos señalar el lanzamiento de su primer modelo cien por cien eléctrico: el Avenger. Una revolución que ha venido precedida por la incorporación de la motorización híbrida enchufable en sus modelos pero que con esta variante eléctrica del último lanzamiento de la marca da un paso decidido hacia las directrices que el propio grupo se ha marcado en cuanto a disponer de una gama de vehículos completamente eléctricos a medio plazo. Para los amantes de la marca puede que suponga un shock, pero como veremos quizás no tanto.
Avenger eléctrico
En nuestro caso hemos podido probar la versión eléctrica o BEV del nuevo modelo Avenger, un modelo que como concepto también desafía la tradición de la marca pues se trata de un modelo compacto, el más pequeño que pasa a comercializar la marca con un tamaño menor que el Renegade, hasta ahora el benjamín de Jeep. No hay duda que es un modelo muy orientado al mercado europeo que cada vez responde mejor a la propuesta de SUV compactos electrificados en mayor o menor medida para poder sacar partido de subenciones y ventajas en la circulación por las grandes ciudades.
Tras el primer vistazo al Avenger no hay duda de que en su diseño queda perfectamente marcado el estilo Jeep. Tanto que cuando se ve en foto sin puntos de referencia se tiene la impresión de estar frente a un todoterreno grande en línea con el resto de modelos de la marca con unas evidentes pinceladas de modernidad que nos parecen muy acertadas y que actualizan y urbanizan el aspecto de este modelo. Es cuando podemos verlo en vivo cuando nos damos cuenta de su verdadero tamaño, aunque la identidad de sus «líneas Jeep» son indudables.
En el frontal enseguida podemos distinguir las marcas de identidad de Jeep, con una parrilla alargada en la parte alta compuesta por distintos módulos, sin utilidad práctica en esta versión eléctrica, flanqueada por dos faros también alargados que se extienden en parte por los laterales. El parachoques delantero es grande y alberga una segunda parrilla en la parte inferior en material plástico negro que parece bastante sufrido para los roces e incidentes propios de la conducción urbana al que está principalmente destinado el cachorro de Jeep. En esta pieza se encajan las luces antinieblas y en la parte inferior una pieza de plastico en color plateado a modo de defensa.
Línea Jeep
En el lateral la línea del paragolpes sigue en los pasos de rueda también en plástico negro que en este caso son redondeados, más estilo SUV que todoterreno, con unas molduras igualmente en plástico negro que sobresalen en la parte inferior de las puertas que también pueden resultar útiles para evitar las rozaduras. En estas molduras se ha grabado en nombre de la marca. Las llantas de cinco radios que pueden ser de hasta 18 pulgadas con detalles como la iconografía de la clásica parrilla jeep y los faros redondos del Willys original insertados en la parte exterior de uno de los radios.
La parte superior de este modelo en carrocería bicolor está en color negro desde los pilares hasta el techo dándole un toque moderno y desenfadado. Como hemos apuntado las proporciones del coche son las que se espera de un Jeep, en este caso de tamaño reducido, por lo que la distancia de la carrocería al suelo y otras cotas son las que se esperan de un todoterreno, guardando relación con las cotas del Avenger. Esto se puede comprobar por ejemplo en la altura libre con el suelo que en el caso del Avenger roza los 20 centímetros, más de lo que se espera de un vehículo 100% para el asfalto.
Estilo urbano
En la parte trasera se repite el enfoque práctico con un paragolpes de buen tamaño que protege hasta una altura considerable y los grupos ópticos elevados con un diseño curioso y que sobresalen de la carrocería y parecen salirse de su alojamiento en plástico negro en los laterales del portón. En la parte de abajo del parachoques una vez más el material cambia a plástico negro y de nuevo encontramos una defensa en color plateado en la parte de abajo. Sobre el portón esta versión luce la letra e para que quede claro que se trata de un vehículo con propulsor 100% eléctrico.
