AMD Ryzen 9 7900X y Ryzen 5 7600X, análisis
Los Ryzen 9 7900X y Ryzen 7 7600X son dos de los procesadores más esperados de la serie Ryzen 7000, cuya presentación tuvo lugar el pasado 30 de agosto. Fue sin duda uno de los eventos más importantes dentro del sector tecnológico, y es perfectamente comprensible, no en vano hablamos de una generación que recoge el testigo de los Ryzen 5000, y que tiene que afrontar dos desafíos importantes: superar el listón que han dejado estos, y que francamente ha quedado muy alto, y demostrar que tienen todo lo necesario para liderar el sector de CPUs x86 de consumo general y alto rendimiento.
No os voy a mentir, después de tanto escribir sobre los Ryzen 7000 tenía muchas ganas de poder probarlos, y gracias a AMD España he tenido la suerte de recibir no una sino dos unidades, el Ryzen 9 7900X, que es un modelo de gama alta, y el Ryzen 5 7600X, que posiciona directamente en la gama media y sucede al legendario Ryzen 5 5600X, uno de los mejores procesadores para gaming que ha lanzado AMD hasta el momento.
A simple vista podríamos pensar que no hay cambios importantes, ya que el Ryzen 9 7900X tiene 12 núcleos y 24 hilos, los mismos que el Ryzen 9 5900X, y el Ryzen 5 7600X cuenta con 6 núcleos y 12 hilos, la misma cantidad que el Ryzen 5 5600X, pero nada más lejos de la realidad. Ambos procesadores traen cambios profundos a nivel de microarquitectura, están fabricados en un nodo más avanzado y se integran en una plataforma de última generación.
Los cambios que introduce la arquitectura Zen 4 han hecho posible un aumento del IPC que, según la propia AMD, es de un 13% frente a los Ryzen 5000. Esto significa que un núcleo Zen 4 funcionando a la misma frecuencia de trabajo que un núcleo Zen 3 rinde un 13% más. Sin embargo, si a esto le sumamos el aumento de las frecuencias de trabajo vemos que el rendimiento monohilo ha aumentado en un 29% frente a los Ryzen 5000. Impresionante, sin duda.
AMD ha mantenido el diseño MCM en los Ryzen 7000, lo que significa que la unidad CCD vuelve a ser el pilar central y que el chip I/O sigue presente. La primera está fabricada en nodo de 5 nm, y el segundo utiliza el nodo de 6 nm. TSMC ha sido el «cocinero» de ambos, como recordarán nuestros lectores habituales, y todos esos chiplets están interconectados a través del sistema Infinity Fabric.
Ryzen 9 7900X frente a Ryzen 9 5900X
Con esta comparativa vamos a descubrir de una manera directa y sencilla cuáles son las diferencias clave que existen entre ambos procesadores. No vamos a profundizar en detalles a nivel de arquitectura ni de rendimiento, ya que sobre ello hablaremos más adelante, solo veremos sus especificaciones para tener un primer contacto con sus características y sus diferencias.
Ryzen 9 5900X
- Arquitectura Zen 3, fabricado en el nodo de 7 nm de TSMC.
- Dos unidades CCD con 8 núcleos cada una y tecnología SMT, que permite manejar un proceso y un subproceso por núcleo.
- 12 núcleos y 24 hilos a 3,7 GHz-4,8 GHz, modo normal y turbo.
- 64 MB de cache L3 (32 MB por unidad CCD) y 6 MB de caché L2 (512 KB por núcleo).
- TDP de 105 vatios.
- Compatible con memoria DDR4 y PCIe Gen4.
- Soporta overclock.
- Utiliza el socket AM4, y es compatible con placas base equipadas con los chipsets serie 300, 400 y 500.
- No tiene GPU integrada.
Ryzen 9 7900X
- Arquitectura Zen 4, fabricado en el nodo de 5 nm de TSMC.
- Dos unidades CCD con 8 núcleos cada una y tecnología SMT, que permite manejar un proceso y un subproceso por núcleo.
- 12 núcleos y 24 hilos a 4,7 GHz-5,6 GHz, modo normal y turbo.
- 64 MB de cache L3 (32 MB por unidad CCD) y 12 MB de caché L2 (1 MB por núcleo).
- TDP de 170 vatios.
- Compatible con memoria DDR5 y PCIe Gen5.
- Soporta overclock.
- Utiliza el socket AM5, y es compatible con placas base equipadas con los chipsets serie 600.
- Instrucciones AVX512.
- Tiene una GPU integrada Radeon RDNA2 con dos unidades de computación (128 shaders).
Las diferencias entre ambos procesadores son notables, y quedan claras a simple vista. El Ryzen 9 7900X utiliza un nodo más avanzado, soporta tecnologías y estándares de última generación, viene con una GPU integrada, lo que le confiere un mayor valor a nivel funcional, y aumenta la velocidad de trabajo de la CPU en 1 GHz en modo base y en 800 MHz en modo turbo, dos valores impresionantes explican esa gran mejora de rendimiento monohilo a la que hicimos referencia, y que ponen de manifiesto que el diseño chiplet de AMD ha madurado como el buen vino.
El uso de memoria DDR5 va a representar también un aumento importante del rendimiento, de hecho ya lo hemos empezado a ver en algunos juegos, como Spider-Man Remastered, por ejemplo, y la compatibilidad con el estándar PCIe Gen5 nos permitirá disfrutar de un ancho de banda superior tanto con tarjetas gráficas como con unidades de almacenamiento compatibles con dicho estándar.
También podemos ver uno de los cambios más importantes a nivel de microarquitectura que ha introducido Zen 4, el aumento de la caché L2, que pasa a ser de 1 MB por núcleo, y no debemos olvidarnos de que el salto al nodo de 5 nm ha permitido a AMD reducir el tamaño de los transistores. Esto ha hecho posible que las unidades CCD tengan una mayor densidad de transistores a pesar de que son más pequeñas que las de Zen 3.
Ryzen 5 7600X frente a Ryzen 5 5600X
Pasamos ahora a comparar a estas dos estrellas de la gama media. Ambos tienen una configuración muy parecida, pero como ocurrió con sus hermanos mayores basta con poner sus especificaciones frente a frente para darnos cuenta de que las diferencias que presentan son muy importantes. Como en el caso anterior, no vamos a profundizar en detalles a nivel de arquitectura, eso lo dejamos para más adelante.
Ryzen 5 5600X
- Arquitectura Zen 3, fabricado en el nodo de 7 nm de TSMC.
- Una unidad CCD con 6 núcleos activos y tecnología SMT, que permite manejar un proceso y un subproceso por núcleo.
- 6 núcleos y 12 hilos a 3,7 GHz-4,6 GHz, modo normal y turbo.
- 32 MB de cache L3 (32 MB por unidad CCD) y 3 MB de caché L2 (512 KB por núcleo).
- TDP de 65 vatios.
- Compatible con memoria DDR4 y PCIe Gen4.
- Soporta overclock.
- Utiliza el socket AM4, y es compatible con placas base equipadas con los chipsets serie 300, 400 y 500.
- No tiene GPU integrada.
Ryzen 5 7600X
- Arquitectura Zen 4, fabricado en el nodo de 5 nm de TSMC.
- Una unidad CCD con 6 núcleos activos y tecnología SMT, que permite manejar un proceso y un subproceso por núcleo.
- 6 núcleos y 12 hilos a 4,7 GHz-5,3 GHz, modo normal y turbo.
- 32 MB de cache L3 (32 MB por unidad CCD) y 6 MB de caché L2 (1 MB por núcleo).
