Intel Core i9-13900K y Core i5-13600K, análisis: potencia
Los Intel Core i9-13900K e Intel Core i5-13600K son, sin duda, dos de los grandes abanderados de la nueva generación del gigante del chip. Ambos están encuadrados dentro de la serie Raptor Lake-S, que fue presentada oficialmente el pasado 27 de septiembre, y mantienen el diseño híbrido que vimos en Alder Lake-S, y que tan buenos resultados le ha dado a Intel.
Como su propia nomenclatura indica, el Intel Core i9-13900K sucede al Intel Core i9-12900K, lo que significa que posiciona como el nuevo tope de gama del gigante de Santa Clara. Por su parte, el Intel Core i5-13600K sucede al Intel Core i5-12600K, y se coloca como una alternativa «premium» dentro de la gama media.
Tanto el Intel Core i9-13900K como el Intel Core i5-13600K vienen con el multiplicador desbloqueado, lo que significa que podemos hacerles overclock, y cuentan con una GPU integrada Intel Xe Gen12, un detalle importante ya que al final contar con una solución de este tipo puede ser de gran ayuda en ciertas situaciones, y nos permite utilizar el equipo sin una GPU dedicada.
Gracias a su diseño híbrido, que combina núcleos de alto rendimiento con núcleos de alta eficiencia, esta nueva generación de procesadores son capaces de ofrecer lo mejor de dos mundos, y pueden afrontar de una manera óptima y mucho más eficiente diferentes cargas de trabajo.
Ya os hablé de ello en el análisis del Intel Core i9-12900K, donde vimos que los núcleos de alto rendimiento se ocupan de las tareas pesadas y de aquellas que se encuentran en primer plano, mientras que los núcleos de alta eficiencia se centran en las tareas más ligeras y en aquellas que quedan en segundo plano.
Sigo pensando que la apuesta de Intel por unir núcleos de alta eficiencia con núcleos de alto rendimiento es todo un acierto, sobre todo teniendo en cuenta los beneficios que esto reporta en diferentes frentes, como el aprovechamiento del espacio a nivel de silicio, la tasa de éxito en la oblea, el equilibrio entre rendimiento y consumo y las temperaturas de trabajo con configuraciones CPU que incluyen un alto número de núcleos e hilos. Por otro lado, también permite un enfoque mucho más realista y mejor ajustado al mercado de consumo general.
No quiero extenderme más, ya que estoy seguro de que estáis deseando leer el análisis de esta nueva generación de procesadores. Con todo, antes de empezar quiero dar las gracias a Intel España, a GIGABYTE España y a Corsair España por facilitarnos todos los componentes que hemos necesitado para sacar adelante este análisis. Ahora sí, poneos cómodos que empezamos.
Intel Core i9-13900K frente a Intel Core i9-12900K
Empezamos el análisis con una necesaria comparativa entre el nuevo tope de gama de la compañía de Santa Clara, el Intel Core i9-13900K, y el modelo de la generación anterior, el Intel Core i9-12900K. Nos vamos a centrar en hacer una valoración de sus especificaciones clave, ya que esto nos permitirá hacernos una idea clara de las diferencias que existen entre uno y otro, y de las mejoras que trae Raptor Lake-S, de una manera sencilla y rápida.
Intel Core i9-13900K
- Arquitectura Raptor Cove en núcleos de alto rendimiento, y Gracemont en los núcleos de alta eficiencia.
- Fabricado en el nodo Intel 7 (10 nm SuperFin de tercera generación).
- Ocho núcleos de alto rendimiento y dieciséis hilos a 3 GHz-5,5 GHz, modo normal y turbo, hasta 5,8 GHz con la tecnología Intel Thermal Velocity Boost.
- Dieciséis núcleos de alta eficiencia a 2,2 GHz-4,3 GHz, modo normal y turbo.
- Puede manejar 32 hilos de forma simultánea.
- GPU Intel UHD Graphics 770 (Xe Gen12).
- Soporta memoria DDR4 a 3.200 MHz y DDR5 a 5.600 MHz de forma nativa.
- Integra un sistema PCIE Gen5 con hasta 16 líneas, y PCIE Gen4 con hasta 4 líneas.
- Multiplicador desbloqueado (soporta overclock).
- 36 MB de caché L3.
- 32 MB de caché L2.
- TDP base de 125 vatios.
- Compatible con el socket LGA 1700 y chipset serie 600 y serie 700.
- Precio: 799 euros.
Intel Core i9-12900K
- Arquitectura Golden Cove en núcleos de alto rendimiento, y Gracemont en los núcleos de alta eficiencia.
- Fabricado en el nodo Intel 7 (10 nm SuperFin de segunda generación).
- Ocho núcleos de alto rendimiento y dieciséis hilos a 3,2 GHz-5,2 GHz, modo normal y turbo.
- Ocho núcleos de alta eficiencia a 2,4 GHz-3,9 GHz, modo normal y turbo.
- Puede trabajar con 24 hilos de forma simultánea.
- GPU Intel UHD Graphics 770 (Xe Gen12).
- Soporta memoria DDR4 a 3.200 MHz y DDR5 a 4.800 MHz de forma nativa.
- Integra un sistema PCIE Gen5 con hasta 16 líneas, y PCIE Gen4 con hasta 4 líneas.
- Multiplicador desbloqueado (soporta overclock).
- 30 MB de caché L3.
- 14 MB de caché L2.
- Alimentación base de 125 vatios.
- Compatible con el socket LGA 1700 y chipset serie 600 y serie 700.
- Precio de lanzamiento: 679,90 euros.
Ambos procesadores están fabricados en el nodo Intel 7, lo que significa que son chips a 10 nm que tienen una densidad de transistores superior a los que utilizan el nodo de 7 nm de TSMC. Este es un tema sobre el que ya os he hablado en ocasiones anteriores, porque es importante tener claro que no todos los procesos de fabricación son iguales. El tamaño de los transistores importa, pero la densidad de estos también, y en este sentido Intel lleva la delantera sin ningún tipo de duda.
El Intel Core i9-13900K utiliza una nueva arquitectura en los núcleos de alto rendimiento, Raptor Cove. En líneas generales podemos considerarla como una revisión de Golden Cove, lo que significa que introduce pequeñas mejoras para impulsar el rendimiento monohilo frente a la generación anterior. Esas mejoras se centran principalmente en tres grandes claves que podemos apreciar claramente en esa comparativa que acabamos de hacer.
La primera clave se encuentra en las cachés, y es que el Intel Core i9-13900K tiene 6 MB más de caché L3 y 18 MB más de caché L2. La segunda clave está en el soporte de memoria DDR5 más rápida, y la tercera clave se encuentra en el aumento de las frecuencias de trabajo. En total, estas mejoras permiten un aumento de hasta un 15% más de rendimiento en monohilo.
En rendimiento multihilo es donde se ha producido el salto más grande, gracias al aumento del bloque de núcleos de alta eficiencia, que pasa de 8 a 16 núcleos. Esto, unido al aumento de rendimiento monohilo, hace que el Intel Core i9-13900K sea capaz de superar al Intel Core i9-12900K hasta en un 41% en multihilo.
Como cabía esperar se mantienen las claves de la generación anterior, incluyendo el soporte de PCIe Gen5 y de memoria DDR4 y DDR5, aunque se ha aumentado la velocidad máxima soportada de forma nativa a 5.600 MHz. La GPU integrada que utiliza el Intel Core i9-13900K es una UHD Intel 770, la misma que vimos en el Intel Core i9-12900K, y la plataforma Z790 no trae cambios importantes frente a la Z690, aunque sobre ello hablaremos más adelante.
El Intel Core i9-13900K puede funcionar sin problemas en una placa base LGA 1700 con chipset serie 600, pero será necesario realizar una actualización de la BIOS, así que tenedlo en cuenta si vais a dar el salto a Raptor Lake-S manteniendo vuestra placa base actual. Los sistemas de refrigeración existentes también son totalmente compatibles, así que no tendréis que cambiar ni la memoria RAM, ni la placa base ni el sistema de disipación para montar un Intel Core i9-13900K, siempre que el que tenéis ahora mismo sea capaz de ofrecer un buen rendimiento.
En cuanto al coste, el Intel Core i9-13900K tiene un precio de lanzamiento superior al del Intel Core i9-12900K, algo que también es fácil de entender, ya que como hemos visto el primero es más potente y viene además con un mayor núcleo de núcleos. La diferencia es de unos 140 euros, aproximadamente.
Intel Core i9-13900K: análisis técnico
El Intel Core i9-13900K mantiene una arquitectura de núcleo monolítico, ya que integra todos los elementos que necesita para su correcto funcionamiento en una única pastilla de silicio. Esto representa una diferencia muy importante frente a los Ryzen 9 7900X y 7950X basados en la arquitectura Zen 4, que se dividen en dos unidades CCD de ocho núcleos cada una y externalizan a otro chiplet la GPU y los componentes I/O, incluyendo la controladora de memoria
He querido acompañar una imagen que muestra cómo es el Intel Core i9-13900K a nivel de silicio para que tengáis más claro este tema. En rojo podemos ver los núcleos Raptor Cove de alto rendimiento, y en verde los núcleos Gracemont de alta eficiencia. La diferencia de tamaño entre unos y otros es tan grande que cuatro núcleos Gracemont ocupan casi lo mismo a nivel de silicio que un núcleo Raptor Cove.
