ITER avanza, conseguir la energía de las estrellas en la Tierra está más cerca
ITER, el proyecto de fusión nuclear más avanzado del planeta, ha logrado un nuevo hito al instalar los primeros componentes de una de las secciones principales del reactor. La instalación se ha completado al 65% y se ha puesto fecha para el «primer plasma», diciembre de 2025.
ITER (Reactor Experimental Termonuclear Internacional) es el proyecto de ingeniería más apasionante (y complicado) al que se ha enfrentado el ser humano para una instalación en la Tierra. Se está construyendo en Cadarache, al sur de Francia, y participan 35 países incluyendo la Unión Europea, India, Japón, Rusia, Estados Unidos, Corea del Sur y China.
El proyecto es un experimento para crear el primer reactor de fusión nuclear a escala comercial del mundo y su principal objetivo es abrir una nueva era en la evolución de la energía nuclear como medio para generar electricidad ilimitada, barata y sobre todo libre de las peligrosas emisiones de las actuales plantas de fisión nuclear.
El acontecimiento que sus responsables celebraron ayer fue la instalación de la base y el cilindro principal del tokamak, el diseño de tecnología seleccionado para albergar una de las principales secciones del reactor. Fabricado por India, el criostato del ITER es el recipiente de vacío jamás construido. «La fabricación de este componente ha sido un desafío y un logro de ingeniería sin precedentes en términos de su tamaño masivo y sus especificaciones complejas», explicó el Director General de ITER.
Realizado en acero inoxidable tiene unas dimensiones de 16.000 metros cúbicos. Su diámetro y altura son de casi 30 metros y tiene un peso de 3.850 toneladas. Debido a su volumen, se fabrica en cuatro secciones principales: la base, el cilindro inferior, el cilindro superior y la tapa. La cámara del criostato aloja el recipiente de vacío y los imanes en un entorno de vacío ultra-frío y tiene el objetivo de eliminar pasivamente el calor generado.
La sección es crítica porque albergará el potente campo magnético que encajará el núcleo de fusión de plasma ultra-caliente. Contendrá los imanes superconductores más grandes del mundo, necesarios para generar un campo magnético lo suficientemente poderoso como para contener un plasma que alcanzará temperaturas de 150 millones de grados centígrados, aproximadamente 10 veces más caliente que el centro de nuestros Sol.
Se espera recibir el resto de componentes en otoño y ensamblarlos para la próxima primavera. El proyecto completo está ahora finalizado al 65% y se espera comenzar las operaciones en diciembre de 2025. Ahí se conseguirá el «primer plasma», aunque se calcula que aún pasarán otros diez años hasta que alcance las operaciones completas de deuterio-tritio. Un proyecto muy complicado y de largo plazo, pero esencial para lograr algún día energía segura, abundante y ambientalmente responsable, en un proyecto que «no beneficia a un socio o a un país, sino a toda la humanidad», señalaron en el anuncio.
ITER, ¿La fusión nuclear es la respuesta?
Considerada como la «energía de la estrellas» ya que activa astros como nuestro Sol, la fusión implica la liberación de energía mediante la unión de núcleos atómicos, contrariamente a la provocada por la fisión nuclear utilizada en las plantas de energía nuclear y en las bombas atómicas.
Investigada desde 1950, las ventajas de la fusión como método de generación de energía son notables comenzando por el combustible necesario, básicamente deuterio, un isótopo de hidrógeno del que contamos en la Tierra con suministro ilimitado. También importantes las ventajas de seguridad. Frente a los enormes riesgos de la fisión y las consecuencias de un accidente, la fusión no es una reacción en cadena por lo que puede controlarse y cancelarse simplemente retirando el combustible.
Otro aspecto importante es que la fusión no produce gases de efecto invernadero ya que la reacción sólo produce helio, un gas no nocivo. Es por ello que se considera «energía limpia» aunque hay que notar que también produce el gas radiactivo tritio y las paredes del reactor se vuelven radiactivas por el plasma.
El principal problema de la fusión nuclear a resolver hasta ahora ha sido conseguir mayor cantidad de energía que la utilizada para conseguir una reacción que se produce a altísimas temperaturas. Ello ya se ha conseguido en esta década y en concreto en el centro de investigación estadounidense Lawrence Livermore National Laboratory. Hay que mencionar que la ganancia se produce solo a ‘nivel de combustible’ y aún faltan décadas para lograr en toda la instalación un balance energético positivo que permita su uso industrial.
Ahí es donde entran instalaciones de mayor capacidad como el gigantesco ITER. Una inversión considerable de 25.000 millones de dólares, pero con el objetivo de desechar a medio plazo centrales de fisión y las que utilizan combustibles fósiles. Algo que debería ser una prioridad a nivel planetario y que si no ha llegado antes ha sido por los intereses económicos y de poder que rodean el tema energético.
No todos están de acuerdo con la enorme inversión que necesita la fusión nuclear y algunos problemas a resolver como la generación del gas radiactivo tritio. Hay grupos que explican que se podrían conseguir los mismos objetivos de energía limpia y barata con una combinación de renovables (eólica, geotérmica, hidroeléctrica, mareomotriz, solar) en menor tiempo y con menor coste, siempre teniendo en cuenta que producir energía por cualquier medio cuesta dinero y provoca impacto ambiental en algún grado.
La semana pasada te contamos como la energía renovable era ya la opción más económica entre las disponibles, incluso sin subsidios. ITER no producirá energía a nivel comercial hasta 2035 como poco. En todo caso, un proyecto apasionante para contar con varios métodos de generación de energía como recomiendan los expertos.
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