El procesador Open Source RISC-V se libera de las garras de Donald Trump

La Fundación RISC-V, responsable del proyecto del procesador Open Source más prometedor de la industria, ha anunciado el traslado de su sede desde Estados Unidos a Suiza, según nos cuentan en MCPRO.

Se trata de un movimiento estratégico que pretende garantizar que universidades, gobiernos y empresas de todo el mundo, puedan colaborar con libertad en el desarrollo de este procesador Open Source fuera de los intereses de Donald Trump para mantener la tensión en la guerra comercial.

Hay que señalar que además de grandes tecnológicas como Google, Qualcomm, NVIDIA, Samsung, Western Digital, IBM o Microsoft, más de 325 empresas, entidades y organismos pagan para ser miembros de la Fundación, incluidos importantes sociedades fuera de Estados Unidos como el fabricante de chips europeo NXP Semiconductors, el gigante del comercio electrónico Grupo Alibaba y también Huawei Technologies, una de las cabeza de turco elegidas por Trump.

«Por todo el mundo, hemos escuchado que si estuviéramos fuera de los Estados Unidos, estaríamos mucho más cómodos«, ha comentado el presidente ejecutivo de la Fundación RISC-V señalando las dificultades que puede plantear la Casa Blanca. El gobierno estadounidense ha elegido bajo el mando de Trump sancionar a compañías extranjeras, especialmente chinas, usando la seguridad nacional como excusa y evadiendo convenientemente el debido proceso legal sin proporcionar ninguna evidencia real. Fuera de las «garras» de Trump, mejor.

RISC-V ¿Por que es importante un procesador Open Source?

RISC-V es un proyecto surgido en la Universidad californiana de Berkeley, que tiene como gran objetivo desarrollar el que hoy por hoy es el procesador Open Source más prometedor de la industria. Cuando saltó a los medios el caso de Meltdown y Spectre, algunos críticos con la situación explicaron que era necesario impulsar «cambios en el ADN del núcleo de la industria de los semiconductores y cómo se diseñan las arquitecturas de los procesadores y pensar mucho más allá de las arquitecturas de sistemas creadas bajo licencia y desarrolladas en secreto por mega-compañías como Intel, AMD e incluso ARM».

La Fundación es responsable de desarrollar un nuevo diseño de chips de código abierto basada en la arquitectura RISC que ofrezca una forma más económica (y abierta) de fabricación de semiconductores para aplicaciones actuales y todas la nuevas tecnologías que están llegando para vehículos autónomos, Inteligencia Artificial, Realidad Virtual o centros de datos.

La idea es que “cualquier foundry de procesadores pueda fabricar basándose en ellas sin la concesión de licencias de propiedad intelectual», explican. Tomando el ejemplo de Linux (y otras tecnologías FOSS relacionadas que forman la pila global) la apuesta es crear algo nuevo desde la base, una arquitectura de procesadores Open Source libre de cualquier entidad y en colaboración por grandes actores de la industria.

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