- TDP de 105 vatios.
- Compatible con memoria DDR5 y PCIe Gen5.
- Soporta overclock.
- Utiliza el socket AM5, y es compatible con placas base equipadas con los chipsets serie 600.
- Instrucciones AVX512.
- Tiene una GPU integrada Radeon RDNA2 con dos unidades de computación (128 shaders).
Como en la comparativa anterior, las diferencias son muy claras. El Ryzen 5 7600X tiene el mismo número de núcleos e hilos que el Ryzen 5 5600X, pero trabaja a frecuencias mucho mayores (hasta 1 GHz más), tiene el doble de caché L2, es compatible con los estándares de última generación y cuenta con una GPU integrada, lo que le da un mayor valor funcional.
Sé que alguno de nuestros lectores se estará preguntando por qué damos tanto valor a la GPU integrada, y es muy sencillo, porque puede sacarnos de más de un apuro si se nos estropea la GPU dedicada, y porque en este caso AMD no ha tenido que hacer sacrificios para poder integrarla, aunque sobre ello hablaremos más adelante.
Zen 4 a fondo: análisis de la arquitectura de los Ryzen 9 7900X y Ryzen 5 7600X
La arquitectura Zen 4 mantiene el legado de la arquitectura Zen 3, un hecho que se deja notar en tres grandes claves, el uso de la unidad CCD (también conocida como chiplet) como pilar central, el mantenimiento del chip I/O y el sistema de interconexión Infinity Fabric para comunicar ambos elementos.
Aunque la base de Zen 4 es la misma que encontramos en Zen 3, AMD ha introducido importantes innovaciones que vamos analizar en profundidad a continuación. El primer cambio importante lo tenemos en el aumento del IPC que, como ya hemos indicado al principio del análisis, ha crecido en un 13%. Ya os hemos explicado lo que esto significa, que un núcleo Zen 4 es un 13% más rápido que uno Zen 3 funcionando a la misma frecuencia, ¿pero cómo ha conseguido AMD una mejora del IPC tan grande? Vamos a descubrirlo repasando los cambios más importantes:
- Mejoras en el predictor de saltos, en el front end y en la carga y almacenamiento de datos.
- Aumento de la caché L2, que sube de 512 KB a 1 MB por núcleo.
- Buffers más profundos a través del núcleo.
- Archivo de registro Int/FP más grande.
- Caché Op más grande.
- Mejoras en el motor de ejecución.
- Sistema de interconexión Infinity Fabric mejorado.
Debemos unir a todo esto el soporte de las instrucciones AVX512 a través de las unidades de coma flotante, un avance importante que según AMD no afecta a las frecuencias de trabajo de los procesadores Ryzen 7000, es decir, en teoría trabajar con AVX512 no obliga a reducir la velocidad de la CPU. Estas instrucciones marcan una gran diferencia con cargas de trabajo centradas en la inferencia, el aprendizaje profundo y la inteligencia artificial.
La unidad CCD se ha mantenido, pero esta ha cambiado, y no solo por esas novedades que introduce la arquitectura Zen 4, también lo ha hecho por el salto del nodo de 7 nm al de 5 nm. Gracias a este nuevo proceso AMD ha sido capaz de reducir la superficie de una unidad CCD basada en Zen 4 hasta los 70 mm cuadrados, una reducción notable si la comparamos con los 83 mm cuadrados que ocupa una unidad CCD basada en Zen 3.
Un chiplet Zen 4 es más pequeño que uno basado en Zen 3, pero al mismo tiempo tiene una mayor cantidad de transistores. Esto es posible porque al pasar al nodo de 5 nm el tamaño de los transistores se reduce considerablemente, y esto permite integrar una mayor densidad en un espacio más reducido. A efectos comparativos, la unidad CCD de Zen 4 utilizada en los Ryzen 7000 tiene 6.570 millones de transistores, mientras que su equivalente en Zen 3 tiene 4.150 millones de transistores.
Tened en cuenta que estamos hablando de densidad de transistores por unidad CCD, lo que quiere decir que aquellos procesadores que utilizan dos unidades CCD con todos sus núcleos activos, como el Ryzen 9 7950X, tendrán una densidad de 13.140 millones de transistores (la suma de ambas unidades). El nodo de 5 nm, y los cambios que ha introducido AMD a nivel de arquitectura, también han permitido aumentar en gran medida las frecuencias de trabajo frente a la generación anterior, e incrementar la eficiencia energética en un 40% de media (rendimiento por vatio consumido).
La mejora de las frecuencias de trabajo merece una mención aparte, y es que lo que AMD ha conseguido con los Ryzen 7000 ha sido algo muy grande. Todavía recuerdo cuando poníamos en duda si iba a ser capaz de superar la barrera de los 5 GHz con una arquitectura MCM, y hoy, un par de años después, podemos decir que no solo la ha superado, sino que se ha acercado a los 6 GHz, ya que el Ryzen 9 7590X tiene un modo turbo que, en las condiciones adecuadas, puede llegar a los 5,85 GHz. Si comparamos con los Ryzen 5000 las diferencias de frecuencias pueden llegar a 1 GHz, impresionante teniendo en cuenta que se trata de un alto que se ha producido de una generación a otra, y no entre varias generaciones.
El modo turbo permite que las frecuencias de trabajo escalen de forma dinámica en función de la carga de trabajo, y en líneas generales actúa de la misma manera que en la generación anterior, aunque en los Ryzen 7000 es capaz de llegar a niveles mucho más elevados. Por ejemplo, un Ryzen 9 7950X trabaja a 4,5 GHz en modo normal, pero puede llegar a los 5,7 GHz en modo turbo, y toca techo en 5,85 GHz si se activa el Precision Boost Overdrive. Pues bien, esas frecuencias son el nivel máximo posible con una determinada cantidad de núcleos e hilos activos, es decir, a mayor cantidad de estos activos menor será la frecuencia máxima del modo turbo.
Siguiendo con el ejemplo anterior vemos que el Ryzen 9 7950X baja a 5,6 GHz en cuanto tenemos tres hilos activos, y a partir de ahí mantiene una caída escalonada que lo lleva hasta los 5,21 GHz de frecuencia máxima con 32 hilos activos. Qué puedo decir, no está nada mal, ya que sigue superando ampliamente los 4,4 GHz de máxima que era capaz de mantener el Ryzen 9 5950X con todos sus núcleos e hilos activos.
Zen 4 no ha aumentado el máximo de núcleos e hilos frente a Zen 3, ya que cada unidad CCD mantiene los 8 núcleos y 16 hilos, así como la configuración de 32 MB de caché L3. Tampoco hay cambios en el acceso a dicha caché, lo que significa que cada uno de esos 8 núcleos puede acceder a los 32 MB de caché L3. Sin embargo, gracias a las mejoras de IPC que hemos indicado, al aumento de la caché L2 y a la gran subida de las frecuencias de trabajo la diferencia de rendimiento entre Zen 3 y Zen 4 es de hasta un 29% por núcleo a favor de la segunda. A efectos comparativos, AMD asegura que Zen 4 ha mejorado el IPC en un 242% frente a Piledriver, los veteranos AMD FX.