Al utilizar un diseño de núcleo monolítico Intel evita los problemas derivados del uso de sistemas de interconexión encargados de coordinar diferentes bloques de núcleos, y el uso de núcleos eficientes le permite mejorar el rendimiento multihilo sin introducir complicaciones excesivas a nivel tasa de éxito en la oblea, espacio a nivel de silicio, temperaturas y consumo. Dicho de una forma más simple, esos núcleos de alta eficiencia son la mejor manera de aprovechar el espacio disponible tras integrar los 8 núcleos Raptor Cove.
Un núcleo Raptor Cove ofrece un aumento de rendimiento de hasta el 15% frente a un núcleo Golden Cove. Sin embargo, debemos tener en cuenta que no estamos hablando de una mejora en términos de IPC, sino de una mejora en bruto, ya que estamos incluyendo tanto las mejoras a nivel de arquitectura como la subida de las frecuencias de reloj. La caché L3 ha aumentado considerablemente, aunque sin duda el incremento más importante se encuentra en la caché L2.
Podríamos pensar que esto se debe únicamente al aumento del número de núcleos de alta eficiencia, pero si hacemos números nos daremos cuenta de que no es así, ya que la diferencia entre el Intel Core i9-13900K y el Intel Core i9-12900K en este sentido es de más del doble.
En Alder Lake-S un núcleo de alto rendimiento tenía 1,25 MB de caché L2, y cada bloque de cuatro núcleos de alta eficiencia sumaba 2 MB de caché L2. Con Raptor Lake-S esas cifras aumentan hasta un total de 2 MB de caché L2 por núcleo de alto rendimiento y 4 MB de caché L2 por cada bloque de cuatro núcleos de alta eficiencia. La caché L3 también ha aumentado en 6 MB frente a la generación anterior. No se han producido cambios importantes a nivel de arquitectura en los núcleos de alto rendimiento, y tampoco en los de alta eficiencia, más allá de lo que ya os he explicado.
La capacidad multihilo del Intel Core i9-13900K ha aumentado gracias a la integración de 8 núcleos más de alta eficiencia, lo que nos deja un total de 16. Comparado con el Intel Core i9-12900K esto equivale a un 50% más de núcleos de alta eficiencia, y como veremos más adelante le ha permitido a Intel mejorar notablemente el rendimiento en aplicaciones capaces de ofrecer un alto grado de paralelización.
También se ha mejorado la latencia de la memoria, la velocidad del sistema de comunicación de los núcleos y el algoritmo L2P de precaptación de la caché L2, algo que debería mejorar el rendimiento de la misma. La frecuencia de trabajo se ha incrementado también de manera sustancial, aunque sobre ello hablaremos más adelante, puesto que es un tema que depende mucho del escalado del modo turbo.
Los núcleos de alto rendimiento están diseñados para ocuparse de cargas de trabajo intensivas que tengan una mayor dependencia del rendimiento monohilo, como juegos y aplicaciones profesionales exigentes, mientras que los núcleos de alta eficiencia están diseñados para encargarse de aquellas tareas menos intensivas, como la navegación web, la ofimática y también de las que quedan en segundo plano.
Suena bien, ¿pero cómo se ajusta y reparte de forma eficiente la carga de trabajo entre ambos bloques de núcleos? De esto se ocupa el Intel Thread Director, que es el mismo director de orquesta del que ya os hablamos cuando se produjo la presentación de Alder Lake-S. La idea es la misma que vimos entonces, se trata de un sistema que reparte de forma inteligente la carga de trabajo entre los núcleos de alto rendimiento y los de alta eficiencia, pero en los Core Gen13 ha recibido mejoras importantes.
Intel lo ha presentado como un Thread Director de segunda generación, y ha destacado como mejoras clave el uso de aprendizaje profundo para mejorar la distribución de hilos, una gestión optimizada de los servicios en segundo plano frente a las tareas iniciadas por el usuario que pasan a segundo plano (disponible en Windows 11 22H2).
Es importante recordar que Intel Thread Director trabaja tanto a nivel de hardware como de software, y sigue decidiendo en tiempo real, y en función de las variaciones que se produzcan en la carga de trabajo que estemos afrontando, cómo se repartirán los diferentes hilos de ejecución. La regla general sigue siendo dar prioridad a los núcleos de alto rendimiento para las tareas más exigentes, y dejar los núcleos de alta eficiencia para las tareas en segundo plano. Si es necesario, todos los núcleos e hilos pueden funcionar al mismo tiempo sin ningún problema, y a pleno rendimiento.
La controladora de memoria que integra el Intel Core i9-13900K es común a todos los Raptor Lake-S. Soporta DDR4 a 3.200 MHz y DDR5 a 5.600 MHz, aunque podemos alcanzar velocidades superiores utilizando perfiles Intel XMP 3.0, siempre en configuraciones de uno o dos canales (single channel o dual channel). Tened en cuenta que al utilizar memoria DDR5 esta indica en algunas pruebas que está configurada en cuádruple canal, pero no es correcto, es una referencia que se produce porque esta trabaja con dos canales de 32 bits de datos y 8 bits ECC por módulo, a diferencia de la DDR4 que funciona con un canal de 64 bits por módulo.
¿Qué implica esto en términos de rendimiento? Se mantiene el mismo ancho de banda siempre que la RAM trabaje a la misma frecuencia, pero la DDR5 tiene la ventaja de que cada uno de esos canales puede ejecutar dos accesos independientes de forma simultánea, lo que significa que en ciertos escenarios el rendimiento es algo mejor. En cualquier caso, lo importante es que cuando utilizamos DDR4 o DDR5 tenemos el mismo bus de 128 bits aunque en el segundo caso se indique erróneamente esa referencia a cuádruple canal.
El Intel Core i9-13900K ofrece un total de 16 líneas PCIe Gen5 y 4 líneas PCIe Gen4, lo que significa que no introduce ningún cambio en este sentido frente al Intel Core i9-12900K. En el fondo tampoco era necesario, ya que lo importante es que seguimos teniendo una configuración de última generación que nos permitirá aprovechar tanto las tarjetas gráficas más potentes que existen a día de hoy, como la GeForce RTX 4090, como aquellas que llegarán en los próximos años.
A nivel externo, el Intel Core i9-13900K no presenta ninguna diferencia importante frente a la generación anterior. El IHS parece idéntico, algo totalmente comprensible y necesario para poder mantener una compatibilidad total con los sistemas de refrigeración existentes para el socket LGA1700. Os puedo confirmar que no tuve ningún problema en este sentido para utilizar el mismo kit de refrigeración líquida AIO que empleé con los Core Gen12.
Intel Core i5-13600K frente a Intel Core i5-12600K
Repetimos comparativa centrándonos en las especificaciones de los Intel Core i5-13600K e Intel Core i5-12600K. Como ocurrió con el Intel Core i9-13900K, esto nos permitirá ver las diferencias que existen entre ambos procesadores, y tendremos la base necesaria para valorar debidamente las mejoras que ha introducido el gigante del chip en este nuevo procesador de la serie Core Gen13.
Intel Core i5-13600K
- Arquitectura Raptor Cove en núcleos de alto rendimiento, y Gracemont en los núcleos de alta eficiencia.
- Fabricado en el nodo Intel 7 (10 nm SuperFin de tercera generación).
- Seis núcleos de alto rendimiento y doce hilos a 3,5 GHz-5,1 GHz, modo normal y turbo.
- Ocho núcleos de alta eficiencia a 2,6 GHz-3,9 GHz, modo normal y turbo.
- Puede manejar 20 hilos de forma simultánea.
- GPU Intel UHD Graphics 770 (Xe Gen12).
- Soporta memoria DDR4 a 3.200 MHz y DDR5 a 5.600 MHz de forma nativa.
- Integra un sistema PCIE Gen5 con hasta 16 líneas, y PCIE Gen4 con hasta 4 líneas.
- Multiplicador desbloqueado (soporta overclock).
- 24 MB de caché L3.
- 20 MB de caché L2.
- TDP base de 125 vatios.
- Compatible con el socket LGA 1700 y chipset serie 600 y serie 700.
- Precio: 438,99 euros.
Intel Core i5-12600K
- Arquitectura Golden Cove en núcleos de alto rendimiento, y Gracemont en los núcleos de alta eficiencia.
- Fabricado en el nodo Intel 7 (10 nm SuperFin de segunda generación).
- Seis núcleos de alto rendimiento y doce hilos a 3,7 GHz-4,9 GHz, modo normal y turbo, y cuatro núcleos de alta eficiencia a 2,8 GHz-3,6 GHz, modo normal y turbo.
- GPU Intel UHD Graphics 770 (Xe Gen12).
