Peugeot Traveller, fondos

«Todo fantasma, toda criatura de arte, para existir, debe tener su drama.» Luigi Pirandello (Seis personajes en busca de Autor, 1925)

No me gusta ir al teatro. Es algo visceral, no puedo evitarlo, en cuanto veo a alguien en un escenario pretendiendo desnudar su alma metiéndose en los zapatos de algún personaje mirando a los ojos a una turba silenciosa… todo me parece histriónico y ridículo. Ponerse de esa manera frente al público y hacerlo con esa seguridad se me antoja de una egolatría inmensa esos gestos exagerados, ese tono de voz demasiado alto, esas muecas ridículas para subrayar sentimientos, esos pasos grandes y ruidosos sobre las tablas, poses imposibles. En vez de ver una serie de personajes representando sus vidas no puedo evitar atravesarles con la mirada y contemplar las mezquinas pantomimas de personas con escaso talento y una falsa autoestima seguramente alimentada por alcohol o drogas.

Pero hoy he tenido que apartar esta animadversión por los escenarios porque a uno de ellos se ha subido una persona a la que aprecio mucho y que me dijo que apreciaría que acudiese a la representación. Es sin ninguna duda la única persona para la que estaría dispuesto a hacer algo así. Así que ahora mismo me encuentro en una sala, sentado junto a una masa carraspeante y murmuradora que aún no se ha acomodado del todo sobre los aterciopelados asientos de la platea. Me impaciento tras el monólogo del primer acto, me encuentro incómodo, creo que se me ha escapado un bufido porque la señora a mi derecha me ha mirado mal. Ahora hay dos personas en el escenario. Mirándose. Una de ellas se acerca a la otra lentamente sosteniendo la mirada y levanta el brazo con delicadeza hasta tocar el pelo rizado de la otra. Sonríen los dos. Lentamente se sientan en el suelo y nos miran. Se aman. Pero no les ha hecho falta decir una palabra para ello. Me han atrapado.

Ficha técnica del Peugeot Traveller

Ante el desafío de buscar la mayor capacidad de carga y ofrecer a la vez más espacio para los ocupantes de un vehículo, la industria del automóvil ha escogido distintos caminos como el de los monovolúmenes o los SUV. Sin embargo hace muchos años que existe una vía alternativa, el de las furgonetas, un concepto simple en el que una carrocería que asemeja a un paralelepípedo maximiza el espacio interior apoyada en cuatro ruedas.

Peugeot Traveller: Solución sencilla

Pero que la propuesta sea esencialmente sencilla no quiere decir que no sea susceptible de ser mejorada y sofisticada, como es el caso de la Peugeot Traveller que hemos tenido la ocasión de probar. Se trata de una furgoneta, sí, pero en la que se han incorporado una motorización potente, buenos acabados y soluciones tecnológicas y ayudas a la conducción a la vanguardia, además de la descontada buena habitabilidad y comodidad para los ocupantes.

Aunque la Traveler responde a la categoría de furgoneta destinada al transporte de pasajeros el aspecto exterior se ha cuidado y modernizado. El primer aspecto es el frontal, al que se le han aplicado las formas afiladas de los parachoques y la parrilla (que no toma de aire) con el logo del león bien visible en el centro para darle la impronta de la marca francesa.

El paragolpes es muy grande y también amplias las dos tomas de aire, una más pequeña bajo la parrilla y otra que la envuelve dividida en dos tomas laterales verticales, en las que se insertan las luces antiniebla, y otra horizontal en la parte más baja del parachoques. El resultado es un aspecto agresivo y moderno muy en línea con la estética de los últimos modelos de la marca francesa.

Gran carrocería

El resto de la carrocería sigue las directrices de diseño de este tipo de vehículos (como por ejemplo la Toyota Proace que también probamos) con grandes portones laterales de acceso, amplias cristaletas laterales y otro gran portón en la parte trasera con el paragolpes colocado muy abajo para facilitar el acceso a la zona de carga y dos grandes grupos ópticos verticales.

El interior de la Peugeot Traveler no hace falta decir que es amplio, pero la verdad es que lo es y mucho. En la parte delantera tanto el puesto de conducción como el del acompañante son muy cómodos, con verdaderas butacas de cuero con una sujeción lateral bastante eficaz lo que suele ser interesante para cuando afrontemos trayectos con curvas a velocidad sostenida.

Conducción elevada

El puesto de conducción es muy alto y la visibilidad muy buena, tanto frontal como lateral y trasera gracias a los grandes retrovisores laterales. Los mandos son de uso intuitivo y están a mano, a pesar de lo grande del habitáculo. La palanca de cambio se ha sustituido por un selector en forma de dial muy sencillo en la parte central del salpicadero.

Sorprende que se haya optado por dotar el volante de levas para cambiar de marchas de forma manual, un sistema que se suele adoptar en modelos más deportivos. La pantalla multimedia es de buena calidad y no despista al consultar información ya que se encuentra bastante elevada en el salpicadero. Debajo de la misma hay un espacio para dejar el teléfono móvil, aunque se corre el peligro de que se caiga ya que es totalmente horizontal y el recubrimiento plástico es demasiado liso.