Ya hemos dicho que AMD ha conseguido aumentar la densidad de transistores a pesar de haber reducido el tamaño de la unidad CCD, y que las velocidades de trabajo han aumentado de una manera impresionante. Son dos logros importantes que, sin embargo, han tenido un impacto notable en el consumo y las temperaturas de trabajo. Al tener más transistores concentrados en una superficie más pequeña el calor se acumula más rápidamente, y para mantener unas frecuencias de trabajo tan elevadas AMD ha tenido que aumentar los niveles de TDP. Esto salta a la vista en la comparativa que os hemos dejado, ya que el Ryzen 9 7900X tiene un TDP de 170 vatios frente a los 105 vatios del Ryzen 9 5900X, y el Ryzen 5 7600X tiene un TDP de 105 vatios frente a los 65 vatios del Ryzen 5 5600X.
¿Es un problema? Pues la verdad es que no, es totalmente comprensible que AMD haya tenido que aumentar el consumo para mantener esas frecuencias de trabajo tan elevadas, y es que como hemos dicho hablamos de una subida de entre 800 MHz y 1 GHz, dependiendo de los valores a los que miremos. En cuanto a la densidad de transistores y el calor, la firma de Sunnyvale ha utilizado un chapado dorado en las unidades CCD para mejorar la transferencia de calor, y ha repetido el uso de soldadura en el IHS, toda una muestra de buen hacer por parte de AMD.
Saltamos ahora a hablar del chip I/O, una solución que en esta ocasión viene con una novedad importante, y es que no solo incorpora todos los elementos de entrada y salida, incluyendo las controladoras PCIe Gen5 y DDR5, sino que en esta ocasión también viene con una GPU integrada. Esta cuenta con un total de dos unidades de computación, y cada una de ellas tiene 64 shaders, 4 unidades de texturizado y una unidad de aceleración de trazado de rayos, lo que nos deja un total de 128 shaders, 8 unidades de texturizado y dos unidades para acelerar trazado de rayos. Esta GPU utiliza la arquitectura RDNA2, soporta descodificación AV1, conectividad HDMI 2.1 y DisplayPort y puede trabajar también con los estándares H.264 y H.265.
El chip I/O está fabricado en el nodo de 6 nm de TSMC, lo que significa que en un Ryzen 7000 coexisten dos nodos de fabricación, este y el de 5 nm que se utiliza en las unidades CCD. La comunicación entre todos estos chips se realiza a través de un sistema Infinity Fabric que tiene su propia frecuencia de reloj. En esta nueva generación de procesadores el Infinity Fabric Clock (FCLK) funciona por defecto a 1.733 MHz, y la propia AMD ha confirmado que lo ideal es dejar que trabaje en modo automático para conseguir el mejor rendimiento, es decir, para que todo funcione en modo 1:1.
Esto es muy importante, porque si se rompiera el equilibrio entre el Infinity Fabric Clock, que determina la velocidad a la que los núcleos de la CPU pueden comunicarse con los otros chiplets, el Memory Controller (UCLK), que se refiere a la velocidad máxima a la que puede trabajar la controladora de memoria, y el Memory Clock (MCLK), la velocidad de la memoria RAM que tenemos instalada, podríamos entrar en modo 1:2, lo que haría que las velocidades se redujeran a la mitad, y esto produciría una pérdida de rendimiento importante.
Para mantener ese equilibrio AMD ha confirmado que lo ideal es utilizar memoria DDR5 a 6 GHz, ya que el sistema se ajustará automáticamente a 3.000 MHz (MCLK):3.000 MHz (UCLK):2.000 MHz (FCLK), es decir, en modo 1:1. Si la frecuencia de la memoria (MCLK) sube de los 3.000 MHz (6.000 MHz porque es double data rate) se activará el modo 1:2. Tened en cuenta que la relación MCLK y FCLK siempre será 3:2. En efecto, en los Ryzen 7000 no es necesario mantener el modo 1:1:1 para conseguir un rendimiento óptimo.
AMD AM5 frente a AM4: así es la nueva plataforma que utilizan los Ryzen 9 7900X y Ryzen 5 7600X
Con la llegada de los procesadores Ryzen 7000 AMD estrena una nueva plataforma conocida como AM5, un nombre que no es casualidad ya que indica claramente que estamos ante la sucesora de AM4, y que en general merece ser considerada como de nueva generación, ya que está preparada para trabajar con memorias DDR5 a frecuencias elevadas y también es compatible con el estándar PCIe Gen5.
Antes de entrar a hablar de las novedades más importantes que trae esta plataforma, y del chipset que hemos utilizado en nuestras pruebas, el X670E, es importante tocar otro tema, el socket, y es que con los Ryzen 7000 se ha producido otro cambio importante en este sentido. Como sabrán muchos de nuestros lectores la plataforma AM4 utiliza un socket de tipo PGA-ZIF que suma en total 1331 contactos. Esto quiere decir que está preparado para utilizar procesadores con matrices de rejillas de pines, los cuales se insertan en el socket y quedan sujetos con la presión que ejerce el mecanismo de cierre del mismo.
El socket AM5, también conocido como LGA-1718 por el número de contactos, es muy distinto, ya que cambia la interfaz PGA-ZIF por una de tipo LGA-ZIF. Esto quiere decir que ya no soporta procesadores con matrices de pines, y que ahora es compatible con modelos que utilizan una matriz de contactos en rejilla, el mismo mecanismo de contacto que ha venido empleando Intel en sus procesadores desde muchos años. Se mantiene el sistema ZIF, lo que quiere decir que no es necesario aplicar fuerza para colocar el procesador, y que este queda sujeto mediante la presión que aplica el cierre del socket.
Otro cambio importante que aplica al socket es que ahora puede ofrecer hasta 230 vatios de potencia al procesador (PPT), algo que obviamente permite mejorar el rendimiento pero que tiene un impacto considerable en el consumo y en las temperaturas de trabajo, y que será innecesario si el chip ya ha tocado techo a nivel de temperaturas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que ese máximo no aplica por igual a todos los procesadores, y que queda dividido de la siguiente manera:
- Los Ryzen 7000 con TDP de 65 vatios pueden alcanzar un PPT de 88 vatios.
- Los Ryzen 7000 con TDP de 105 vatios pueden alcanzar un PPT de 142 vatios.
- Los Ryzen 7000 con TDP de 170 vatios pueden alcanzar un PPT de 230 vatios.
Seguimos profundizando en otros cambios importantes dentro de la plataforma AM5 frente a la plataforma AM4, y nos encontramos con un aumento de las líneas PCIe, ya que podemos contar con hasta 20 líneas PCIe Gen5 y hasta 44 líneas PCIe en total, soporte de una mayor variedad de puertos y otras mejoras a nivel de sonido, bus y sistema de control de alimentación de la plataforma. En la imagen adjunta podéis ver un desglose completo con todas las claves más importantes del chipset X670E que, recordamos, es dual, por eso aparece diferenciada una unidad «upstream» y otra «downstream» (ascendente y descendente).
Es muy interesante que AMD haya decidido utilizar un chiplet dual en la plataforma AM5, aunque debemos recordar que este se limita a la gama alta, es decir, a las series X670E y X670, ya que las placas base equipadas con los B650E y B650 utilizan un único chipset. A efectos comparativos he querido compartir con vosotros también una imagen en la que podemos ver todas las claves de dichos chipsets.
No hay duda de que la evolución que representa AM5 frente a AM4 es muy grande, tanto que supone la entrada de AMD en la nueva generación, abanderada principalmente por el soporte de memoria DDR5 a 5.200 MHz y la compatibilidad con el estándar PCIe Gen5. Tened en cuenta que aunque la memoria soportada de forma nativa sea a una frecuencia de 5.200 MHz podremos utilizar configuraciones a mayor frecuencia sin problemas, gracias a la tecnología AMD EXPO que, a grandes rasgos, es una versión de la tecnología Intel XMP.
