Samsung mide nuestras horas de sueño, y vamos a menos

Samsung es, aunque no muchos lo recuerden, uno de los fabricantes más veteranos del mercado de los relojes inteligentes. De hecho, el primer Apple Watch fue presentado en septiembre de 2014 y salió a la venta varios meses después, en abril de 2015 en Estados Unidos y en meses posteriores en el resto del mundo (a España llegó en junio de 2015). Por su parte, el Samsung Galaxy Gear fue presentado un año antes, el 5 de septiembre de 2013, saliendo a la venta solo unas pocas semanas después, el 25 de septiembre del mismo año. Si es cierto, no obstante, que Apple tuvo clara la orientación hacia la salud desde el primer momento, si bien algunos problemas impidieron su desarrollo en la primera generación.

Desde hace años, todos los fabricantes han seguido esa estela sumando nuevas funciones de cuantificación y análisis a sus relojes inteligentes, al punto de que hoy en día tanto pulseras como relojes son capaces de recopilar y analizar múltiples aspectos de nuestro estado en tiempo real, y de proporcionarnos información y conclusiones sobre los mismos. En este punto, Apple ha logrado refinar excepcionalmente su propuesta, mientras que la infusión de la tecnología de Fitbit en los dispositivos de Google también han elevado su propuesta a un nivel superior. Pero otros fabricantes, como Samsung en este caso, siguen peleando el punto y ofrecen funciones muy avanzadas y completas.

Aunque el objetivo fundamental de las funciones de cuantificación es proporcionar información útil al usuario, a medida que las tecnológicas han tenido a su alcance la posibilidad de recopilar una gran cantidad de información de millones de usuarios, la comunidad científica ha sido consciente del valor que podrían tener dichos datos en investigaciones. Así, muchos de estos dispositivos nos permiten, en la actualidad, seleccionar si queremos compartir parte de los mismos con estudios de diversa índole. Y debemos reconocer que, si se protege la privacidad de los usuarios, el potencial positivo del uso de dichos datos es difícilmente mesurable.

Hoy tenemos un ejemplo más en este sentido, y es que Samsung ha publicado un informe sobre la calidad del sueño. Para la confección del mismo ha analizado un total de 716 millones de noches de comportamiento de sueño de usuarios de Samsung Health en todo el mundo, y del mismo se extrae, como conclusión principal, que tanto la cantidad como la calidad del sueño, a lo largo y ancho de la Tierra, ha descendido, si comparamos el periodo comprendido entre junio de 2021 y mayo de 2022, y el de junio de 2022 y mayo de 2023.

Estos son algunos de los puntos destacados del informe:

• Este patrón no se aisló a ningún grupo demográfico o región específico. Se informó una disminución en la duración y la eficiencia del sueño en todos los sexos, grupos de edad y regiones estudiadas :
• Aunque la eficiencia del sueño continúa con una tendencia a la baja para los hombres, las mujeres experimentaron las disminuciones más notables durante el año pasado.
• Los grupos demográficos de mayor edad mostraron una mayor disminución en la eficiencia del sueño. En particular, las personas mayores de 70 años experimentaron una disminución de casi el doble que la observada en las personas de 20 años.
• América del Norte fue testigo de la mayor disminución en la eficiencia del sueño , mientras que Asia mantuvo la más baja.
• Fuera de Europa y América del Norte, todas las demás regiones tenían menos de siete horas de sueño.

Obviamente, el informe se acompaña de recomendaciones para mejorar, al menos cualitativamente (pues la mejora cuantitativa depende, al menos parcialmente, de la disponibilidad del tiempo necesario), para lo que se recomienda el uso de funciones y servicios propios de Samsung, algo que resulta comprensible. No obstante, su lectura (que recomiendo) sí que puede hacer que dediquemos un poco de análisis a nuestros patrones de descanso y, si es necesario y cabe la posibilidad, que apliquemos algunas medidas para mejorarlo. Puedes leer el informe aquí.

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