La segunda fila de asientos es muy cómoda tanto para acceder a ella, gracias a la gran puerta corredera de accionamiento eléctrico de los laterales, como para que viajen tres personas incluso de cierta estatura. Dispone de salidas de ventilación que se pueden regular y tomas para la recarga de dispositivos electrónicos.

Dos filas de pasajeros

En este caso hay una tercera fila que también permite que viajen tres personas en butacas individuales. Los asientos de las seis plazas pueden desplazarse de forma longitudinal para modificar el espacio interior y el de carga. Este desplazamiento se puede hacer solamente en dos más dos bloques pero es lo suficientemente versátil como para ofrecer una gran cantidad de combinaciones.

Hay varios huecos a disposición así como unas mesitas para la segunda fila de asientos. En esta configuración los asientos no pueden girar y siempre quedarán mirando en dirección de la marcha. Muchos detalles prácticos como cortinillas para proteger del sol en las ventanillas de los portones laterales, posavasos para las plazas de la tercera fila, tomas de corriente para los pasajeros y dos grandes plafones para iluminar el habitáculo.

El acceso a las plazas de más atrás se realiza como es costumbre abatiendo los asientos laterales de la segunda fila. La operación no es complicada pero normalmente requiere de las dos manos. Una vez desplazado el acceso es bastante cómodo gracias también al mencionado espacio que deja el portón al quedar abierto lateralmente.

Muchas maletas

El maletero es sobre todo muy alto y el acceso es total gracias al gran portón. Además gracias al mencionado desplazamiento de las plazas traseras puede aumentar su capacidad. Como en otros modelos similares el cristal superior es practicable para no tener que abrir el portón completo para acceder al interior.

Eso sí, de esta forma resulta complicado sacar bolsas del fondo del maletero. También resulta problemático abrir el portón si hemos aparcado en línea o con la parte trasera del vehículo cerca de una pared u obstáculo por lo que hay que tenerlo en cuenta a la hora de cargar objetos en el maletero. El tamaño es suficiente para algunas bolsas con todos los asientos disponibles gracias a su altura, pero difícilmente puede contener el equipaje de varios días para todos ellos.

Peugeot Traveller: Conducción cómoda

Normalmente la parte de la conducción no es el fuerte de este tipo de vehículos ya que se trata de modelos grandes y pesados que por causa de su altura ofrecen una buena visibilidad para maniobras y conducción a baja velocidad pero no tanto en carretera o autopista. La Peugeot Traveler no es una excepción pero sí que aporta algunas ventajas «ruteras» que hacen más cómodo y hasta divertida su conducción tanto en ciudad como fuera de ella.

En primer lugar la motorización y el cambio del modelo que probamos. Gracias a sus 180 caballos pero sobre todo a un par motor que llega nada menos que a los 400 Nm la Traveler se mueve con asombrosa soltura tanto en el tráfico ciudadano como en carretera. No en vano este motor es capaz de lanzar los más de 1.700 kilos a los 100 kilómetros por hora en menos de 8,8 segundos.

El cambio es automático y muy progresivo, las ocho velocidades permiten dosificar de forma bastante precisa la potencia que necesitemos con una buena reserva de empuje casi a cualquier velocidad. Esto hace que los viajes sean muy agradables incluso en terrenos en cuesta sin sensación de quedarnos sin fuelle por muy cargados que vayamos.

Obviamente la carrocería tan elevada y el peso del vehículo no permiten demasiadas alegrías en terrenos con curvas, pero la potencia y la mencionada versatilidad del cambio permiten salir de cualquier situación comprometida sin problemas. Desde luego está mucho más adaptado a viajes en autopista pero en carretera se porta sin problemas.

Muchas ayudas a la conducción que añaden comodidad y seguridad a la hora de conducir, como el HUD o proyección de datos de ruta sobre el parabrisas que nos ahorra tener que apartar la vista de la carretera, control de crucero adaptativo, control de tracción con selector para distintas situaciones de la calzada, ayuda a la frenada de emergencia, aviso de ángulo muerto y de salidas, sensores y cámaras de aparcamiento…

Conclusiones

Se nos ocurren pocas formas más cómodas de que ocho personas viajen en carretera que con esta Peugeot Traveler. El interior es amplio, las butacas cómodas y la conducción suave y lo suficientemente alegre como para que resulte agradable. Buenos detalles como las levas en el volante o la información proyectada en el parabrisas hacen que la vida del conductor sea también muy agradable.

Gracias a un motor potente y una caja de cambios eficaz no encontraremos problemas en carretera o autopista y la buena visibilidad y las ayudas a la conducción nos ayudarán a movernos y maniobrar en ciudad. La Traveler de Peugeot es una solución de «gran movilidad» ideal que aunque tiene competencia algo más asequible nos ha gustado mucho.

Valoración final
7.5 NOTA
NOS GUSTA
Gran espacio interior
Buen motor y cambio automático
Gran maletero
A MEJORAR
Problemas para abrir el portón
Consumo algo elevado
RESUMEN
Una furgoneta de transporte de pasajeros realmente cómoda y amplia con un motor que mueve de sobra y un gran cambio
Prestaciones7.5
Diseño7
Consumo6.5
Confort8.5
Sistema de infoentretenimiento8

 

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