Con AMD EXPO podemos aplicar perfiles de memoria con overclock y latencias afinadas de una manera segura y simple. Solo tenemos que entrar a la BIOS y elegir el perfil que queremos activar, sin más. En este análisis hemos utilizado, de hecho, memoria DDR5 a 6.000 MHz y no hemos tenido ningún problema. La activación a través de la BIOS fue simple como el mecanismo de un chupete, y funcionó sin problemas a dicha frecuencia.
Equipo de pruebas y configuración
Para analizar los Ryzen 9 7900X y Ryzen 5 7600X hemos utilizado una configuración a la altura de ambos procesadores, formada únicamente por componentes de gama alta y acompañados de Windows 11 actualizado a la última versión disponible. A continuación os dejo un listado con todos los componentes que hemos empleado.
- Procesador Ryzen 9 7900X de 12 núcleos y 24 hilos a 4,7 GHz-5,6 GHz, modo normal y turbo.
- Procesador Ryzen 5 7600X de 6 núcleos y 12 hilos a 4,7 GHz-5,3 GHz, modo normal y turbo.
- 32 GB de memoria RAM DDR5 G.Skill Trident Z5 Neo a 6.000 MHz con tecnología AMD EXPO y latencias CL30 configurada en doble canal (dos módulos de 16 GB cada uno).
- Placa base AORUS Master X670E.
- Sistema de refrigeración líquida todo en uno Corsair iCUE H150i Elite LCD con tres ventiladores de 120 mm.
- Unidad Crucial SSD de 480 GB.
- Unidad SSD WD Black SN850 de 2 TB con interfaz PCIe Gen4 x4, capaz de alcanzar velocidades de 7.000 MB/s y 5.300 MB/s en lectura y escritura secuencial.
- Tarjeta gráfica GeForce RTX 3090 Ti Founders Edition.
- Fuente de alimentación Corsair RM1000x con certificación 80 Plus Oro y cable adaptador de 12 pines oficial de NVIDIA.
- Windows 11 actualizado a la última versión disponible.
- Todos los controladores y drivers actualizados a sus últimas versiones.
Especificaciones de la GeForce RTX 3090 Ti
- GPU GA102 fabricada en proceso de 8 nm.
- 10.752 shaders a 1.560 MHz-1.860 MHz, modo normal y turbo.
- 336 unidades de texturizado.
- 112 unidades de rasterizado.
- 336 núcleos tensor.
- 84 núcleos RT.
- Bus de 384 bits.
- 24 GB de memoria GDDR6X a 21 Gbps.
- Utiliza el estándar PCIe Gen4 en modo x16.
- Ancho de banda de 1,008 GB/s.
- Potencia en FP16: 40 TFLOPs.
- Potencia en FP32: 40 TFLOPs.
- Potencia en FP64: 625 GFLOPs.
- TGP: 450 vatios.
En las pruebas hemos utilizado también la herramienta Ryzen Master de AMD. Con ella hemos podido medir aspectos tan importantes como las frecuencias de trabajo, los consumos, el voltaje y el amperaje. Dicha herramienta también nos permite hacer overclock de forma manual o recurrir a la tecnología, PBO, también conocida como Precision Boost Overdrive, que puede aumentar las frecuencias de trabajo de forma automática en función de determinados aspectos, como el número de núcleos e hilos activos, el consumo y las temperaturas de trabajo.
Consideraciones previas sobre el montaje y prueba de estabilidad
Ya os dije en su momento cuando desgranamos algunos de los «secretos» más importantes de los nuevos procesadores Ryzen 7000 que el IHS con forma de «pulpo» no era casualidad. Ese difusor térmico tiene una explicación, y es que ha sido fundamental para que AMD pueda mantener una compatibilidad total con los sistemas de refrigeración para socket AM4 en el socket AM5.
No necesitamos ningún tipo de adaptador, y el montaje del sistema de refrigeración no tuvo ningún misterio. En cuanto al tema de la aplicación de la pasta térmica os puedo confirmar que hay que los rumores eran ciertos, hay que aplicar menos cantidad y con cuidado, ya que si nos excedemos esta se desbordará.
Por lo general con una bolita del tamaño que veis en la imagen es más que suficiente, de hecho os recomendaría un pelín menos ya que al cambiar del Ryzen 9 7900X al Ryzen 5 7600X vi que había desbordado un poquito por dos laterales, nada grave pero es molesto de limpiar. Como siempre os recomiendo que optéis por una pasta sin metales, es decir, no conductiva, ya que en caso de que manchéis la placa base o el zócalo no tendréis nada que temer. Si os pica la curiosidad os confirmo que en este análisis he utilizado la pasta térmica Arctic MX-4, que es la misma que utilizo en mi PC personal y que siempre me ha dado resultados muy buenos.
He utilizado un kit de refrigeración líquida AIO de 360 mm porque los Ryzen 9 7900X y Ryzen 5 7600X vienen sin ventilador de stock, y porque este es el que recomienda abiertamente AMD para el Ryzen 9 7900X. Con el Ryzen 5 7600X no tendríamos ningún problema si utilizamos un sistema de refrigeración más modesto, como veremos más adelante cuando hablemos de las temperaturas de trabajo.
Durante el proceso de montaje no tuve ningún problema, y el proceso de actualización de la BIOS de la placa base, que venía con una versión muy temprana, se completó en apenas unos minutos. Es cierto que en el primer arranque completo el equipo de pruebas tardó más de lo habitual en un PC de sus características, pero AMD ya me había avisado de que era normal, y efectivamente así fue. Tras el primer arranque reinicié para entrar en la BIOS y cargué el perfil AMD EXPO para subir la RAM a 6 GHz.
En mi segunda llegada al escritorio de Windows 11 quise realizar una prueba de estabilidad para ver que todo estaba en orden. Para ello utilicé la prueba de estrés de AIDA64, y todo fue como la seda, no registré ningún tipo de problema en los más de 30 minutos que dejé dicha prueba activada. Como todo estaba en orden era el momento de empezar a pasar pruebas de rendimiento, y el primer procesador que utilicé fue el más potente, el Ryzen 9 7900X.
Ryzen 9 7900X: Rendimiento en pruebas sintéticas
Empezamos con todo un clásico, CPU-Z. En esta podemos ver que el Ryzen 9 7900X alcanza casi 772 puntos en monohilo, una cifra que lo coloca solo un poco por debajo del Intel Core i9-12900K, que obtuvo 800 puntos en nuestro análisis. En multihilo el procesador de AMD alcanza los 11.558 puntos, una cifra que lo coloca casi al nivel del Ryzen 9 5950X, impresionante ya que este último tiene 16 núcleos y 32 hilos, mientras que el Ryzen 9 7900X suma 12 núcleos y 24 hilos. Comparado con el chip de Intel logra una ajustada victoria, ya que este logró 11.255 puntos en multihilo.
Pasamos ahora a ver los datos de Cinebench R23. En monohilo tenemos una puntuación impresionante, 1.997 puntos. El Ryzen 9 7900X roza la barrera de los 2.000 puntos y supera claramente al Intel Core i9-12900K, que obtuvo una puntuación de 1.888 en monohilo. En multihilo el chip de AMD consigue 27.190 puntos, cifra que le permite superar también al chip que Intel, ya que este obtuvo 26.883 puntos. La cosa está ajustada, pero los números no mienten.
Entramos a ver los resultados de PassMark y tenemos un resultado a la altura de lo esperado, 52.647 puntos, cifra que supera también al Intel Core i9-12900K, ya que este obtuvo 43.940 puntos, y que coloca al Ryzen 9 7900X como uno de los procesadores más potentes del mundo. Es una prueba simple, pero bastante completa y muy útil como referencia.