- Soporta memoria DDR4 y DDR5.
- Integra un sistema PCIE Gen5 con hasta 16 líneas, y PCIE Gen4 con hasta 4 líneas.
- Multiplicador desbloqueado (soporta overclock).
- 20 MB de caché L3.
- 9,5 MB de caché L2.
- Alimentación base de 125 vatios.
- Compatible con el socket LGA 1700 y chipset serie 600.
- Precio de lanzamiento: 310,30 euros.
La comparativa no deja ninguna duda. El Intel Core i5-13600K mantiene el nodo Intel 7, lo que significa que estamos ante el proceso de 10 nm SuperFin, aunque en este caso es de tercera generación. La densidad de transistores que ha conseguido Intel con este nodo supera en más del doble al nodo de 7 nm de TSMC, así que estamos ante un proceso que, por méritos, propios, debe ser considerado como uno de los más avanzados del mundo.
El Intel Core i5-13600K incorpora los nuevos núcleos Raptor Cove, lo que significa que mejora el rendimiento monohilo hasta en un 15% frente al Intel Core i5-12600K. Dicha mejora de rendimiento se expresa también en términos brutos, porque incluye el incremento de las frecuencias de trabajo.
El rendimiento multihilo también ha mejorado gracias a la inclusión de cuatro núcleos más de alta eficiencia. Esto se dejará notar especialmente en pruebas de rendimiento que tengan una alta capacidad de paralelizado, y representan un valor interesante para aquellos que buscan un procesador equilibrado que sea capaz de ofrecer un buen rendimiento en juegos, donde prima más el rendimiento monohilo, y en aplicaciones profesionales.
Como vemos se mantiene la configuración de seis núcleos de alto rendimiento y doce hilos, pero el Intel Core i5-13600K es más potente tanto en monohilo como en multihilo gracias a las claves que ya os hemos contado. En este sentido es importante destacar el incremento de la caché L3, que sube a 24 MB, y el de la caché L2, que pasa de 9,5 MB a 20 MB.
Por lo demás no hay cambios importantes, ya que se mantienen las 16 líneas PCIe Gen5 y las 4 líneas PCIe Gen4, ofrece una compatibilidad total con los chipsets serie 600 (previa actualización de BIOS) y serie 700, integra una gráfica Intel UHD 770 y viene con controladoras de memoria DDR4 a 3.200 MHz y DDR5 a 5.600 MHz, aunque gracias a los perfiles Intel XMP 3.0 podrá utilizar memorias mucho más rápidas.
La iGPU Intel UHD 770 dispone de 32 unidades de ejecución, es compatible con DirectX 12, OpenGL 4.5 y OpenCL 2.1, permite utilizar conectores eDP 1.4b, DP 1.4a y HDMI 2.1, soporta hasta cuatro pantallas, ofrece resolución de hasta 7.680 x 4.320 píxeles con una tasa de refresco de 60 Hz y dispone de aceleración de códecs AV1 y HEVC. Es una solución muy avanzada para tratarse de una GPU integrada, de eso no hay duda.
Hay una diferencia clara en el precio de lanzamiento del Intel Core i5-13600K y el que tuvo el Intel Core i5-12600K, pero es algo que de nuevo podría justificarse por el incremento del máximo de núcleos e hilos, ya que el primero tiene cuatro núcleos más de alta eficiencia que el segundo.
Intel Core i5-13600K: análisis técnico
El Intel Core i5-13600K tiene, como su hermano mayor, un diseño de núcleo monolítico, con todo lo que ello implica. Todos los elementos clave para su funcionamiento vienen en una única pastilla de silicio, lo que minimiza la distancia entre ellos, mejora la comunicación y las latencias, simplifica el sistema de comunicación y elimina los clásicos problemas de la externalización y la coordinación de chiplets.
He utilizado la misma plantilla, a nivel de silicio, del Intel Core i9-13900K para mostraros cómo es el interior del Intel Core i5-13600K con más detalle. Las diferencias fundamentales están en dos claves, la reducción de núcleos de alto rendimiento, que pasan de 8 a 6, y de los núcleos de alta eficiencia, que pasan de 16 a 8. En total, el Intel Core i5-13600K tiene 14 núcleos y puede trabajar con 20 hilos de forma simultánea.
Esos cuatro núcleos adicionales de alta eficiencia le permitirán mejorar el rendimiento en multihilo frente al Intel Core i5-12600K, y de forma considerable. En monohilo la mejora también será palpable, y podría llegar como he dicho a un 15%. Todo lo que hemos dicho al hablar del Intel Core i9-13900K sería aplicable al Intel Core i5-13600K, lo que significa que tenemos un aumento de la caché L2, que sube a 4 MB por cada bloque de cuatro núcleos de alta eficiencia, y de la caché L3, que pasa a ser de 2 MB por cada núcleo de alto rendimiento.
Las mejoras a nivel de cachés y las que se han introducido en el Intel Thread Director de segunda generación están presentes en el Intel Core i5-13600K porque, al final, es una versión del Intel Core i9-13900K con menos núcleos e hilos que mantiene casi todas sus claves a nivel tecnológico, incluyendo el soporte de memoria DDR4 y DDR5 y la compatibilidad con los sistemas de refrigeración de la generación anterior, algo comprensible ya que al final tanto el IHS como el socket son idénticos.
Chipset Intel Z790 frente a Z690: un vistazo a la plataforma
Es el gran abanderado de la nueva generación de procesadores de Intel. Este chipset se sitúa como tope de gama dentro de la nueva serie de placas base que para CPUs Core Gen13 que están llegando al mercado pero son, en líneas generales, una evolución menor del chipset Z690. La plataforma Z790 nos permite hacer overclock a los procesadores serie «K» y «KF», lo que significa que es la mejor elección si vamos a montar un Intel Core i9-13900K, un Intel Core i7-13700K, un Intel Core i5-13600K o las versiones «KF» de esos tres chips.
En las dos imágenes adjuntas podéis ver las especificaciones del chipset Intel Z690 y las del Intel Z790, y sí, las diferencias entre ambos son mínimas como ya os he adelantado anteriormente. Lo más destacable es un aumento de las líneas PCIe Gen4, que pasa de 12 a 20 en el chipset Intel Z790, aunque como contrapartida se reducen las líneas PCIe Gen3, que pasan de 16 a 8. Las líneas PCIe Gen5 se mantienen, y se incrementan el máximo de puertos USB 3.2 Gen 2×2 (20 Gbps), que pasan de cuatro a cinco. Mención especial merece también la desaparición del soporte de la tecnología Intel Optane Memory,
Gracias a la aplicación Intel Extreme Tuning Utility es muy fácil hacer overclock a estos procesadores, ya que pone a nuestra disposición una interfaz muy sencilla e intuitiva y nos permite ajustar manualmente diferentes valores, ejecutar configuraciones núcleo a núcleo e incluso recurrir al overclock automático.
Si algo sale mal no tendremos nada que temer, el sistema volverá a los valores de fábrica para evitar daños y nos permitirá seguir buscando ese punto óptimo a nivel de frecuencias. Esto es un resumen de todo lo que podemos hacer con esta interesante herramienta:
- Aplicar distintos valores de overclock diferenciando por bloques de núcleos, e incluso núcleo a núcleo.
- Podemos deshabilitar núcleos concretos, tanto de alto rendimiento como de alta eficiencia, y de controlar el HyperThreading núcleo a núcleo.
- Utilizar perfiles Intel XMP 3.0 para hacer overclock a la memoria y utilizar el Intel Dynamic Memory Boost, un modo turbo que incrementa la velocidad de la memoria de forma automática.
- Ajustar voltajes y multiplicadores para hacer overclock manual, o recurrir al overclock automático.
- También podemos utilizarla como herramienta de monitorización de temperaturas, frecuencias y consumos.
Quiero destacar algo muy importante, y es que los Core Gen13 ya vienen con unas frecuencias de trabajo muy elevadas, y gracias al modo turbo alcanzan valores máximos todavía más altos. Esto hace que en muchos casos los valores máximos de overclock que podemos alcanzar sean bastante modestos, especialmente en los modelos más potentes, que vienen apurados al máximo gracias al agresivo Thermal Velocity Boost.
El chipset Intel Z790 nos permite disfrutar también de conectividad Wi-Fi 6E, de conectores Ethernet a 2,5 Gbps y de las tecnologías Intel Smart Sound, High Definition Audio y de Intel PTT que, como ya os dije anteriormente, nos permite cumplir con los requisitos de seguridad de Windows 11 aunque no tengamos un chip TPM 2.0.
Equipo de pruebas: un vistazo a los componentes utilizados
- Procesador Intel Core i9-13900K e Intel Core i5-13600K.
- Placa base GIGABYTE Z790 AERO G.
- Sistema de refrigeración líquida todo en uno Corsair iCUE H150i Elite LCD con tres ventiladores de 120 mm.
- 32 GB de memoria DDR5 Kingston Fury a 5.200 MHz con latencias CL40.
