Ford Explorer PHEV, detrás

«Ícaro, como un pequeño dios. Desafiando al sol» Presuntos Implicados (Ser de Agua, 1991)

«Sonríe mamá. Vamos, sonríe» insiste el extraño tipo que ha salido de la cápsula. Y yo sonrío. Como puedo. Pero ese… ese no es mi marido. Paul nunca me llama «mamá», me llama Sofía. Porque es mi nombre. Porque cuando le conocí me preguntó si sabía qué es lo que significaba mi nombre. Y me hice la tonta para que me lo explicara. Pero ese que sale de la cápsula y quiere que nos hagamos la foto no es Paul. Él también está sonriendo. Le miro a la cara. Se parece a Paul. Incluso tiene esa mancha en la piel cerca del pómulo derecho y el diente de oro que nunca se quiso cambiar por una de esas prótesis modernas. Y esa que lleva es la camisa que le he planchado esta mañana, y esos los vaqueros que le regalaron los niños en Navidad… pero no es Paul. «Otra más abuela. Que en esta has salido mal» mi nieto Ángel está sacando las fotos. No se cómo decirle que ese que sonríe detrás de mi no es su abuelo. Y sonrío.

Precisamente el padre de Ángel, mi hijo Antonio, fue el que insistió en que compráramos la cápsula. «Es lo último mamá, he movido hilos y podéis comprarla a un precio razonable. Vais a ser los primeros del planeta en probarla ¿te imaginas?» Y Paul no estaba convencido pero fui yo la que insistió. Porque sabía lo que Paul estaba sufriendo con sus cólicos, sus reflujos y todos los demás achaques. «Es una oportunidad Paul» le dije esa noche en la cama, el momento en el que tras décadas de matrimonio se perfectamente que es más fácil convencerle. Y entonces su bufido de resignación. Y sabía que ya estaba hecho. Esta mañana instalaron la cápsula en el salón. Era el mejor sitio, dijeron, aunque no me hacía juego con las cortinas… Y ahora este hombre se acerca a mi. Me sujeta del hombro. No puedo evitar un escalofrío. Me levanta. «Pruébalo mamá, es increíble» me dice con una sonrisa que no es la de Paul. No soy mamá. Soy… Sofía.

El automóvil ha tenido a lo largo de su historia un papel de medio de transporte muy importante en los últimos dos siglos, cambiando incluso la fisionomía del terreno para adaptarlo a su uso. Pero hay un papel que los coches han adoptado que ha supuesto el proceso contrario: el que el vehículo haya tenido que adaptarse al terreno para llevar a sus ocupantes al destino deseado. Es el papel de explorador, de compañero de aventuras.

Modelo analizado Ford Explorer
Motor y acabado 3.0 PHEV AWD
Potencia 457 CV CV (363 CV gasolina, 102 CV eléctrico)
Velocidad máxima 230Kmh
Aceleración o-100 6 s
Largo/ancho/alto 5062/2004/1778 mm
Potencia máxima RPM  457 CV 5.750 rpm
Par máximo Nm/RPM 825 Nm
Caja de cambios Automática 10 velocidades
Web https://www.ford.es/
Precio 73.300  euros

Uno de los ilustres exponente de esta tarea es precisamente el Ford Explorer, un modelo que el fabricante norteamericano lleva desarrollando desde 1990 y que en los últimos tiempos ha sufrido una importante modernización que en Europa ha supuesto la adopción de una potente motorización híbrida enchufable que hace que el imponente Ford Explorer pueda lucir en el parabrisas la codiciada etiqueta de cero emisiones de la DGT.

Explorador

Hemos tenido la ocasión de probar un Ford Explorer y la primera impresión se puede resumir en ese adjetivo: imponente. Se trata de un coche de más de cinco metros de longitud, más de dos de anchura y una altura que alcanza los 1.778 milímetros. Todo un compañero de exploraciones que no solamente promete afrontar las irregularidades del terreno sino que por tamaño parece capaz de transportar todo lo necesario para una exploración completa.

Aunque las líneas de diseño nos llevan inevitablemente a esos grandes modelos americanos que imaginamos circulando por las calles de Los Ángeles, lo cierto es que en este Ford Explorer abundan las pinceladas orientadas a modernizar su aspecto para acercarle a los rivales europeos en aspecto. El frontal es uno de los protagonistas con una enorme entrada de aire central que se extiende hasta los grupos ópticos alargados y de gran tamaño que se extienden hasta los laterales.

Sobre el capó se marcan unos pronunciados relieves que hacen hueco al imponente motor de tres litros y seis cilindros. El frontal es tan grande que aún hay sitio para una toma de aire horizontal debajo de la gran calandra mencionada y más tomas de aire en la parte baja del parachoques. En los lados dos grandes hendiduras que acogen las luces de posición. Toda la parte inferior del coche se encuentra protegida por unas gruesas defensas de plástico en color negro que acentúan el carácter todoterreno del vehículo.