En la gráfica adjunta podéis ver una comparativa de rendimiento relativo entre el Ryzen 9 7900X y el Core i9-12900K en Cinebench R23, ambos funcionando a frecuencias de stock y con la misma solución de refrigeración, un kit AIO Corsair iCUE H150i Elite LCD con tres ventiladores de 120 mm. El procesador de AMD gana por más de un 5% en monohilo y por poco más de un 1% en multihilo.
El rendimiento que consigue el Ryzen 9 7900X en V-Ray también es fantástico, nada más y nada menos que 22.234 «vsamples», una cifra que supera a los 19.982 «vsamples» que obtiene el Ryzen 9 5950X, y también a los casi 18.400 «vsamples» que obtiene el Intel Core i9-12900K. Está claro que AMD ha hecho un buen trabajo, y que ha conseguido aumentar de forma significativa el rendimiento bruto de sus procesadores con la arquitectura Zen 4. No iba de farol cuando hablaba de un aumento del IPC del 13% frente a los Ryzen 5000, y de un incremento de hasta un 29% en rendimiento monohilo.
En la prueba de rendimiento FPU AES de AIDA64 tenemos también un resultado excelente, ya que como podemos ver en la imagen adjunta el Ryzen 9 7900X queda en segunda posición, solo un poco por debajo de un Ryzen Threadripper de tercera generación con 32 núcleos a 3.800 MHz. También vemos que supera sin problemas al Core i9-12900K y al Ryzen 9 3950X, que suma 16 núcleos y 32 hilos.
Seguimos con AIDA64, y esta vez nos vamos a la prueba de memoria y caché. Los resultados que hemos obtenido son también muy positivos, ya que AMD ha afinado las latencias a nivel de caché L3 y ha mejorado su ancho de banda. Los valores que hemos obtenido en la caché L2 son ligeramente inferiores a los que vimos en la generación anterior, pero puede que esto sea consecuencia directa del aumento de esta que, como ya os hemos dicho, se ha doblado al pasar de 512 KB a 1 MB por núcleo.
La prueba CPU de Blender también deja patente que el Ryzen 9 7900X es un procesador de alto rendimiento, y que está preparado para afrontar cargas de trabajo elevadas en aplicaciones profesionales sin ningún tipo de problema. No es un simple procesador de alto rendimiento para juegos, es mucho más.
En 3DMark CPU podemos ver unos datos de rendimiento excelentes, unas temperaturas de trabajo bastante contenidas que varían en función de la frecuencia y del número de hilos activos, y un escalado de velocidad que encaja perfectamente con los valores que promociona AMD.
- Con un hilo activo la frecuencia llega a los 5.698 MHz y la temperatura se estabiliza en la franja de los 72 grados.
- Con dos hilos activos tenemos una frecuencia bastante estable de 5.670 MHz y una temperatura de 74,75 grados.
- Con cuatro hilos activos tenemos unas temperaturas de casi 76 grados y una frecuencia de 5.515 MHz.
- Con ocho hilos activos la frecuencia cae a 5.420 MHz y las temperaturas alcanzan los 80,63 grados.
- Con todos los hilos activos la temperatura alcanza los 83,75 grados y la velocidad se mantiene estable en 5.344 MHz.
Podéis ampliar la galería de abajo haciendo clic en ella para ver los resultados con más detalle.
Ryzen 9 7900X: Rendimiento en juegos
Los datos de rendimiento sintético confirman que el Ryzen 9 7900X representa un salto importante frente a la generación anterior, todo un logro ya que los Ryzen 5000 se convirtieron en los procesadores más potentes de su generación, tanto en multinúcleo como en mononúcleo gracias a su elevado IPC, que les permitía incluso compensar el hecho de que funcionaban a una frecuencia menor que los Core Gen11, que fueron sus rivales directos.
Pasamos a ver ahora el rendimiento en juegos. He incluido resultados en 720p y 1080p porque estas resoluciones tan bajas son las que más presión meten al procesador, y en las que resulta más sencillo apreciar diferencias entre generaciones distintas. Esto tiene una explicación, y es que en resoluciones tan bajas una tarjeta gráfica como la GeForce RTX 3090 Ti va tan sobrada que necesita que la CPU le proporcione la mayor cantidad posible de datos e instrucciones, mientras que en 4K ocurre todo lo contrario, ya que es la GPU la que asume la mayor carga y la CPU va mucho más suelta.
En Red Dead Redemption 2 ya vemos que hay una diferencia sustancial frente a los Ryzen 5000. En 1080p un Ryzen 9 5950X logra una media de 101 FPS, mientras que el Ryzen 9 7900X alcanza los 117 FPS, lo que nos deja una diferencia del 15,84% a favor del segundo. Las diferencias se van reduciendo conforme incrementamos la resolución, algo que es totalmente comprensible por lo que os hemos explicado anteriormente. En 1440p el Ryzen 9 7900X consigue 98 FPS, mientras que el Ryzen 9 5950X alcanza los 92 FPS, lo que supone una mejora de rendimiento del 4,26%. En 4K la diferencia es prácticamente nula, algo que también es totalmente normal.
Shadow of the Tomb Raider es uno de los mejores juegos para probar el rendimiento de un procesador por su alta dependencia de la CPU, y porque escala mejor que otros en procesadores de más de cuatro núcleos y ocho hilos. Con el Ryzen 9 7900X he obtenido unos resultados excelentes en general, y la diferencia que marca frente al Ryzen 9 5950X es bastante grande en bajas resoluciones, aunque como ya hemos visto anteriormente esa diferencia se reduce conforme baja la resolución.
En 720p el Ryzen 9 7900X consigue 262 FPS y el Ryzen 9 5950X obtiene 206 FPS, lo que nos deja una mejora del 27,18%. Al subir a 1080p la diferencia entre ambos se reduce y el Ryzen 9 7900X consigue una mejora de rendimiento del 16,33% (228 FPS frente a 196 FPS del Ryzen 9 5950X). En 1440p la distancia entre ambos se reduce aún más, ya que el Ryzen 9 7900X consigue 173 FPS y el Ryzen 9 5950X logra 169 FPS. Esto nos deja una victoria del primero por un 2,37%.
Cyberpunk 2077 es un juego que también tiene una importante dependencia de la CPU, especialmente del IPC y de las frecuencias de trabajo, algo que se deja notar en los resultados que hemos obtenido, como veremos justo a continuación.
Con resolución 1080p el Ryzen 9 7900X mantiene una media de 152 FPS, una cifra que supera ampliamente los 126 FPS que obtenemos con un Ryzen 9 5950X, y que supone una mejora del 16,45%. Al subir la resolución a 1440p el Ryzen 9 7900X mantiene una ventaja considerable, ya que consigue 105 FPS frente a los 89 del Ryzen 9 5950X, lo que representa una diferencia del 15,24% a favor del primero. En 2160p la diferencia es mucho más pequeña, pero considerable, ya que el Ryzen 9 7900X mantiene una media de 53 FPS y se impone a los 49 FPS del Ryzen 9 5950X. En este caso la diferencia es de un 7,55%.
Death Stranding es un juego donde es muy fácil generar un cuello de botella a nivel de CPU incluso en resoluciones relativamente elevadas, y esto lo convierte en una opción muy interesante para analizar el rendimiento de un procesador. En 720p un Ryzen 9 5950X consigue una media de 172 FPS, una cifra muy alejada de los 228 FPS que consigue el Ryzen 9 7900X, y la tasa de uso de la GPU en esa resolución apenas supera el 50%. Subir la resolución a 1080p apenas nos hace ganar unos pocos FPS con el Ryzen 9 5950X, porque este sigue produciendo un gran cuello de botella, y esta misma tónica se mantiene en 1440p.
