PS5 y Xbox Series X tienen la culpa de la escasez de CPUs Ryzen 5000 y GPUs Radeon RX 6000

El sector tecnológico de consumo general está pasando por una etapa complicada que no solo afecta a PS5 y Xbox Series X, también se ha dejado notar en el bajo stock de productos tan esperados como las RTX 30 de NVIDIA, los Ryzen 5000 o las Radeon RX 6800 de AMD.

Si echamos un vistazo al stock de tarjetas gráficas nos daremos cuenta de que la situación no es buena, y lo mismo aplica a los procesadores más potentes de AMD (Ryzen 9 5900X y Ryzen 9 5950X). Es prácticamente imposible encontrar una unidad disponible, y para empeorar la situación, el stock de las RTX 20 se ha reducido hasta tal punto que es casi imposible encontrar algo superior a una RTX 2060 Super a un precio «aceptable».

Hay muchas teorías circulando sobre lo que ha podido ocurrir para que lleguemos a esta situación, pero creo que, en general, la clave está en una concurrencia de hechos, es decir, que no hay un único culpable, sino varios. Por un lado, podemos pensar que el auge de las criptodivisas, que parecen vivir una segunda edad de oro, ha podido afectar a la demanda y al stock de las RTX 30 y RX 6000, pero lo cierto es que, en el fondo, el suministro de ambas ha sido mínimo, y la demanda muy elevada. Lo mismo aplica a los Ryzen 5000.

Obvia decir que la tesitura actual, producida por la pandemia de la COVID-19, ha tenido un gran impacto en la cadena de suministros y ha afectado a la capacidad productiva de gigantes como TSMC, una realidad que, unida a la creciente demanda producida por los lanzamientos más importantes de los grandes del sector, y por la transición del mercado smartphone a los 5 nm, podría haber contribuido a limitar todavía más el stock de dichos productos.

PS5 y Xbox Series X también han tenido mucho que ver en la escasez, vemos por qué

Sé que, a simple vista, nos puede costar establecer una relación entre el lanzamiento de PS5 y Xbox Series X y la escasez de procesadores Ryzen 5000 y de tarjetas gráficas Radeon RX 6000, pero estoy convencido de que lo vais a entender enseguida.

Como sabrán muchos de nuestros lectores, PS5 y Xbox Series X utilizan APUs de AMD fabricadas en proceso de 7 nm, el mismo que se emplea tanto para fabricar los Ryzen 5000 como para dar vida a las Radeon RX 6000. AMD no produce sus propios chips, sino que recurre a TSMC, un gigante que trabaja también con otros clientes y que tiene, por tanto, que repartir su capacidad de producción para «contentar» a todo el mundo, aunque sea de forma parcial.

La conclusión a la que nos lleva esto es muy sencilla, AMD solo puede acceder a una cantidad de obleas de silicio determinada, y tiene que distribuir la producción de chips que obtiene de ellas para crear los Ryzen 5000, las Radeon RX 6000 y las APUs de PS5 y Xbox Series X. La fuente de la noticia indica que durante el último trimestre del año, la compañía de Sunnyvale ha destinado un total de 80.000 obleas de silicio para la fabricación de la APU de PS5, y 40.000 obleas de silicio para hacer lo propio con Xbox Series X y Series S.

Obvia decir que es una cantidad enorme, nada más y nada menos que 120.000 «galletas» de silicio. Si establecemos una proporción, dicha cifra representaría entre el 65% y el 70% del total de obleas que AMD obtiene por parte de TSMC, lo que significa que solo se habría destinado entre un 30% y un 35% a la producción de CPUs Ryzen 5000 y Radeon RX 6000.

PS5 y Xbox Series X utilizan RDNA

¿Por qué ha dado AMD prioridad a PS5 y Xbox Series X? Por el dinero, obviamente

Que no se nos olvide que AMD es, al fin y al cabo, una empresa, y que como NVIDIA e Intel lo que quiere es ganar dinero, y para ello tiene que maximizar sus ingresos y su margen de beneficio. Sé que muchos tenéis clara esa idea, pero nunca está de más recordarla para dar una pequeña dosis de realidad a los fanáticos de cada marca.

Volviendo al tema de las obleas, para entender esa prioridad que ha establecido AMD, y por qué PS5 y Xbox Series X han sido las grandes beneficiadas, debemos hablar de dos cuestiones clave: arquitectura y rentabilidad a nivel de oblea. Cuando una compañía compra una oblea de silicio no paga por chips funcionales, sino por dicha oblea. Esto quiere decir que si obtiene 50 chips funcionales de 100 posibles esta tendrá el mismo coste que otra que le haya reportado 80 chips funcionales de 100 posibles.

Para maximizar los beneficios, AMD ha priorizado los diseños de las APUs de PS5 y Xbox Series X por ser los menos complejos y los que más tasa de éxito tienen sobre la oblea. Un procesador Zen 2 como el de ambas consolas es mucho más fácil de llevar a la oblea que una CPU Zen 3, y lo mismo aplica a las GPUs de ambas consolas, que tienen menos CUs activas que una RX 6800.

En segundo lugar, AMD ha dado prioridad a los Ryzen 5000 porque, debido a su diseño MCM, tienen una tasa de éxito por oblea aceptable, y habría dejado en último lugar a las RX 6000, con una cantidad mínima de obleas, de hecho, porque estas utilizan una GPU monolítica acompañada de la Infinity Cache, lo que complica su traslado a la oblea y reduce en gran medida la tasa de éxito, lo que se traduce en un coste elevado y en un margen de beneficio muy limitado.

Si te preguntas qué puedes sacar en claro de todo esto, creo que la respuesta es simple, que vas a tener que armarte de paciencia para comprar un Ryzen 9 5900X-Ryzen 9 5950X, y que puede que necesites todavía más paciencia para conseguir una RX 6000, salvo que estés dispuesto a pagar precios de locura tirando de reventa, algo que, evidentemente, no te recomiendo.

Creo que, ahora mismo, lo mejor que podemos hacer es esperar y armarnos de paciencia. Apura un poco más tu PC, y marca el primer trimestre de 2021 como fecha en la que empezará a mejorar, de forma gradual, la situación actual.

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