Ford Explorer PHEV: Un coche imponente

El lateral sigue transmitiendo esa impresión de coche colosal con unas llantas de 20 pulgadas que quedan empequeñecidas por la talla del coche, unos pasos de rueda grandes y protegidos por la moldura que ya hemos apuntado y unas puertas de gran tamaño. A partir del pilar B la gran superficie de las lunas están tintadas y dan esa sensación de coche de los servicios secretos o del FBI que tantas veces hemos visto en las películas americanas.

En la parte trasera domina el gran paragolpes, en línea con el tamaño del que encontramos con el frontal, y en los laterales los grupos ópticos en forma triangular que se extienden por el lateral. Sobre el paragolpes una protección de plástico lo protege a la hora de cargar objetos. El portón también es muy grande, con una hendidura en la que se coloca la matrícula y una gran superficie acristalada, también tintada, que ocupa toda la parte superior y que se funde con la parte de carrocería en color negro. Sobre la luna un spoiler bastante pronunciado que da algo de dinamismo al conjunto.

Gran interior

El interior del Explorer, tal y como invitan a pensar sus imponentes dimensiones, es amplio y cómodo. Las dos grandes puertas permiten un acceso sin dificultades a las dos primeras filas y algo menos cómodo a la tercera fila opcional, aunque de forma más fácil que en otros siete plazas de tamaño más pequeño. En la parte delantera nos encontramos con unos sorprendentes asientos de estilo deportivo que envuelven más de lo que se esperaría en un coche orientado al todoterreno. Aunque por otro lado con sus 457 caballos tampoco es de esperar que el coche sea demasiado «perezoso».

Son asientos de cuero sintético realmente cómodos con detalles como abundantes costuras con hilo del color de la carrocería y un acolchado excelente que permite echar bastantes horas al volante sin notar demasiada fatiga. Están calefactados, ventilados para el verano y con distintos tipos de funciones de masaje además de los controles habituales que permiten encontrar una postura cómoda sea cual sea la talla de los ocupantes de la primera fila.

En el salpicadero del Explorer domina una imponente pantalla colocada en sentido vertical de 10,1 pulgadas con una disposición parecida a la del Mustang Match-E que pudimos probar pero con un sistema y unos mandos distintos (no tiene el dial «incrustado») pero muy completo en las funciones que permite realizar y con una excelente visibilidad. Especialmente destacable es la navegación que con una pantalla vertical tan generosa es muy eficaz aunque a veces tarde un poco en responder.

Sistema de información

Al ser un modelo híbrido enchufable es necesario que el sistema de información pueda proporcionar datos suficientes del funcionamiento del sistema de propulsión y recarga de las baterías así como funciones que permitan programar la carga. En el caso del Ford Explorer se muestra información y capacidad de configuración más que suficientes, aunque hay modelos que en este sentido se puede decir que son más sofisticados tendremos todos los datos que necesitamos.

El panel de instrumentos del Explorer también es digital y muy sencillo aunque también presenta información suficiente. Es configurable para que muestre la información que necesitemos pero en la parte izquierda podremos ver el marcador de velocidad con forma circular y a su izquierda un indicador curvo en el que se muestran las revoluciones. En el extremo derecho podemos ver el indicador de capacidad del depósito de combustible. También podemos configurar el indicador con otros aspectos y recuperar los dos diales indicadores tradicionales con la velocidad y las revoluciones.

La capacidad de la batería la podemos ver en un pequeño indicador en la parte inferior del display donde también se muestra la autonomía de los dos sistemas (combustible y eléctrico) kilómetros recorridos, marcha seleccionada y temperatura ambiente. La visibilidad del panel es muy buena y aunque es más sencillo que el de otros modelos se complementa bastante bien con la pantalla del sistema de información y entretenimiento del salpicadero.

Buenos acabados

Los acabados tienen buenos materiales aunque no demasiado refinados y dan más impresión de ser resistentes que sofisticados aunque tienen buen tacto y las terminaciones y el ensamblado de las piezas son de buena calidad. Hay abundantes espacios para dejar objetos y de buen tamaño, además de un espacio para dejar el teléfono móvil con capacidad de carga inalámbrica. También encontramos un gran número de posavasos.

El espacio en la segunda fila de asientos es sorprendente, hay espacio de sobra para las piernas, en altura pero quizás lo que más llama la atención es que tres personas pueden viajar cómodamente en anchura sacando todo el partido a la generosas medidas del coche. Los ocupantes de las plazas de la segunda fila tienen la posibilidad de controlar el funcionamiento del climatizador para esa zona con los mandos correspondientes que encontramos en la consola.

Confort para todos

En estas plazas encontramos distintas salidas de aire y en la consola central tenemos conexión de corriente y USB. Hay mucho espacio bajo los asientos delanteros para colocar los pies, bolsas en la parte trasera de los asientos de la primera fila. Los asientos de los dos extremos de la fila se pueden desplazar de forma longitudinal para configurar el espacio, sin embargo el asiento central, que es algo más pequeño, no puede desplazarse.