- 32 GB de memoria DDR5 Corsair Vengeance RGB a 6.000 MHz con latencias CL40.
- Unidad Crucial SSD de 480 GB.
- Unidad SSD WD Black SN850 de 2 TB con interfaz PCIe Gen4 x4, capaz de alcanzar velocidades de 7.000 MB/s y 5.300 MB/s en lectura y escritura secuencial.
- Tarjeta gráfica GeForce RTX 4090 Founders Edition.
- Fuente de alimentación Corsair HX1500i de 1.500 vatios con certificación 80 Plus Platinum.
- Windows 11 actualizado a la última versión disponible.
- Pasta térmica Corsair XTM70.
Especificaciones de la GeForce RTX 4090 FE
- GPU AD102 fabricada en proceso de 5 nm (TSMC).
- 76.300 millones de transistores.
- Graphics Processing Clusters (GPCs): 11.
- Texture Processing Clusters (TPCs): 64.
- 16.384 shaders a 2.235 MHz-2.520 MHz, modo normal y turbo.
- 512 unidades de texturizado.
- 176 unidades de rasterizado.
- 512 núcleos tensor de cuarta generación.
- 128 núcleos RT de tercera generación.
- Bus de 384 bits.
- 24 GB de memoria GDDR6X a 21 Gbps.
- Utiliza el estándar PCIe Gen4 en modo x16.
- Caché L2: 72 MB.
- Ancho de banda de 1,008 GB/s.
- Potencia en FP32: 82.58 TFLOPs.
- TGP: 450 vatios.
Para realizar mediciones de rendimiento, valorar la estabilidad y contrastar resultados he utilizado diferentes aplicaciones y herramientas, incluyendo FrameView, AIDA64 e Intel XTU. Esta última es una aplicación muy interesante y muy importante si tenemos un procesador Intel serie K, ya que nos permite hacer overclock de forma automática, afinar numerosos aspectos del procesador, aplicar overclock de forma manual y monitorizar las temperaturas y los consumos. También nos muestra cuándo se producen limitaciones derivadas del exceso de calor (thermal throttling).
Intel Core i9-13900K: rendimiento en pruebas sintéticas y profesionales
Para comprobar la estabilidad del sistema recurrir a todo un clásico, la prueba que integra AIDA64, y que nos permite identificar posibles problemas de una manera sencilla, rápida y muy clara. El Intel Core i9-13900K mantuvo una estabilidad total y no dio el más mínimo problema, aunque los valores de temperatura fueron elevados y la propia prueba indicó situaciones de calor elevado.
No es un problema porque, al final, el Intel Core i9-13900K es un procesador que está diseñado para trabajar de esa manera cuando funciona al 100% de carga, es decir, ajusta las frecuencias en tiempo real y de forma dinámica para ofrecer el máximo rendimiento posible manteniéndose siempre en la franja de los 96-100 grados.
Es algo que ya os he comentado en ocasiones anteriores, y que es consecuencia directa del modo turbo. En cualquier caso, lo importante es que este procesador no dio ningún problema de estabilidad durante mis pruebas, ni siquiera con Cinebench R23, y que esas temperaturas están dentro de lo que cabe esperar cuando el Intel Core i9-13900K funciona al 100% de carga.
Con esto claro, abrimos la ronda de pruebas sintéticas y profesionales con todo un clásico, Cinebench R23. En monohilo el Intel Core i9-13900K consigue 880 puntos y en multihilo alcanza los 16.120 puntos, cifras que superan a los 780 puntos en monohilo y 15.834 puntos que logró el Ryzen 9 7950X en dicha prueba.
En Cinebench R23 el Intel Core i9-13900K supera al Ryzen 9 7950X en monohilo, porque consigue 2.090 puntos mientras que la solución de AMD quedó en 1.987 puntos. Sin embargo, en multihilo es el Ryzen 9 7950X el que logra la victoria, ya que obtuvo 37.524 puntos, y el chip de Intel quedó en 37.078 puntos. Las diferencias son pequeñas, pero confirman una realidad muy clara, que Intel gana en monohilo con Raptor Lake-S, y que AMD se impone en multihilo.
En la gráfica adjunta podéis ver mejor las diferencias porcentuales entre ambos procesadores. El Intel Core i9-13900K es un 5,18% más rápido en monohilo, y el Ryzen 9 7950X es un 1,2% más rápido que el anterior en multihilo. Esto dice mucho a favor de los 16 núcleos E del chip Intel, ya que el Intel Core i9-13900K solo tiene 8 núcleos de alto rendimiento (núcleos P).
Vamos ahora a ver el rendimiento en PassMark. Esta prueba es un referente excelente para valorar el rendimiento global de un procesador, y para compararlo fácilmente con otras CPUs. El Intel Core i9-13900K pierde frente al Ryzen 9 7950X por una diferencia de casi 10.000 puntos, pero si analizamos cada uno de los subapartados veremos una cosa importante, y es que el chip de Intel gana en rendimiento monohilo.
No hay duda de que en esta prueba los núcleos de alta eficiencia del Intel Core i9-13900K son los que han inclinado la balanza a favor del Ryzen 9 7950X. Con todo, el resultado de aquél es excelente, ya que supera de largo los 43.940 puntos del Intel Core i9-12900K, y su rendimiento monohilo, que alcanzó los 4.098 puntos.
En V-ray bajo el modo CPU tenemos un resultado muy bueno y claramente superior al Core i9-12900K, aunque inferior a la puntuación que obtuvo en nuestras pruebas el Ryzen 9 7950X (29.698 puntos). La diferencia es considerable, y esto se debe a que la configuración de 16 núcleos de alto rendimiento del procesador de AMD escalan mejor en esta prueba.
En la prueba CPU AES de AIDA 64 se repite la misma tónica, el Intel Core i9-13900K logra una puntuación excelente como podemos ver en la imagen adjunta, pero se sitúa muy por detrás del Ryzen 9 7950X, que consigue 383.232 MB/s.
En la prueba de memoria y caché de AIDA64 tenemos unos valores muy buenos por parte del Intel Core i9-13900K, que a pesar de estar configurado con DDR5 a 5.200 MHz supera en velocidad de lectura y copia al Ryzen 9 7950X configurado con DDR5 a 6 GHz, aunque el chip Intel registra peores latencias. Los resultados de la prueba de cachés que obtiene el Intel Core i9-13900K son especialmente buenos en las de primer nivel (L1).
Nos toca ahora ver los resultados en Blender, una prueba que mide el rendimiento en muestras por minuto. El Intel Core i9-13900K ha conseguido unos resultados muy buenos que lo colocan solo un poco por debajo del Ryzen 9 7950X. Las diferencias son muy pequeñas, ya que el chip de AMD obtiene 13 muestras más en «monster», 17 muestras más en «junkshop» y 11 muestras más en «classroom».
Como venimos haciendo en los análisis más recientes hemos sometido al Intel Core i9-13900K a la prueba CPU de 3DMark. Esto nos permite analizar el escalado del modo turbo y de las frecuencias en función de la cantidad de hilos de trabajo que deba afrontar el procesador.
Es evidente que al trabajar con menos hilos el Intel Core i9-13900K alcanza frecuencias más altas y tiene temperaturas más frescas, pero vamos a verlo todo al detalle para tener más claro qué puede dar de sí este procesador.
Antes de empezar os confirmo que este procesador vence al Ryzen 9 7950X en esta prueba en rendimiento monohilo (1.108 puntos frente a 1.182 puntos), en dos hilos (2.170 puntos frente a 2.349 puntos), en cuatro hilos (4.253 puntos frente a 4.627 puntos) y en ocho hilos (7.606 puntos frente a 8.757 puntos), pero pierde en las pruebas de 16 hilos y de máximo de hilos.
- Con un hilo activo la frecuencia de trabajo se sitúa en 5.764 MHz, y la temperatura alcanza los 68,84 grados, aunque con picos a la baja importantes.
- Con dos hilos activos la frecuencia es totalmente estable a 5.500 MHz, y la temperatura fluctúa bastante pero alcanza los 73,70 grados.
- Con cuatro hilos activos la velocidad de trabajo se vuelve a mantener estable en 5.500 MHz, y las temperaturas apenas suben a 78,20 grados.
- Con ocho hilos activos la frecuencia de trabajo sigue siendo estable a 5.500 MHz, y las temperaturas suben a 82,85 grados.
- Con 16 hilos activos seguimos sin cambios en la frecuencia de trabajo, que se mantiene en 5.500 MHz estables, y la temperatura sube a 84,50 grados.
- Con todos los hilos activos se repite el máximo de 5.500 MHz de frecuencia, pero la temperatura sube hasta los 87,40 grados.
Podéis ampliar las imágenes adjuntas haciendo clic en ellas para ver con más detalle los resultados de la prueba, y todos los datos clave.
Intel Core i9-13900K: rendimiento en juegos
Pasamos ahora a hablar del rendimiento en juegos. El Intel Core i9-13900K es el procesador con el mayor rendimiento en monohilo que existe a día de hoy en el mercado de consumo general, y como cabía esperar esto se deja notar en los resultados que hemos obtenido en juegos.
