Spotify rompe el modelo de suscripción con los audiolibros

Spotify ha lanzado oficialmente Audiobooks, un potencialmente importante complemento en su oferta cuyo nombre lo dice todo: audiolibros. Lo hace de momento, eso sí, solo en Estados Unidos y sin ninguna hoja de ruta para su exportación al resto de territorios en los que opera.

Sin embargo, lleguen los audiolibros más pronto o más tarde a este y otros lados del charco, es interesante la noticia por la brecha que propone con respecto al modelo de negocio por suscripción tradicional de Spotify. Y es que aun cuando Audiobooks es un complemento a la oferta de Spotify, no lo es en el sentido que uno cabría esperar.

O, dicho con otras palabras, los más de 300.000 audiolibros disponibles en el catálogo de Audiobooks, no se pueden disfrutar -la gran mayoría de ellos, al menos- ni gratis, ni pagando la suscripción corriente del servicio. Al contrario, están ahí para ser adquiridos uno a uno, cual librería de toda la vida. Esto es, quizás, lo más curioso de esta novedad.

O sea que no, el Audiobooks de Spotify no es competencia de, por ejemplo, el Audible de Amazon.

«Este es solo el comienzo del viaje de Audiobooks de Spotify. Hemos estado trabajando para crear una experiencia de audiolibros sin interrupciones, y continuaremos construyendo e innovando en esto en el futuro», explica la compañía. Por lo que todo lo expuesto podría cambiar eventualmente, aunque no parece que vaya a hacerlo en esta primera etapa de lanzamiento.

Spotify verá. Por ahora, no deja de ser otro intento de seguir acaparando usuarios, oyentes si se prefiere, en torno a una solución con la que presente abarcarlo todo: música, sobre todo, venta de entradas de conciertos incluida; pero también podcast con modelos de monetización propios y con resultados relativos que, sin embargo, no merman su posición destacada en el sector.

Que será, será de Audiobooks, habrá que verlo. Pero romper el modelo de suscripción que Spotify ha ayudado a promover no parece lo más apetecible para el usuario acostumbrado al mismo, máxime cuando hay alternativas ya implantadas que lo aplican desde hace tiempo con un éxito razonable.

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