En Gears 5 el IPC del Ryzen 9 7900X marca una diferencia sustancial, pero solo en resoluciones inferiores a 1440p. La verdad es que esta es la tónica que he visto en general durante mis pruebas, y es algo que debemos tener muy en cuenta si jugamos en 1440p o 2160p, porque en esos niveles la mejora es mínima o nula.
El Ryzen 9 700X registró 196 FPS en 720p, mientras que el Ryzen 9 5950X quedó en 132 FPS. La diferencia es de un abrumador 48,48%, cifra que confirma que con el segundo tenemos un gran cuello de botella a esa resolución tan baja. Al subir la resolución a 1080p el rendimiento con el Ryzen 9 5950X sube a 136 FPS, un resultado que no hace más que confirmar ese cuello de botella del que hablamos, y el Ryzen 9 7900X consigue 153 FPS, lo que se traduce en una victoria para este por un 12,5%. En 1440p tenemos prácticamente un empate, ya que el Ryzen 9 5950X pierde por solo un 1 FPS frente al Ryzen 9 7900X.
Terminamos con Metro Exodus Enhanced Edition, un juego que he querido añadir a la comparativa para darle mayor riqueza al análisis. He utilizado el DLSS con diferentes ajustes de calidad porque es una configuración realista de cara a contrarrestar el impacto del trazado de rayos, y porque esto reduce la resolución base y da mayor peso al procesador. He querido utilizar el benchmark integrado en el juego para unificar mejor los resultados y simplificar la comparativa.
En 720p y 1080p aplicar el DLSS en modo calidad reduce tanto el conteo de píxeles que tenemos prácticamente el mismo rendimiento con el Ryzen 9 5950X, 129 FPS y 128 FPS, respectivamente. Al pasar a 1440p con DLSS en modo equilibrado ese cuello de botella es aún más evidente, ya que el rendimiento solo baja a 125 FPS. Por su parte, el Ryzen 9 7900X escala mucho mejor y registra 159 FPS, 145 FPS y 134 FPS, lo que le da una victoria clara. Rinde un 23,26% más en 720p, un 13,28% más en 1080p y un 7,2% más en 1440p.
Para daros una visión más clara y facilitaros el análisis comparativo os dejo las medias de rendimiento y la diferencia porcentual entre el Ryzen 9 7900X y el Ryzen 9 5950X. Como podemos apreciar, la diferencia en 1080p es muy marcada, tanto que supera el 17%, pero esta se reduce en 1440p a casi un 8% a favor del procesador basado en Zen 4.
Ryzen 9 7900X: Temperaturas y consumo
El Ryzen 9 7900X ofrece un rendimiento muy superior comparado con la generación anterior de AMD. Ya hemos visto que el salto tanto en monohilo como en multihilo bastante grande, pero esto ha tenido un impacto considerable tanto en las temperaturas de trabajo como en el consumo.
Utilizando un kit de refrigeración líquida AIO de Corsair el Ryzen 9 7900X escaló directamente hasta los 95 grados en Cinebench R23, y se mantuvo estable a esa temperatura con variaciones mínimas a 93 y 94 grados, afinando el modo turbo para en consecuencia. Esa es la temperatura máxima que lista AMD, así que no hay duda de que este chip llega al límite con todos su núcleos e hilos activos. Sin embargo, en cargas más ligeras los valores son totalmente seguros como podemos ver en la gráfica adjunta.
Como cabía esperar el consumo también ha subido. No nos sorprende, y los valores que hemos registrado en nuestras pruebas son muy positivos si tenemos en cuenta la mejora de rendimiento que ha conseguido AMD con los Ryzen 7000. Dicho de otra forma, el Ryzen 9 7900X consume más que el Ryzen 9 5950X, pero también ofrece un rendimiento muy superior en monohilo, y muy similar en multihilo.
Ryzen 5 7600X: Rendimiento en pruebas sintéticas
El Ryzen 5 7600X tiene el mismo IPC que el Ryzen 9 7900X, siempre teniendo en cuenta la particularidad de que dispone de menos caché L2 y L3. Debido a su menor cantidad de núcleos e hilos ofrece un rendimiento inferior en aplicaciones que dependen principalmente del multihilo. Es alto totalmente normal ya que estamos hablando de un procesador que tiene la mitad de núcleos e hilos que aquel.
Como veremos, el Ryzen 5 7600X es una opción excelente para aquellos que quieren utilizar su PC principalmente para jugar, aunque esto no quiere decir que no sea capaz de ofrecer un buen rendimiento en aplicaciones profesionales. Vamos a profundizar en esto con la misma ronda de pruebas que hemos utilizado con el Ryzen 9 7900X.
En CPU-Z vemos que el Ryzen 5 7600X supera en más del doble el rendimiento monohilo del Ryzen 5 1600X, un chip que llegó al mercado en 2017. Esto quiere decir que con Zen 4 AMD ha logrado doblar el rendimiento en solo cinco años. Los valores que obtiene en esta prueba son muy buenos, aunque queda un poco por debajo del Ryzen 9 7900X en monohilo porque su modo turbo tiene un pico ligeramente inferior.
Saltamos ahora a ver el rendimiento en Cinebench R23 y tenemos un resultado de 1.924 puntos en monohilo y 14.811 puntos en multihilo. Esto nos deja solo un poco por detrás de los 1.997 puntos en monohilo del Ryzen 9 7900X, y muy por encima de los 1.578 puntos del Ryzen 5 5600X. También arrolla a este último en multihilo. Solo con esta prueba ya queda claro el salto generacional que marca el Ryzen 5 7600X frente al Ryzen 5 5600X, aunque en multihilo pierde frente al Intel Core i5-12600K, que logra 16.906 puntos.
Haciendo una comparación entre el Ryzen 5 7600X y el Core i5-12600K vemos que el primero lo supera de forma clara en monohilo con más de un 7% de diferencia, pero este último vence en multihilo por más de un 12%. Esto tiene una explicación, y es que el chip de Intel tiene una configuración de 6 núcleos de alto rendimiento + 4 núcleos de alta eficiencia, lo que se traduce en un total de 10 núcleos y 16 hilos.
En PassMark hemos conseguido una puntuación de 29.791 puntos, lo que coloca al Ryzen 5 7600X como una de las CPUs más potentes del mundo. Es un resultado muy positivo, ya que logra superar por la mínima los 29.320 puntos que obtuvimos en su momento en esta prueba con el Core i5-12600K de Intel.
En V-Ray el Ryzen 5 7600X ha conseguido 11.382 muestras, una puntuación que supera de largo las 8.065 muestras que consigue el Ryzen 5 5600X. La diferencia es una vez más sustancial, y pone de relieve que Zen 4 es un gran salto frente a Zen 3, pesar de que solo hablamos de una generación de diferencia entre ambas arquitecturas.
Nos vamos ahora a ver la prueba de rendimiento FPU AES de AIDA 64, que viene expresada en MB/s. El Ryzen 5 7600X ha conseguido 147.843 MB/s, una puntuación que equivale prácticamente a la mitad de la que obtuvo el Ryzen 9 7900X, y que le permite superar sin problemas al Ryzen 9 3950X. Esto quiere decir que es un resultado excelente, sin duda.