Antes de empezar tened en cuenta que he mantenido el uso de memoria DDR5 a 5.200 MHz para poder unificar los resultados de rendimiento con los del Core i9-12900K, lo que significa que el Intel Core i9-13900K ha estado en «desventaja» frente a los Ryzen serie 7000, ya que en el análisis de estos utilicé memoria DDR5 a 6 GHz.
Para que tengáis una idea clara de cómo afecta la velocidad de la memoria al rendimiento he añadido también unas pruebas con un kit de memoria Corsair Vengeance RGB de 32 GB de DDR5 a 6.000 MHz con latencias CL40, que es la más rápida para CPUs Intel que tenemos en el banco de pruebas. La velocidad de la memoria puede marcar una cierta diferencia en determinados títulos, especialmente en resoluciones bajas, pero pierde peso cuando nos movemos en resoluciones altas.
Como de costumbre, he centrado las pruebas en resoluciones 720p, 1080p, 1440p y 2160p porque, como ya sabrán nuestros lectores habituales, en bajas resoluciones (1440p e inferiores) es donde más se deja notar el impacto de la CPU, mientras que en 4K la GPU tiene mayor peso y el peso del procesador se reduce. Al mismo tiempo, probar juegos con esas resoluciones os permitirá ver cómo escala el rendimiento en función de la resolución, y cómo puede reducir el Intel Core i9-13900K el cuello de botella en 1440p, 1080p y 720p.
A día de hoy los juegos no escalan bien en CPUs con más de seis núcleos y doce hilos, así que ya os adelanto que el aumento de núcleos de alta eficiencia del Intel Core i9-13900K no tiene ningún impacto en estas pruebas, como tampoco lo tiene saltar de un Ryzen 7 7700X a un Ryzen 9 7950X si nuestro objetivo es jugar. Como os dije al principio, he utilizado una GeForce RTX 4090, una GPU tope de gama que necesita de una CPU muy potente para dar lo mejor de sí.
En Cyberpunk 2077 vemos que se produce un cuello de botella claro en resoluciones 720p y 1080p, y que este se va aliviando en 1440p y se supera por completo en 4K. Si comparamos los datos de rendimiento con los del Ryzen 9 7950X, configurado con memoria DDR5 a 6 GHz, vemos que el Intel Core i9-13900K gana con una diferencia importante en 720p, 1080p y 1440p, y eso a pesar de que lo hemos analizado con memoria DDR5 a 5.200 MHz. En 4K gana el chip de Intel por solo 2 FPS, una diferencia mínima.
Saltamos ahora a ver el rendimiento en Death Stranding, un juego que he incluido en las últimas comparativas porque es uno de los mejores para representar de forma gráfica lo que supone un cuello de botella a nivel CPU. El Intel Core i9-13900K supera de nuevo al Ryzen 9 7950X en todas las resoluciones utilizadas, y en este caso la diferencia en 4K es más grande de lo que esperaba. Creo que esto se debe a que el modo turbo del chip de Intel escala mejor, y a que este juego sigue teniendo una dependencia importante de la CPU incluso en 4K.
Vamos ahora con Shadow of the Tomb Raider, un juego donde el Intel Core i9-13900K consigue otra clara victoria frente al Ryzen 9 7950X, y en todas las resoluciones. Los números hablan por sí solos, y la victoria es clara incluso en 4K. La GeForce RTX 4090 escala y rinde mucho mejor con este nuevo procesador de Intel en Shadow of the Tomb Raider.
En Metro Exodus Enhanced Edition ocurre precisamente todo lo contrario, el Ryzen 9 7950X supera al Intel Core i9-13900K en 720p, 1080p y 1440p, pero este último gana en 4K. Podemos ver un cuello de botella enorme en este juego, y unos resultados bastante curiosos cuando utilizamos el benchmark integrado.
Como estos resultados son un poco extraños y no terminan de reflejar el rendimiento real quiero compartir con vosotros otra prueba de rendimiento utilizando juego real, concretamente la primera parte de la sección que tenemos al iniciar la primera misión. En esta comparativa os acompaño los datos que obtuve al analizar la GeForce RTX 4090 con el Core i5-12600K para que os sirva como referencia.
El Intel Core i9-13900K vence en 1080p con DLSS en modo calidad y también en 1440p, ya que rinde mejor con DLSS en modo equilibrado que su rival con el DLSS en modo equilibrado. Curiosamente, pierde por 2 FPS en 4K con DLSS en modo rendimiento, pero haciendo una media la victoria que consigue es muy clara.
Gears V es un juego que escala muy bien en el Intel Core i9-13900K incluso en resoluciones bajas. Como podemos ver en las gráficas adjuntas vence al Ryzen 9 7950X en 720p, 1080p y 1440p, y empata con este en 2160p, aunque esa mejora de rendimiento que tenemos en 720 y en 1080p tiene un efecto muy curioso, ya que acentúa el cuello de botella que vemos entre ambas resoluciones.
Nos vamos ahora a ver el rendimiento del Intel Core i9-13900K en Red Dead Redemption 2. En este título vemos una victoria del Ryzen 9 7950X por la mínima en 720p, pero el Intel Core i9-13900K gana en el resto de resoluciones, y logra incluso 2 FPS más en 4K. Este tipo de diferencias en 4K pueden deberse a factores como la temperatura ambiental o a pormenores del hardware y de la configuración, pero ambos procesadores se probaron con la misma temperatura ambiental, el mismo sistema operativo y el Ryzen 9 7950X tuvo, de hecho, la ventaja de estar acompañado de memoria DDR5 a 6.000 MHz.
Intel Core i9-13900K frente a Ryzen 9 7950X en juegos: rendimiento relativo
Haciendo una media de todos los juegos que he utilizado en este análisis es posible calcular la diferencia porcentual de rendimiento que existe entre ambos procesadores. Incluso con memoria DDR5 a 5.200 MHz el Intel Core i9-13900K supera al Ryzen 9 7950X en todas las resoluciones utilizadas, como podemos ver en la gráfica adjunta.
En 720p el Intel Core i9-13900K gana por un 2,3%, mientras que en 1080p la diferencia sube a un 6,51%. En 1440p registramos la diferencia más grande con un 8,74% a favor del Intel Core i9-13900K, y en 4K tenemos una diferencia del 7,05%.
Sé que en resolución 4K la dependencia del procesador se reduce por el peso que cae sobre la GPU, pero no debemos olvidarnos de que hemos utilizado una GeForce RTX 4090, una tarjeta gráfica tan potente que hace que mover juegos en 4K sea como dar un paseo por el parque, y que por tanto esto influye en el impacto que tiene la CPU incluso en dicha resolución.
Intel Core i9-13900K: overclock, consumo y temperaturas
Los valores de temperatura que registra el Intel Core i9-13900K son muy buenos cuando trabaja con poca carga, y también cuando solo se utiliza un hilo o cuando mueve juegos actuales, como podemos ver en la gráfica adjunta. Sin embargo, esas temperaturas se disparan cuando tiene que trabajar a plena carga, donde registra una media máxima de 98 grados, aunque toca los 100 grados en más de una ocasión. Este representa el peor escenario posible, y también el menos frecuente, así que tenedlo en cuenta.
En cuanto al consumo, en líneas generales se mantiene la misma tónica que hemos visto anteriormente, el Intel Core i9-13900K tiene un consumo bastante razonable tanto en monohilo como cuando mueve juegos actuales, aunque es un poco más «tragón» que el Ryzen 9 7950X. Sin embargo, cuando le exigimos que dé su máximo rendimiento afrontando una carga del 100% el consumo se dispara y se mueve en medias de 309 vatios, lo que significa que consume 84 vatios más que la solución de AMD.
El Intel Core i9-13900K es un procesador que ya trabaja de stock a unas frecuencias de trabajo muy altas, y tiene un modo turbo que escala de maravilla como hemos podido ver. Esto tiene una contrapartida, y es que sus valores de consumo son elevados, y también sus temperaturas máximas, como hemos podido ver.
En conjunto, todo esto limita las posibilidades de hacer overclock de forma segura, y hace que, en mi opinión, no merezca realmente la pena, porque aunque podemos subir las frecuencias fácilmente con la Intel XTU, esa subida solo será estable cuando la CPU no trabaje al 100% de carga, e incluso en esos casos estaremos disparando el consumo y el rendimiento para conseguir una mejora de rendimiento mínima.
Lo que sí merece la pena es activar el Intel Thermal Velocity Boost y la optimización de frecuencias automática, ya que esto nos dará una pequeña mejora de rendimiento con un impacto mínimo en el consumo y la temperatura de trabajo. En las imágenes adjuntas os dejo algunos resultados de rendimiento con ambas opciones activadas.
Como podemos ver en la imagen superior, gracias a la optimización de frecuencias y al Thermal Velocity Boost el Intel Core i9-13900K logra superar al Ryzen 9 7950X en Cinebench R23 bajo multihilo, y rompe la barrera de los 38.200 puntos. En monohilo la mejora es menos marcada, pero perceptible, ya que deja al Intel Core i9-13900K a las puertas de los 2.100 puntos.
