Podrás cambiarle la SSD a Steam Deck, pero no será sencillo
Aunque todavía faltan unos meses para que las primeras Steam Deck empiecen a llegar a sus primeros usuarios, las expectativas que parece haber generado apuntan a que podría llegar a convertirse en un gran éxito. Incluso el siempre despreciable mercado de la reventa ya ha puesto sus ojos en ella, en una señal más de que el mercado le concede bastante credibilidad a su ambicioso planteamiento, por no hablar de que muchos usuarios ya ven, en este dispositivo, una interesante alternativa a las tablets.
No vamos a volver a repasar todas las especificaciones de la Steam Deck, nos quedaremos con que las tres versiones de la misma se diferencian solo en un aspecto clave: su capacidad de almacenamiento. Es cierto que los dos modelos superiores también incluyen complementos, pero lo fundamental es eso:
- La Steam Deck de entrada cuenta con 64 gigas de almacenamiento eMMC e incluye un estuche de transporte. Su precio es de 419 euros.
- El modelo intermedio da un importante salto, pues pasa a contar con 256 gigabytes NVMe SSD, por lo que no solo cuadruplica la capacidad del modelo de entrada, sino que además también ofrece un mejor rendimiento en este aspecto. Incluye el estuche de transporte y un lote de perfil exclusivo de la Comunidad Steam. Su precio es de 549 euros.
- El modelo tope de gama de la Steam Deck multiplica por dos la capacidad de almacenamiento del modelo intermedio, con una NVMe SSD de 512 gigas y, además, cuenta con pantalla antirreflectante. Además incluye el estuche de transporte, el lote de perfil exclusivo de la Comunidad Steam y un teclado virtual con un tema exclusivo. Su precio es de 679 euros.
Lo que ha revelado Steam, y que hemos podido leer en IGN, es que el modelo más básico se tendrá que quedar con esa capacidad debido al tipo de memoria que emplea, eMMC, pero que en los modelos intermedio y tope de gama esto no es así, ya que será posible cambiar la SSD que emplea por otra de mayor tamaño, mejor rendimiento, etcétera. En ambos modelos de la Steam Deck, se emplea una SSD NVMe M.2 2230 estándar, es decir, que Valve no ha optado por soldar la memoria de almacenamiento a la placa.
La noticia no tan buena es que sí, la SSD será reemplazable, pero este no será un proceso especialmente sencillo. A diferencia de dispositivos como la PlayStation 5, que cuentan con una bahía gracias a la que se puede acceder directamente a esta expansión desde el exterior de la consola, en el caso de Steam Deck será necesario abrirla y «cacharrear» en su interior para realizar este cambio. Nos falta por conocer, claro, el ensamblaje interno de la consola, pero este requisito ya aleja esta posibilidad a los usuarios sin los conocimientos técnicos necesarios.
Además, se suma otra factor importante, y es que acceder al interior de la Steam Deck y modificar uno de sus componentes podría invalidar la garantía de la consola, por lo que es algo que habrá que pensarse un par de veces antes de hacerse. No obstante, la posibilidad de incrementar su capacidad de almacenamiento hasta los 512 gigabytes o incluso hasta un terabyte, es lo suficientemente atractiva como para que más de uno al menos se lo plantee.
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