Como ya hemos apuntado la tercera fila de asientos es más amplia que la que solemos encontrar en coches de estas características. Son plazas en las que se pueden acomodar perfectamente adultos de cierto tamaño por lo que viajar siete personas es perfectamente factible con comodidad. Incluso disponen de salida de aire, reposabrazos en los laterales con sus correspondientes posavasos e incluso anclaje Isofix para colocar sillas de niño.

La tercera fila se puede plegar o desplegar con un mecanismo eléctrico accionable desde el maletero de forma sencilla. Con la tercera fila de asientos disponible la capacidad del maletero es de 240 litros, es bastante con respecto a otros vehículos similares. Con la fila abatida tenemos un maletero de 635 litros, una cifra considerable que permite transportar una gran cantidad de equipaje y otros objetos. Si plegamos la segunda fila la capacidad es comparable a la de una furgoneta pequeña, nada menos que 2.274 litros de capacidad.

Conducción

Al volante de un coche de más de cinco metros de longitud las limitaciones para circular por ciudad son evidentes. La altura del coche y el largo capó también dificultan la visibilidad además de la complicación que supone el gran radio de giro que hace que tengamos que hacer maniobras en varias etapas. Gracias a las cámaras y los demás sistemas de ayuda a la conducción como los sensores de proximidad es posible maniobrar con seguridad, pero obviamente no con demasiada agilidad.

En carretera el Explorer se transforma en otra cosa. También en esta circunstancia es necesario acostumbrarse a su tamaño, parece al principio que nos acercamos peligrosamente a los coches de los carriles contiguos. Una vez hechos a las dimensiones el rodar del Ford Explorer es sorprendentemente refinado y su abundante disposición de caballos hace que no pasemos ningún apuro a la hora de maniobras de adelantamiento.

Nos ha gustado y sorprendido la estabilidad en curva y le respuesta a las correcciones cuando es necesario realizarlas. Esto junto a la buena respuesta del potente propulsor y el cambio que nos ha parecido excelente hace del Explorer un coche sorprendentemente divertido en carreteras viradas, con un comportamiento deportivo bastante reseñable, sobre todo si elegimos la modalidad sport para configurar comportamiento de motor, cambio y otros. Los 457 caballos pero además los imponentes 825 Nm de par se disfrutan y mucho a pesar del tamaño.

Off road

Fuera del asfalto el Ford Explorer saca partido de la tracción a las cuatro ruedas y añade distintas configuraciones del sistema de tracción y estabilidad para afrontar distintas situaciones del terreno. Podemos seleccionar los modos Normal. Resbaladizo, Pista y Nieve/arena. Además podemos seleccionar un modo para remolque y el mencionado modo Sport para aumentar las prestaciones deportivas del coche. Finalmente un modo eco para gastar menos energía y combustible.

En modo eléctrico el Explorer se mueve bien, pero no con tanta agilidad como un coche de menor tamaño. El motor eléctrico de 102 caballos y 300 Nm de par responde bien pero se nota que tiene que impulsar un coche de casi 2.500 kilos. Aún así sigue siendo lo más práctico para moverse por ciudad sin problemas y sobre todo sin contaminar. En nuestras pruebas no hemos conseguido superar los 40 kilómetros de autonomía, cerca de los 42 que homologa Ford en este modelo.

Conclusiones

El Ford Explorer es un gran coche americano con capacidades todoterreno y espacio de sobra para ocupantes y carga con un motor con una potencia muy alta, hasta aquí la carta de presentación habitual de un SUV del otro lado del Atlántico. Pero el caso es que para este modelo Ford ha elegido una motorización híbrida enchufable, cosa que cambia bastante tanto las posibilidades de uso del coche como su practicidad en entornos urbanos, por ejemplo.

Ford Explorer PHEV

Es un choche con una habitabilidad superlativa que sin ser el mayor exponente en confort podemos decir que es de los coches en los que mejor pueden viajar siete personas de forma cómoda. Un sistema de cambio moderno y un conjunto de dispositivos de ayuda a la conducción avanzados hacen posible domar los caballos y el tamaño de este coche que por si fuera poco fuera del asfalto se desenvuelve con suficiente soltura como para animarnos a… explorar.

Valoración Final
8 NOTA
NOS GUSTA
Gran habitabilidad/br> Siete plazas reales
Buenas prestaciones
A MEJORAR
Consumo alto
Precio elevado
RESUMEN
El Ford Explorer es un SUV muy grande con siete plazas reales y un confort elevado que además dispone de una propulsión híbrida enchufable que ofrece prestaciones deportivas a la vez que permite circular en modo eléctrico unos 40 kilómetros y lucir la etiquete cero de la DGT.
Prestaciones9
Diseño7.5
Consumo6.5
Confort8.5
Sistema de infoentretenimiento8.5

 

 

La entrada Ford Explorer PHEV, detrás es original de MuyComputer


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