Rendimiento del Intel Core i9-13900K con memorias DDR5 a 6 GHz
Como os dije al inicio de las pruebas de rendimiento en juegos, he centrado el análisis del Intel Core i9-13900K para poder unificar resultados con el Core i9-12900K en las pruebas de rendimiento sintéticas y profesionales, lo que os permitirá consultar dicho análisis y comparar de forma directa, y también para que podamos hacer lo mismo con el Intel Core i5-13600K y el Core i5-12600K, un procesador este último que utilizamos también en su momento en el análisis de la GeForce RTX 4090.
No obstante quiero daros una visión más amplia del rendimiento que puede ofrecer el Intel Core i9-13900K cuando se acompaña de memoria RAM más rápida, y de cómo esta puede ayudarle a escalar en rendimiento. Por ello he realizado también algunas pruebas utilizando un kit de memoria DDR5 Corsair Vengeance RGB de 32 GB que funciona a 6.000 MHz y tiene latencias CL40. La diferencia frente al kit Kingston Fury es de 800 MHz, ya que ambos tienen las mismas latencias.
El uso de RAM a 6.000 MHz mejora ligeramente el rendimiento en Cinebench R23, y es suficiente para hacer que el Intel Core i9-13900K sea capaz de superar al Ryzen 9 7950X en multihilo, gracias a ese efecto acumulativo que se produce al sumar esa pequeña mejora de rendimiento. En monohilo el rendimiento pasa de 2.090 puntos a 2.111 puntos, y en multihilo sube de 37.078 puntos a 38.660 puntos.
En la prueba CPU AES de AIDA64 también tenemos una leve mejora de rendimiento, y en la prueba de memoria y cachés se produce un salto importante como cabía esperar, no solo en el ancho de banda de la memoria en lectura, escritura y copia, sino también en la latencia, que mejora significativamente, lo que significa que las Corsair Vengeance RGB que hemos utilizado están mejor afinadas.
Echando un vistazo al rendimiento en juegos nos encontramos con una mejora palpable, aunque esta se deja notar sobre todo bajas resoluciones. En Cyberpunk 2077 ganamos 5 FPS en 720p al utilizar memoria DDR5 a 6.000 MHz, y el rendimiento mejora también en 5 FPS con dicho tipo de memoria. Al subir la resolución a 1440p y 4K la mejora es de solo 1 FPS. No son diferencias importantes, ¿pero qué ocurre en otros juegos?
Con Red Dead Redemption 2 se mantiene la misma tónica, ya que tenemos una mejora de rendimiento de 5 FPS en 720p al utilizar DDR5 a 6.000 MHz, y de 2 FPS en resolución 1080p. El rendimiento no varía en 1440p ni en 2160p, lo que significa que en esas resoluciones el impacto de la velocidad de la memoria RAM es nulo en este juego.
En Shadow of the Tomb Raider el escalado de rendimiento que conseguimos con la memoria RAM a 6.000 MHz es bueno. En 720p la mejora es de solo 2 FPS, pero en 1080p ganamos 8 FPS y en 1440p la ganancia es de 7 FPS. En 2160 la diferencia es mínima, como cabía esperar, solo conseguimos 1 FPS.
Intel Core i5-13600K: rendimiento en pruebas sintéticas
El Intel Core i5-13600K es un procesador que tiene una configuración de 6 núcleos Raptor Cove, también conocidos como de alto rendimiento, y 8 núcleos Gracemont, conocidos como núcleos de alta eficiencia. En total suma 14 núcleos y puede manejar 20 hilos, lo que lo convierte en rival directo del Ryzen 7 7700X.
En este caso no fue necesario realizar una prueba de estabilidad porque es un chip mucho más fresco, con unas frecuencias menos apuradas y con un consumo más reducido que el Intel Core i9-13900K. Durante mis pruebas no tuve el más mínimo problema con la plataforma utilizada, y el modo turbo fue capaz de llevar todos los núcleos a un máximo de 5,1 GHz, y de mantenerlos a esa frecuencia de forma totalmente estable incluso con un 100% de carga.
Empezamos la ronda de pruebas con todo un clásico, CPU-Z. El Intel Core i5-13600K ha superado sin problemas los resultados del Ryzen 7 7700X, ya que obtiene 811 puntos en monohilo y 9.570 puntos en multihilo, mientras que la solución de AMD consiguió casi 770 puntos en monohilo y 8.030 puntos en multihilo.
Vamos ahora a por Cinebench R23. En esta prueba la cosa está muy ajustada en rendimiento monohilo, pero el Intel Core i5-13600K logra una victoria por la mínima, ya que consigue 1.971 puntos frente a los 1.966 puntos del Ryzen 7 7700X. En multihilo el Intel Core i5-13600K gana de forma muy clara con 23.595 puntos, mientras que la alternativa de AMD queda en 19.635 puntos.
No hay duda de que el haber integrado 8 núcleos de alta eficiencia en el Intel Core i5-13600K ha marcado una gran diferencia en multihilo. A efectos comparativos basta recordar que el Intel Core i5-12600K, que tiene 6 núcleos de alto rendimiento y 4 núcleos de alta eficiencia, obtuvo en Cinebench R23 bajo multihilo de 16.906 puntos.
Como podemos ver en la gráfica adjunta, el Intel Core i5-13600K vence al Ryzen 7 7700X por solo un 0,25% en la prueba monohilo de Cinebench R23, pero la diferencia entre ambos en multihilo sube hasta un 20,17% a favor del chip de Intel, algo comprensible ya que este último tiene 14 núcleos.
Como dije anteriormente, la clave de esta importante mejora en multihilo viene motivada por esos 4 núcleos de alta eficiencia adicionales que ha montado Intel en este nuevo procesador, y también por el rendimiento acumulado que supone el aumento de IPC y de frecuencias de trabajo.
En PassMark tenemos un resultado muy interesante, ya que el Intel Core i5-13600K pierde frente al Ryzen 7 7700X en puntuación global, aunque logra vencer al chip de AMD en algunas pruebas específicas, como en la de operaciones de coma flotante, donde le saca más de 10.000 puntos, y en números primos. En cualquier caso, la diferencia total es pequeña, y ambos posicionan en la categoría del 97%. A efectos comparativos, el Intel Core i5-12600K posicionaba en la categoría del 93%, y obtuvo 29.320 puntos.
Nos toca repasar ahora la puntuación obtenida en V-ray, y tenemos un combate muy reñido entre el Intel Core i5-13600K y el Ryzen 7 7700X, ya que el primero consiguió 15.799 «vsamples» y el segundo 15.289 «vsamples». El chip de Intel es ligeramente superior, algo curioso porque este procesador tiene 6 núcleos más que el Ryzen 7 7700X, aunque estos son de alta eficiencia y no de alto rendimiento. Es un resultado que dice mucho en este sentido.
La prueba CPU AES de AIDA 64 coloca al Intel Core i5-13600K por encima del Core i9-11900K, pero por debajo del Ryzen 7 7700X, porque este último obtuvo una puntuación de 195.841 MB/s. La diferencia entre ambos es considerable, y en este caso tenemos una victoria clara para el Ryzen. Con todo, esos 175.426 MB/s no están nada mal.
En la prueba de memoria de AIDA 64 vemos que el Intel Core i5-13600K consigue unos valores muy buenos a pesar de utilizar DDR5 a 5.200 MHz, y es que logra superar al Ryzen 7 7700X configurado con DDR5 a 6 GHz en lectura y copia, aunque tiene una latencia más elevada, puesto que supera los 83 nanosegundos. Los valores de caché L1 son excelentes, pero los de las cachés L2 y L3 quedan también por detrás del chip de AMD.
Saltamos ahora a ver los resultados en Blender, y nos hemos llevado una sorpresa porque el Intel Core i5-13600K ha superado en todos los escenarios al Ryzen 7 7700X. No hay duda de que los núcleos de alta eficiencia tienen más empuje de lo que parece, aunque las diferencias entre ambos tampoco llegan a ser muy grandes. En «monster» el chip de Intel gana por casi 16 muestras, en «junkshop» vence por 6 muestras más y en «classroom» se impone por casi 6 muestras más.
Finalizamos las pruebas de rendimiento sintético con 3DMark CPU. Este test nos permitirá ver no solo el rendimiento del Intel Core i5-13600K con diferentes cargas de trabajo, sino que también nos dará información sobre el escalado de las temperaturas y del modo turbo en función del número de hilos que esté manejando.
Comparado con el Ryzen 7 7700X vemos que el Intel Core i5-13600K pierde en las pruebas de rendimiento monohilo, dos hilos, cuatro hilos y ocho hilos, pero gana en las pruebas de rendimiento con 16 hilos y con el máximo número posible de hilos. Esto tiene una explicación, y es que el modo turbo del Intel Core i5-13600K se mantiene siempre en 5,1 GHz, mientras que el chip de AMD oscila entre los 5,3 y los 5,5 GHz, dependiendo del total de hilos activos.