La prueba de memoria y caché de AIDA 64 nos deja unos resultados positivos si comparamos con los datos que tenemos del Ryzen 5 5600X. Las cachés están mejor afinadas y gracias al uso de memoria DDR5 tenemos un ancho de banda mucho mayor. No hay nada negativo en la prueba, aunque como ocurrió con el Ryzen 9 7900X recibimos un aviso de que esta versión de AIDA 64 no estaba optimizada para trabajar con la CPU de nuestro equipo, algo normal teniendo en cuenta que todavía no estaba disponible cuando hicimos las pruebas.
Nos toca ahora echar un vistazo a los resultados de Blender y en general no hay sorpresas, el Ryzen 5 7600X registra unas puntuaciones que equivalen a la mitad de los valores que obtuvo el Ryzen 9 7900X. Sí, esto es algo positivo, de eso no hay ninguna duda. Os recuerdo que estas puntuaciones se refieren a muestras por minuto, y no a tiempo de renderizado.
Pasamos ahora a ver los resultados que hemos obtenido en 3DMark CPU, y tenemos unos datos que encajan perfectamente cuando los comparamos con los que hemos obtenido con el Ryzen 9 7900X. La diferencia entre ambos es mínima cuando trabajamos con uno, dos y cuatro hilos, aunque este último es un poco más potente en esas tres pruebas. Cuando llegamos a la prueba de ocho hilos las diferencias ya se acentúan, y el Ryzen 9 7900X logra imponerse de forma contundente gracias a su configuración de 12 núcleos y 24 hilos.
En cualquier caso, los datos de rendimiento que tenemos son muy buenos para un chip de 6 núcleos y 12 hilos. Las temperaturas de trabajo son elevadas cuando el Ryzen 5 7600X trabaja a plena potencia, aunque no entran en niveles preocupantes, y como cabía esperar las frecuencias de trabajo escalan bien en función de la cantidad de hilos activos.
- Con un hilo activo la frecuencia llega a los 5.444 MHz y la temperatura se estabiliza en la franja de los 58,24 grados.
- Con dos hilos activos tenemos una frecuencia bastante estable de 5.446 MHz y una temperatura de 62,75 grados.
- Con cuatro hilos activos la temperatura sube a 74,63 grados y la frecuencia se mantiene en 5.445 MHz.
- Con ocho hilos activos la frecuencia se mantiene en 5.446 MHz y la temperatura sube a 79,50 grados.
- Con todos los hilos activos la temperatura toca techo en 82,38 grados y la velocidad tiene caídas a 5.320 MHz.
Ryzen 5 7600X: Rendimiento en juegos
El Ryzen 5 7600X ha dejado el listón muy alto en las pruebas de rendimiento sintético. No hay duda alguna de que es un procesador muy potente, tanto que es capaz de echar un «pulso» a otros chips con un mayor conteo de núcleos gracias a su altísimo IPC, ¿pero cómo se comporta en juegos? Sé que estáis deseando descubrirlo, y no os voy a hacer esperar.
Como os dije en su momento al hablar del Ryzen 9 7900X he utilizado cuatro resoluciones distintas, 720p, 1080p, 1440p y 2160p para que tengáis una visión más clara y amplia del rendimiento que es capaz de ofrecer este procesador y de cómo afecta la resolución no solo al rendimiento, sino también al escalado de la CPU. A menor resolución mayor impacto de la CPU, y viceversa.
Empezamos con Red Dead Redemption y vemos que en 720p el Ryzen 5 7600X logra superar por 1 FPS al Ryzen 9 7900X. En 1080p consigue la misma puntuación que aquel, en 1440p lo supera por 1 FPS y en 2160p ambos procesadores registran 68 FPS de media. El Ryzen 5 7600X posiciona un pelín mejor que el Ryzen 9 7900X en este juego, y supera claramente al Ryzen 9 5950X en 720, 1080p y 1440p.
Pasamos ahora a Shadow of the Tomb Raider. Este juego tiene también una marcada dependencia del IPC, pero también escala bien en procesadores multihilo, lo que nos ayuda a entender cómo es posible que el Ryzen 9 7900X gane con tanto margen al Ryzen 5 7600X en bajas resoluciones. En 720p el Ryzen 5 7600X consigue 253 PFS de media, 9 FPS menos que su hermano mayor, y en 1080p queda en 222 FPS, 6 FPS menos que el Ryzen 9 7900X. En 1440p la diferencia se reduce a solo 2 FPS menos que el Ryzen 9 7900X, y en 2160p hay prácticamente un empate.
A pesar de las diferencias que vemos los resultados que obtiene el Ryzen 5 7600X son simplemente fantásticos, y le permiten marcar un salto generacional muy claro frente al Ryzen 9 5950X, que como ya dijimos anteriormente consigue 196 FPS en 1080p, es decir, el Ryzen 5 7600X rinde un 13,76% más.
Cyberpunk 2077 es otro título con una marcada dependencia de la CPU, que gracias a las mejoras que ha recibido (parche 1.5) escala ahora mejor en CPUs con un alto conteo de núcleos, aunque también depende mucho del IPC, algo que hemos podido confirmar en numerosas pruebas, así que tenedlo en cuenta.
En 720p el Ryzen 5 7600X consigue 178 FPS, solo 5 FPS menos que el Ryzen 9 7900X. En 1080p la diferencia es más marcada con 136 FPS en el primero frente a los 152 FPS del segundo, 16 FPS de diferencia. Las distancias se van acortando conforme subimos la resolución, pero incluso en 1440p se mantienen considerablemente altas ya que tenemos 8 FPS de diferencia a favor del Ryzen 9 7900X. En cualquier caso es un resultado muy positivo para el Ryzen 5 7600X, que supera al Ryzen 9 5950X en todas las resoluciones. Para ilustrar esto solo tenemos que recordar que el Ryzen 5 7600X logra 97 FPS en 1440p mientras que el Ryzen 9 5950X consigue 89 FPS en esa resolución, lo que nos deja una diferencia del 8,99% a favor del primero.
En Death Stranding tenemos un escenario muy curioso pero muy fácil de explicar. Ya vimos que con el Ryzen 95950X teníamos un enorme cuello de botella incluso en 1440p, y esto vuelve a quedar claro con las medias de fotogramas por segundo que registra el Ryzen 5 7600X.
Como ocurría con el Ryzen 9 7900X no hay un gran escalado hasta que pasamos de 1440p a 2160p, pero al menos se aprecian pequeñas diferencias de rendimiento al subir a 1080p y 1440p, cosa que no ocurre con el Ryzen 9 5950X. Frente al Ryzen 9 7900X, el Ryzen 5 7600X queda un poco por debajo, probablemente porque el primero escala mejor sus frecuencias en este título.
En Gears 5 el escalado que consigue el Ryzen 5 7600X es excelente, y resulta prácticamente igual de bueno que el que vimos con el Ryzen 9 7900X. En líneas generales las diferencias entre ambos son mínimas, ya que el segundo consigue 3 FPS, en 1080p gana por 1 FPS y, curiosamente, en 1440p pierde por 1 FPS frente al Ryzen 5 7600X. Lo dicho, un resultado excelente por parte del Ryzen 5 7600X.
Terminamos las pruebas de rendimiento en juegos con Metro Exodus Enhanced Edition. He mantenido el mismo enfoque y los mismos ajustes que con el Ryzen 9 7900X, de manera que podremos establecer una comparación directa con más facilidad entre este y el Ryzen 9 5950X. En este caso los resultados son curiosos, ya que el Ryzen 9 7900X rinde peor en 720p y 1080p, pero rinde mejor en 1440p y en 2160p, aunque en esas resoluciones la diferencia a su favor es de solo 4 FPS y 1 FPS. La ventaja del Ryzen 5 7600X frente al Ryzen 9 5950X en este juego es, por tanto, muy grande.
