Google y Rebble alargan la vida del inolvidable Pebble

No muchos lo recuerdan, pero hace 10 años el de Pebble fue un caso de éxito, que tuvo una enorme influencia en posterior desarrollo de lo que hoy en día llamamos wearables. Y es que mucho antes de que los relojes inteligentes se convirtieran en una apuesta importante de muchos fabricantes de tecnología, un grupo de emprendedores vio el futuro de los smartwatches y, tras una completa campaña de estudio y diseño previos, se lanzó a las aguas del crowdfunding para intentar financiar su atrevido proyecto.

Esto ocurrió, como digo, a mitades de 2012 y, por una combinación de factores, el proyecto obtuvo una enorme relevancia, mucho mayor de la que sus creadores habían imaginado. Para que te puedas hacer una idea, el objetivo económico de la campaña en Kickstarter era alcanzar los 100.000 dólares. La recaudación concluyo con más de diez millones, y con miles de usuarios de todo el mundo esperando su primer reloj inteligente con los brazos abiertos. Un buen amigo, Andrés, se hizo con uno y, a día de hoy, lo conserva aún con mucho cariño.

¿La competencia? Solo Sony llevó su propuesta al mercado ese mismo año, Samsung lo hizo en 2013, LG en 2014 y, si te lo estás preguntando, el primer Apple Watch no llegó al mercado hasta 2015. Sin duda, el enorme apoyo logrado por Pebble fue interpretado por los fabricantes como la señal de que sí que existía demanda más que suficiente y, en consecuencia, podemos entender que fue este innovador proyecto el que dio el pistoletazo de salida masivo para la adopción de los relojes inteligentes.

Pocos años después, en 2015, la compañía volvió a intentarlo en Kickstarter, en esta ocasión con su PebbleTime. ¿El resultado? Un récord absoluto, pues la campaña logró superar los 20 millones de dólares. Poco después se anunció el primer Pebble con diseño redondo y, en general, las perspectivas de la compañía parecían insuperables. Pero entonces llegó Fitbit, que adquirió la compañía en noviembre de 2016. Los usuarios aún no lo sabían, pero había comenzado el principio del fin.

Y es que Pebble era muy dependiente de la nube, donde se llevaban a cabo gran parte de las acciones necesarias para que funcionaran los servicios de sus relojes. Fitbit anunció el cierre de los servidores pero, poco después, publicó una actualización del software que permitía que los dispositivos funcionaran de manera autónoma. De este modo, se garantizó su funcionamiento… pero las buenas noticias no suelen durar siempre, y finalmente Fitbit anunció el final del soporte para Pebble en junio de 2018.

Un año después, en 2019, Google inició la operación de compra de Fitbit, una operación que se alargó bastante más de lo previsto, pues no concluyó hasta 201, y que por lo tanto llevó a los cajones de la compañía del buscador todo lo relacionado con Pebble. Y es que, aunque estos dispositivos ya no contaban con soporte por parte de Fitbit, todavía eran muchos (y siguen siéndolo, aún hoy en día) los usuarios que se mantienen fieles a su reloj Pebble. Un movimiento en el que el grupo Rebble ha tenido y tiene mucho que ver.

Sin embargo, con la llegada de Android 13 todo apuntaba a desmoronarse, y es que la última versión del software de Pebble, publicada hace ya cuatro años, es de 32 bits, mientras que Android ya ha dado el salto a solo 64 bits. Pero la buena noticia es que Rebble y Google han creado una nueva versión del software, esta de 64 bits. Además, Google ha permitido que esté firmada con las claves oficiales de Pebble, en poder de Google, y que mantenga la integración con Google Fit.

Así, este software proporcionará compatibilidad entre los smartphones que empleen Android 13 y los smartwatches de Pebble, en lo que podemos considerar que es el último asalto para los mismos. Y es que podemos entender que esta será la última actualización de su software con las claves de Pebble, pero que la misma será capaz de proporcionar unos cuantos años más de uso a estos dispositivos.

La «mala» noticia es que la actualización no está disponible en Google Play. En su lugar, tendrán que dirigirse a la página web de Rebble y, desde allí, descargar e instalar el APK. No será tan cómodo como actualizar desde la tienda de apps de Google, pero sin duda merecerá la pena.

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