- Con un hilo activo la frecuencia se mantiene estable en 5,1 GHz y la temperatura oscila bastante, pero tiene un pico de 62,62 grados.
- Con dos hilos activos la frecuencia se mantiene de nuevo en 5,1 GHz, y la temperatura sigue oscilando bastante. Su pico máximo fue de 69,93 grados.
- Con cuatro hilos activos se repite la misma tónica, 5,1 GHz totalmente estables de frecuencia de trabajo y un pico de temperatura de 69,96 grados.
- Con ocho hilos activos de nuevo 5,1 GHz de frecuencia inamovible y pequeñas oscilaciones en la temperatura, con un pico de 76,92 grados.
- Con 16 hilos activos sin cambios en la velocidad de trabajo, que se mantiene en 5,1 GHz, y con una leve subida de las temperaturas que nos lleva a los 77,90 grados.
- Con todos los hilos activos la prueba más exigente, y sin embargo se mantienen los 5,1 GHz totalmente estables. La temperatura sube a un máximo de 80,95 grados.
Podéis ampliar la galería adjunta haciendo clic en cualquiera de las imágenes.
Intel Core i5-13600K: rendimiento en juegos
Las pruebas que vais a ver a continuación se han realizado con el Intel Core i5-13600K a frecuencias de stock y con memoria DDR5 a 5.200 MHz, pero os he preparado también una sección dedicada a probar el rendimiento de dicho procesador con las Corsair Vengeance RGB a 6.000 MHz, utilizando juegos y pruebas sintéticas, así que no os preocupéis.
Tened en cuenta que en todos los casos que vamos a ver a continuación el Intel Core i5-13600K ha estado en desventaja frente al Ryzen 7 7700X, ya que este último se probó con DDR5 a 6.000 MHz. He repetido la batería de pruebas que vimos con el Core i9-13900K, que son de hecho las mismas que utilicé con el Ryzen 7 7700X, todo con el fin de poder establecer una comparativa unificada y justa, salvo por la diferencia de velocidad de la RAM.
Como ya os he dicho en ocasiones anteriores el procesador puede marcar una diferencia importante en juegos cuando se ejecutan a bajas resoluciones. Por ello, hemos analizado el rendimiento utilizando resoluciones 720p, 1080p, 1440p y 2160p. En las dos primeras es donde la CPU tiene mayor impacto porque la GeForce RTX 4090 va sobradísima, aunque como veremos esta tarjeta gráfica es tan potente que incluso en 1440p y ocasionalmente, en 4K, podemos ver diferencias provocadas por la CPU.
Reitero también lo que os dije sobre el escalado de los juegos en CPUs con más de seis núcleos y doce hilos, y es que cuando llegamos a esa cifra en juegos prima más el IPC y la velocidad de trabajo que otra cosa. Lo veremos con detalle a continuación, ya que las diferencias de rendimiento que existen entre el Intel Core i9-13900K y el Intel Core i5-13600K se deben, principalmente, a que el primero alcanza frecuencias más elevadas en modo turbo (5,5 GHz frente a 5,1 GHz).
En Cyberpunk 2077 el Intel Core i5-13600K supera claramente al Ryzen 7 7700X en 720, 1080p y 1440p, y por una diferencia considerable. Esto dice mucho a favor del chip de Intel, sobre todo teniendo en cuenta que ha estado acompañado de DDR5 a 5.200 MHz, mientras que el Ryzen 7 7700X contaba con DDR5 a 6 GHz.
En Shadow of the Tomb Raider tenemos unos resultados muy interesantes. El Ryzen 7 7700X vence por una gran diferencia en 720p y se impone también en 1080p, pero el Intel Core i5-13600K gana en 1440p y en 2160p por una diferencia sustancial. Se aprecia un cuello de botella claro hasta que llegamos a 4K, ya que el rendimiento apenas se reduce al pasar de 720p a 1440p.
En Death Stranding la cosa está bastante ajustada y se aprecia también un cuello de botella enorme en resoluciones inferiores a 4K. El Intel Core i5-13600K escala un poco mejor y gana por poco al Ryzen 7 7700X en 1440p e inferiores, y logra una victoria mucho más sólida en 4K con esos 186 FPS de media, como podemos ver en las gráficas adjuntas.
En Gears 5 la cosa está muy igualada. El Intel Core i5-13600K pierde en 720p y en 1080p, gana en 1440p y pierde por 1 FPS en 4K. Las diferencias en todos los casos son muy pequeñas, pero teniendo en cuenta que el chip de Intel estaba configurado con DDR5 a 5.200 MHz creo que es justo darle la victoria, ya que con DDR5 a 6 GHz habría mejorado sus resultados.
Saltamos ahora a Red Dead Redemption 2, y de nuevo tenemos un auténtico duelo de titanes. El Intel Core i5-13600K pierde en 720p, pero gana en el resto de resoluciones al Ryzen 7 7700X, así que podemos hablar de una victoria más que evidente. Como veremos más adelante, al usar memoria DDR5 a 6 GHz la diferencia a favor del chip de Intel aumenta un poco más.
En el benchmark de Metro Exodus Enhanced Edition tenemos de nuevo un cuello de botella enorme y unos resultados que dan la victoria al Ryzen 7 7700X, aunque si comparamos con los datos de rendimiento que hemos obtenido al probarlo con una escena de juego real nos damos cuenta de que este puede escalar al movernos por diferentes localizaciones, y también al utilizar el trazado de rayos al máximo.
Comparando con los resultados que obtuvimos con el Intel Core i9-13900K vemos que las diferencias entre este y el Intel Core i5-13600K son casi nulas, aunque siendo estrictos hay que reconocer que el primero logra una victoria mínima. No me sorprende, ya que al final Metro Exodus Enhanced Edition tiene una dependencia enorme de la GPU, y no de la CPU.
Intel Core i5-13600K frente a Ryzen 7 7700X en juegos: rendimiento relativo
Analizando el rendimiento relativo en juegos, partiendo de la diferencia porcentual obtenida al sumar las tasas medias de fotogramas por segundo de todos los juegos que hemos utilizado en la comparativa, podemos ver que el Intel Core i5-13600K pierde por un 4,17% en 720p y por un 1,14% en 1080p frente al Ryzen 7 7700X, pero gana en 1440p por un 2,64% y en 2160p por un 4,99%.
Como hemos utilizado memoria DDR5 a 5.200 MHz con el Intel Core i5-13600K los resultados son muy positivos para este procesador, ya que como veremos más adelante mejora su rendimiento significativamente en 720p y 1080p cuando lo acompañamos de memoria DDR5 a 6 GHz, que fue precisamente la que utilizó el Ryzen 7 7700X.
En cualquier caso, lo importante es que al final ambos procesadores están bastante igualados, juegan en la misma liga y esto es bueno para nosotros, los consumidores, ya que significa que ambos van a librar un enfrentamiento épico. Una última nota antes de pasar al apartado siguiente, la diferencia que vemos de rendimiento en 4K es por lo que os he explicado anteriormente, se debe a la enorme potencia de la GeForce RTX 4090 y al hecho de que para esta algunos juegos son «poco exigentes» incluso a dicha resolución, lo que hace que la CPU todavía tenga bastante impacto.
Intel Core i5-13600K: overclock, consumo y temperaturas
En líneas generales podemos decir que el Intel Core i5-13600K registra unos valores de consumo bastante buenos en baja carga (escritorio) y en monohilo, pero tanto en Cyberpunk 2077 como en la prueba multihilo de Cinebench R23 registró unos consumos superiores a los del Ryzen 7 7700X, lo que significa que el chipo de AMD tiene una mayor eficiencia. La diferencia no es muy grande, pero es más que suficiente para dar la victoria en este sentido al Ryzen.
En lo que respecta a las temperaturas de trabajo se invierten los papeles, y el Intel Core i5-13600K vence claramente al Ryzen 7 7700X, ya que registra una media máxima de 84 grados en la prueba multihilo de Cinebench R23, mientras que el chip de AMD se disparaba casi de forma inmediata a los 95 grados. En la prueba de Cyberpunk 2077 los valores que obtuvo el Intel Core i5-13600K fueron también muy buenos, ya que registró 64 grados de media.
Os recuerdo que la temperatura de la prueba multihilo de Cinebench R23 representa el peor escenario posible, es decir, no es un escenario normal porque pocos usuarios utilizarán aplicaciones capaces de ponerlo al 100% de carga de forma sostenida durante largos periodos de tiempo, y los juegos actuales tampoco llegan a saturarlo por completo. Con esto quiero decir que esos 64 grados de media obtenidos en
Para mantener las temperaturas del Intel Core i5-13600K en valores óptimos os recomiendo contar con un kit AIO de refrigeración líquida de 240 mm, aunque lo ideal sería un kit de 360 mm porque, como os voy a explicar a continuación, podemos hacerle overclock muy fácilmente con la herramienta Intel XTU, y de forma totalmente segura.