Vamos con un resumen de rendimiento relativo para facilitar la comparativa entre el Ryzen 5 7600X y el Ryzen 9 5950X en juegos. Como podemos apreciar, hay una diferencia de más del 12% en 1080p a favor del primero, y esta se reduce a casi un 5% en 1440p. No está nada mal, sobre todo teniendo en cuenta que a esa resolución el impacto de la CPU en el rendimiento se reduce considerablemente.
Ryzen 5 7600X: Temperaturas y consumo
Con el Ryzen 5 7600X también queda patente una subida considerable de las temperaturas de trabajo frente a la generación anterior. AMD recomienda un sistema de refrigeración por aire de gama media, pero viendo las temperaturas máximas que ha alcanzado la muestra que hemos utilizado yo os recomendaría acompañarlo de una refrigeración líquida de 240 o 280 mm.
El valor más alto de temperatura que alcanzó el Ryzen 5 7600X se produjo en Cinebench R23, donde se mantuvo en una media estable de 89 grados. Es un valor alto, pero seguro. En el resto de pruebas las temperaturas registradas fueron mucho mejores porque al final la carga total era inferior y no llegaba en ningún momento al 100% de uso de la CPU.
En cuanto al consumo, tenemos una media máxima de 106 vatios, registrada también en Cinebench R23. Como cabía esperar, el resto de valores se mantienen en niveles inferiores debido a la menor carga de trabajo. También hay una diferencia notable frente al Ryzen 5 5600X, pero a cambio de ese mayor consumo disfrutaremos de un rendimiento muy superior.
Consideraciones sobre el overclock
Hemos utilizado una plataforma X670E, lo que significa que podemos practicar overclock a los Ryzen 9 7900X y Ryzen 5 7600X. Sin embargo, viendo las temperaturas máximas que alcanzan ambos cuando llegan a un 100% de uso, 95 y 89 grados respectivamente, y teniendo en cuenta lo bien que escala el modo turbo en esta generación considero que no tiene ningún valor para la mayoría de los usuarios, ya que acabaremos metiéndonos en temperaturas que pueden acabar provocando daños irreversibles.
Gracias al modo turbo el Ryzen 9 7900X se mueve entre los 5,3 GHz y 5,4 GHz en función de los núcleos e hilos activos, y se acerca a los 5,7 GHz con uno o dos hilos activos. Ese ajuste dinámico ofrece una experiencia de uso más equilibrada en relación rendimiento-temperaturas que forzar un overclock que al final puede comprometer la integridad de la CPU. Tenemos un margen muy limitado.
El Ryzen 5 7600X tiene un poco más de margen de overclock a nivel de temperaturas, pero este sigue siendo innecesario gracias al excelente escalado del modo turbo, que afina sin problemas casi 5,45 GHz con uno o dos hilos activos, y se mantiene en 5,3 GHz con todos los hilos activos sin comprometer consumos ni frecuencias. El margen de overclock también es bastante limitado.
AMD ha hecho un excelente trabajo afinando las frecuencias de trabajo de los Ryzen 7000, y se ha atrevido a llegar a un nivel tan alto que el overclock ha perdido casi todo su sentido, algo interesante ya que como recordarán nuestros lectores habituales este ya tenía poco valor con los Ryzen 3000 serie «X», y todavía menos con los Ryzen 5000 «X», de hecho al hacer overclock a estos era común perder rendimiento en cargas que no utilizaran una gran cantidad de núcleos e hilos porque el modo turbo escalaba mucho mejor.
Notas finales: Zen 4 ha cumplido con nuestras expectativas
Desde que se produjo el debut de la arquitectura Zen en 2017 el recorrido que ha mantenido el gigante de Sunnyvale ha sido simplemente impresionante. AMD ha sido capaz de aumentar de forma notable el rendimiento de sus procesadores con cada nueva arquitectura, tanto en monohilo como en multihilo, y poco a poco ha ido puliendo su diseño MCM hasta demostrar que este no solo era perfectamente viable como alternativa al diseño de núcleo monolítico, sino que además puede superarlo.
Ryzen 5000 fue la consagración del diseño MCM, no en vano es una arquitectura que permitió por fin a AMD superar a los Intel Core Gen11 en todos los frentes, incluido el rendimiento monohilo, que era su única cuenta pendiente. Con la serie Ryzen 7000 dicho diseño ha madurado profundamente, lo ha hecho tanto a nivel de IPC como de frecuencias de trabajo, y ha permitido a AMD sacarse «una espinita» que tenía pendiente, la de superar por fin los 5 GHz de frecuencia.
En términos de rendimiento bruto tanto el Ryzen 9 7900X como su hermano pequeño, el Ryzen 5 7600X, representan un salto generacional importante y son dignos herederos del legado de los Ryzen 5000. Esa mejora de rendimiento, y el salto a una plataforma de última generación compatible con DDR5 y PCIe Gen5, son dos claves muy interesantes que definen a la perfección el valor que ofrecen los Ryzen 7000 frente a la generación anterior, pero no debemos olvidarnos de que además son los primeros en incluir una GPU integrada, y que vienen acompañados de instrucciones AVX512.
Con los Ryzen 7000 y la arquitectura Zen 4 en AMD han conseguido recuperar la corona del rendimiento monohilo, que hasta ahora estaba en manos de los Intel Core Gen12, y esto les ha permitido también alzarse como la generación más potente en multihilo. No he podido probar el Ryzen 9 7950X, pero viendo lo bien que posiciona el Ryzen 9 7900X, y teniendo en cuenta que tiene cuatro núcleos y ocho hilos menos que aquel, es algo que no admite discusión.
Es cierto que las temperaturas y los consumos han subido a pesar de la reducción de proceso, que pasa a ser de 5 nm, pero debemos tener en cuenta que esto se ha compensado con una mejora importante de rendimiento, y con un enorme aumento de las frecuencias de trabajo. No podemos esperar que aumentos de entre 800 MHz y 1 GHz salgan totalmente gratis a nivel de consumo y temperaturas de trabajo.
Por lo que respecta a la plataforma y a la BIOS, tengo que valorar el estado y el desempeño de la versión que llegará a los consumidores, y no la BIOS temprana que recibimos en la unidad de pruebas, ya que esta no va a caer en manos de los consumidores. Sí, tuve que trastear un poco para actualizar a una build más avanzada que sí sería la definitiva, pero la experiencia con esta fue simplemente perfecta, el perfil AMD EXPO cargó al primer clic y la estabilidad del sistema fue total.
Los Ryzen 7000 ya están disponibles en España, y estos son los precios oficiales que nos ha confirmado AMD:
- Ryzen 5 7600X desde 369 euros.
- Ryzen 7 7700X desde 489 euros.
- Ryzen 9 7900X desde 669 euros.
- Ryzen 9 7950X desde 849 euros.
Rendimiento multihilo.
Más de 5,3 GHz con todos los núcleos activos.
Consumo afinado de stock.
GPU integrada.
Plataforma de última generación.
Precio alto.
Rendimiento multihilo.
Más de 5,3 GHz con todos los núcleos activos.
Consumo-rendimiento bien afinado.
GPU integrada.
Plataforma de última generación.
La entrada AMD Ryzen 9 7900X y Ryzen 5 7600X, análisis se publicó primero en MuyComputer.
Comentarios
Publicar un comentario