Además de los elementos que hemos mencionado como otras veces Jeep se ha divertido salpicando la parte externa del Avenger con imágenes asociadas con la marca y la aventura, como la silueta de un niño observando por un telescopio sobre una montaña en una esquina del parabrisas delantero o la iconografía de Jeep que ya hemos apuntado que aparece no solamente en las llantas sino también en otros lugares como la parrilla delantera en su entrada de aire inferior. Todos estos detalles se unen para dar una imagen de un Jeep compacto pero moderno.
En el interior se repite el mismo código de diseño: un estilo cercano al resto de la gama Jeep pero con toques de modernidad muy refrescantes. En la parte delantera vemos estas pinceladas por ejemplo en el nombre de la marca en la pieza de plástico negro que une los conductos de ventilación con la puerta o el salpicadero que en su parte central se ha recubierto con un plástico liso del color de la carrocería. Este material se combina con un plástico más duro y rugoso de menor calidad obviamente escogido para abaratar costes pero que consigue una combinación acertada con las piezas de color.
Asientos cómodos
Los asientos de la parte delantera son algo estrechos pero cómodos y bien acolchados y muestran el logotipo de la marca en el respaldo. El volante es de estilo Jeep con el nombre en el centro del mismo y un diseño redondo. Tiene un buen tacto y agarre gracias al tapizado con costuras y se maneja bien tanto en ciudad commo en carretera. En este modelo los indicadores los muestra una pantalla tras el volante de 10,25 pulgadas con una buena calidad y una gráfica que ofrece información suficiente con datos adicionales que podemos visualizar cambiando la imagen con los mandos del volante además de configurar a nuestro gusto.
La pantalla del sistema de información y entretenimiento se encuentra en la posición ideal: elevada por encima del salpicadero y ofrece también 10,25 pulgadas. La información se muestra de forma clara y los menús son accesibles, sobre todo desde la pantalla principal donde además de acceso a las opciones más utilizadas podemos ver una imagen del coche y la carga de batería del mismo. Buen detalle el de ofrecer una fila de botones físicos bajo la mencionada pantalla para acceder a las principales funciones divididos en dos bloques.
Bloques de botones
El primer bloque de cuatro botones se sitúa en la parte central del salpicadero, entre las salidas de aire, y permite acceder al menú principal y al de la información sobre el funcionamiento del coche. Los otros dos botones permiten accionar las luces de emergencia y el cierre / apertura de las puertas. Más abajo una fila de botones permiten manejar el climatizador además de controlar el volumen del reproductor multimedia. Nos ha gustado menos que más abajo todavía se haya resuelto el control del cambio automático con otra fila de botones de acceso no del todo cómodo pero sobre todo eliminando una palanca que echamos de menos por ergonomía… y por tradición.
En todo el vehículo podemos encontrar múltiples espacios para colocar objetos, justo lo que se espera de un coche con vocación urbana. En la parte posterior el espacio para los pasajeros es algo estrecho en cuanto a anchura y espacio para las piernas, aunque la posición erguida y el amplio espacio en altura corrigen algo la habitabilidad. Disponen de altavoces en las puertas pero no de una salida de ventilación. En el túnel central se ha colocado un único conector para la carga de dispositivos de tipo USB. Como espacios portaobjetos se tienen que conformar con los bolsillos de los respaldos de los asientos anteriores.
Buen maletero
En lo que respecta al maletero la presencia de la batería hace que se reduzca con respecto a la versión de gasolina de los 380 a los 355 litros. Dentro del mismo encontramos una bandeja inferior que puede colocarse para dejar en la parte inferior un discreto espacio de almacenamiento de hasta 8 centímetros de altura, ideal en el caso de esta versión eléctrica para colocar los cables de carga. Los respaldos de los asientos traseros son abatibles en dos partes y pueden dejar si lo hacemos un espacio que puede alcanzar los 1.250 litros en total.