A diferencia de lo que ocurría con el Intel Core i9-13900K, que ya viene muy apurado de casa y alcanza los 5,5 GHz en modo turbo con todos los núcleos activos, el Intel Core i5-13600K solo llega a 5,1 GHz y se mantiene en unos valores de consumo y de temperatura mucho más razonables. Esto hace que subir sus frecuencia sea muy fácil gracias a la herramienta Intel XTU. Solo tenemos que entrar en ella y elegir la opción de optimización automática.
Con ese sencillo ajuste no tendremos que tocar manualmente voltajes ni afinar nada más. Tras hacer un simple clic el Intel Core i5-13600K que hemos utilizado en este análisis subió a 5,3 GHz con todos los núcleos activos, lo que representa un overclock de 200 MHz en cada núcleo, y este se mantuvo de forma totalmente estable.
En la imagen adjunta podéis ver los resultados que obtuvo el Intel Core i5-13600K en Cinebench R23 tras ese aumento de 200 MHz en la velocidad de reloj. El rendimiento monohilo pasó de 1.971 puntos a 2.048 puntos, y el rendimiento multihilo subió de 23.595 a 24.887 puntos. Los valores de temperatura subieron hasta los 90 grados de media, y los de consumo se movieron en la franja de los 205 vatios (con al CPU a plena carga bajo la prueba Cinebench R23 multihilo), lo que significa que este overclock es totalmente seguro.
En CPU-Z también podemos ver que al hacer overclock al Intel Core i5-13600K y llevarlo a los 5,3 GHz las puntuaciones mejoran significativamente. El rendimiento monohilo pasa de 811 a 841 puntos, y el rendimiento multihilo pasa de 9.570 a 10.322 puntos.
He querido probar también cómo afecta este overclock a los juegos, y en Cyberpunk 2077 con resolución 1080p la tasa media de fotogramas por segundo fue de 192, lo que representa un aumento de 5 fotogramas por segundo frente a los 187 FPS que obtuvimos con el procesador a frecuencias de stock. No está nada mal, sobre todo si tenemos en cuenta que el impacto a nivel de temperaturas y de consumo es más que aceptable (en este juego aumentaron a 68 grados y 120 vatios), y que podemos hacer ese overclock con un simple clic.
Rendimiento del Intel Core i5-13600K con memoria DDR5 a 6 GHz
Lo prometido es deuda, os dije que íbamos a dedicar también un apartado a analizar el rendimiento del Intel Core i5-13600K con memoria DDR5 a 6 GHz. He utilizado el kit de memoria DDR5 Corsair Vengeance RGB de 32 GB que funciona a 6.000 MHz y tiene latencias CL40. Este kit funciona a 800 MHz más que el Kingston Fury, pero mantiene las latencias en un valor CL40.
En Cinebench R23 tenemos una pequeña mejora de rendimiento en monohilo, pero también una pequeña regresión en multihilo que, sin duda, debe haberse producido por una mera oscilación natural de resultados. No sorprende, ya que al final Cinebench R23 escala poco con la memoria RAM, y aún menos cuando superamos ciertos valores.
En la prueba CPU AES de AIDA 64 el impacto de utilizar DDR5 a 6 GHz es nulo, de hecho registramos una pérdida de 4 MB/s, algo que de nuevo puede atribuirse a una simple oscilación normal entre pruebas.
La prueba de memoria y cachés de AIDA 64 nos da los resultados que cabía esperar. Utilizar memoria DDR5 a 6 GHz mejora el ancho de banda en lectura, copia y escritura, y también reduce considerablemente la latencia, que baja de 83,6 nanosegundos a 76,2 nanosegundos.
En juegos se mantiene la tónica que ya habíamos visto al probar el Intel Core i9-13900K con memoria DDR5 a 6 GHz, esta ayuda a mejorar los resultados en 720p y 1080p, y en algunos casos también impulsa un poco el rendimiento en 1440p, pero su impacto es mínimo en resolución 4K.
Cyberpunk 2077 registra un aumento de 6 FPS en 720p al utilizar memoria DDR5 a 6 GHz, un incremento de 7 FPS en 1080p y un aumento de 1 FPS en 1440p, pero baja 1 FPS en 4K. Tened en cuenta que las diferencias en 1440p y 4K pueden deberse a una simple oscilación natural.
En Shadow of the Tomb Raider tenemos mejoras de rendimiento más marcadas gracias al uso de memoria DDR5 a 6 GHz. Con resolución 720p el rendimiento aumenta en 12 FPS, y en 1080p el incremento es también de 12 FPS. Cuando subimos la resolución a 1440p el rendimiento registra una mejora de 5 FPS con dicha memoria, y en 4K se mantiene el mismo resultado que obtuvimos con DDR5 a 5.200 MHz.
Por último vamos con los resultados de Red Dead Redemption 2. En este título la memoria DDR5 a 6 GHz eleva el rendimiento en 720p hasta los 201 FPS, lo que supone una subida de 17 FPS frente a la memoria DDR5 a 5.200 MHz. En 1080p la mejora es de 9 FPS, y en 1440p tenemos una mejora de 2 FPS. En 4K el rendimiento baja en 1 FPS, un cambio que de nuevo podemos atribuir a una simple fluctuación natural.
Con memoria DDR5 a 6 GHz el Intel Core i5-13600K mejora significativamente su rendimiento en 720p y 1080p. También vemos una mejora considerable en 1440p, y esto le permite superar al Ryzen 7 7700X en títulos como Red Dead Redemption 2, y recortar distancias frente a aquel en Shadow of the Tomb Raider bajo resoluciones 1080p y 720p.
Notas finales: Intel Raptor Lake-S lidera en monohilo, y mejora mucho en multihilo
Raptor Lake-S es, sin duda, la consagración del diseño híbrido que Intel utilizó en Alder Lake-S. Esta nueva generación no solo ha sido capaz de demostrar que dicho diseño funciona, y que fue todo un acierto por parte de Intel, sino que además resulta muy competitivo y es altamente escalable.
Lo hemos visto en el análisis, el aumento de núcleos eficientes en los Intel Core i9-13900K e Intel Core i5-13600K ha permitido a ambos competir e incluso superar en multihilo a los Ryzen 9 7950X y Ryzen 7 7700X, aunque es cierto que la cosa está bastante reñida entre los dos tope de gama de Intel y AMD, ya que ambos consiguen victorias importantes en determinadas pruebas.
Donde sí que no tenemos ninguna duda a la hora de dar como ganador a Intel es en rendimiento monohilo. El gigante del chip ha mejorado tanto en este sentido con Raptor Lake-S que el Intel Core i9-13900K es capaz de superar en juegos al Ryzen 9 7950X utilizando memoria DDR5 a 5.200 MHz, a pesar de que el segundo utilizaba memoria DDR5 a 6 GHz.
El Intel Core i5-13600K también logró resultados excelentes con memoria DDR5 a 5.200 MHz, y con memoria DDR5 a 6 GHz su rendimiento mejora tanto que logra superarlo en juegos, aunque la diferencia entre ambos no es muy grande. En multihilo intensivo gana el chip de Intel de una manera mucho más clara, y esto lo convierte en una opción más interesante para aquellos que utilizan el PC para algo más que jugar.
Intel ha conseguido una importante mejora de rendimiento con Raptor Lake-S, y esto se traduce en un salto generacional claro. Sin embargo, tenemos una contrapartida importante, y es que se ha producido un aumento de las temperaturas de trabajo y de los consumos. Como ya dije al analizar los Ryzen 7000 esto es normal, y en el caso de los Intel Core i9-13900K e Intel Core i5-13600K más aún, ya que Intel no solo ha aumentado las frecuencias de trabajo, también ha incrementado el número de núcleos.
Las temperaturas que registran ambos procesadores son mejores que los valores máximos de sus rivales directos. Es verdad que los consumos son superiores, pero también hay que tener en cuenta que lo compensan ofreciendo un rendimiento mayor, y que esto al final marca una diferencia importante, sobre todo en el caso del Core i5-13600K, que escala realmente bien cuando le hacemos overclock a 5,3 GHz y se aleja aún más del Ryzen 7 7700X.
La conclusión que podemos sacar de este análisis es muy clara, el Intel Core i9-13900K es el procesador de consumo general más potente que existe en monohilo, y en multihilo planta cara sin problemas al Ryzen 9 7950X, aunque no logra superarlo en todos los casos. Por su parte, el Intel Core i5-13600K es el procesador más potente de su categoría y de su rango de precios, y es una excelente opción para aquellos que quieran disfrutar del máximo rendimiento en juegos, y de un alto rendimiento en aplicaciones multihilo.
Rendimiento multihilo.
Se acerca a los 5,8 GHz en monohilo.
5,5 GHz con todos los núcleos activos.
Precio inferior al Ryzen 9 7950X.
Plataforma de última generación.
Consumo.
Rendimiento multihilo.
5,1 GHz totalmente estables a plena carga.
Overclock fácil y estable a 5,3 GHz.
Plataforma de última generación.
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