Llegando al apartado de conducción tenemos en cuanta que se trata de un modelo derivado de la plataforma e-CMP2 de Stellantis del que forman parte el DS3, el Opel Mokka o el 2008 de Peugeot. El motor eléctrico rinde 156 caballos con una cifra de par de 260 Nm y equipa una batería de 54 kWh de capacidad que según la homologación WLTP ofrece una autonomía de 395 km. Es un vehículo de tracción delantera, que jugaría en contra de la tradición todoterreno de Jeep, pero se ha añadido con respecto a sus compañeros de grupo unos modos de tracción adicionales para arena, barro y nieve para compensar esta carencia.
En ciudad el Avenger tiene una conducción muy agradable. La disposición de los mandos y la posición del puesto de conducción conjugan una configuración de turismo con la buena visibidad y altura de un SUV compacto con lo que son ideales para la ciudad. La respuesta del motor eléctrico, como siempre, es inmediata y muy suave, por lo que invita a una conducción relajada que sin embargo puede ser rápida si es preciso. La insonorización, sin ser excelente como en otros eléctricos de más alcurnia, es más que correcta y permite disfrutar de música o de la conversación de los ocupantes del vehículo sin problemas.
Buenas sensaciones en carretera
Al salir a la carretera nos ha gustado el comportamiento de las suspensiones, que son amables con las imperfecciones del terreno y menos rígidas de lo que se espera de un coche compacto y con un peso considerable. Esto hace que en carretera y en autopista sea bastante confortable, lo cual en conjunción con la respuesta del motor eléctrico hacen que sea sorprendentemente eficaz para viajar. Por otro lado en terrenos virados el bajo centro de gravedad y el buen tarado de amortiguadores lo hace muy noble y de reacciones previsibles cuando se afrontan trayectorias con curvas.
Eso sí, no se trata de un coche con tacto deportivo y eso se nota en el manejo, aunque esto no impide que gracias a la potencia y la respuesta del motor eléctrico se puedan mantener unas buenas medias de velocidad con aceleración decidida cuando se requiere. El coche permite seleccionar varios modos de entrega de potencia: eco, normal y sport. Nosotros recomendamos el sport porque de esta forma podemos modular nosotros con acelerador la potencia de la que queremos disponer en cada momento. Eso sí, en ciudad los otros dos modos pueden ser más útiles para unos consumos más contenidos.
Aunque no es su hábitat natural la generosa altura de la carrocería desde el suelo y los modos de conducción con adherencia mejorada según el terreno permiten salirse del asfalto puntualmente. En este sentido es un coche compacto más preparado que otros para recorrer trayectos todoterreno, pero con el cuidado pertinente al no tratarse de un modelo específico para este tipo de lides. Además el peso adicional que suponen las baterías hacen que tenga menos agilidad en estas situaciones de la que se le supone a un coche de este tamaño. Con todo y eso podemos divertirnos de cuando en cuando tomando las mencionadas precauciones.
Conclusiones
El Avenger de Jeep es una sopresa muy agradable, sobre todo en su versión 100% eléctrica ya que nos encontramos con un modelo estéticamente impregnado del espíritu de la marca pero mucho más práctico que la mayoría de sus compañeros, sobre todo en entornos urbanos. Nos ha gustado mucho la apuesta por un diseño desenfadado y funcional que moderniza mucho de los códigos que hasta ahora han caracterizado a la marca. Encontramos esta nueva identidad tanto en el exterior como en el interior pero en general en la filosofía del coche.
Nos ha parecido un coche cómodo y fácil de conducir en ciudad, con espacio suficiente, aunque algo más justo en las plazas traseras, y con buena capacidad de almacenaje y de carga. Muy manejable en ciudad pero también sorpendentemente competente en carretera, con las limitaciones que impone la motorización eléctrica y la capacidad algo justa de la batería y de la capacidad de carga rápida de corriente continua para afrontar viajes. Pero en definitiva se trata de un coche simpático y práctico con buenas credenciales para competir en un sector de SUV compactos que está en plena expansión.
Aplomo en carretera
La entrada Jeep Avenger BEV, claridad se publicó primero en MuyComputer.
Comentarios
Publicar un comentario