Google Pixel 4, análisis: la mejor cámara y algo más

Probablemente haya sido el smartphone más filtrado de la historia. Hace meses que los renders y las características técnicas del Pixel 4 de Google inundan la red. Así que cuando el pasado 15 de octubre Google presentaba oficialmente sus nuevos telefónos inteligentes, no hubo demasiado lugar para la sorpresa. Esto no quiere decir que no se explayaran en explicar otras cosas que tal vez se conocían menos, como algunas mejoras que han introducido en su ya estupenda cámara fotográfica, un curioso sistema«motion sense» o la desaparición de cualquier sistema de identificación dactilar para pasar a un reconocimiento facial 3D inspirado en el Face ID de Apple.

De todo esto y de las impresiones que hemos tenido después de estar unos cuantos días «trasteando» con el nuevo teléfono de Google os hablamos en este análisis.

Un smartphone conservador

Como veremos más adelante en nuestras conclusiones, aunque el Pixel 4 es probablemente el mejor smartphone que Google ha producido hasta la fecha (aunque esto es lo mínimo que esperamos), es también un smartphone conservador. Y sí, es verdad que la gama Píxel nunca ha destacado por incorporar lo último de lo último, ni por apostar ideas súper-arriesgadas pero tal vez este último modelo sea el más «incremental» de cuantos hemos visto desde el inicio de la gama.

Lo cual no es necesariamente malo. Pixel 4 recoge la mayoría de las buenas ideas que han funcionado hasta la fecha, ha descartado las no tan buenas e incorpora algunas cositas aquí y allá con las que quiere convencernos de que ha llegado el momento de cambiar de móvil. Veamos si lo consigue.

Si nos quedásemos en el unboxing la respuesta sería desde lugo un rotundo NO. Como en el Pixel 3, el smartphone de Google renuncia al puerto jack de auriculares. Pero a diferencia del anterior, no nos ofrece ninguna alternativa. En la caja nos encontramos ni auriculares (alámbricos o inalámbricos) ni un triste adaptador con el que poder conectar a su puerto USB-C los auriculares que probablemente ya tenemos. ¿De verdad, Google?

Pero veamos por qué al margen del feo detalle de los auriculares tenemos entre manos un smartphone conservador. En primer lugar, por esas características técnicas, de sobra conocidas: Pantalla P-OLED de 5,7 pulgadas (90 Mhz), Qualcomm SnapDragon 855, 6 GB de RAM, 64-128 GB de almacenamiento interno, batería de 2.800 mAh y una configuración de doble cámara, principal de 12 MP y teleobjetivo de 16 MP con grabación en 4K.

Es decir, características que esperamos ver en un smartphone tope de gama, pero que salvo en el procesador (a la espera de Qualcomm) Google podría haber mejorado, especialmente en apartados como la memoria RAM, el almacenamiento interno y la batería y en menor medida, habiendo incluido un gran angular. Dicho lo cual, que nadie se engañe: Google pone en nuestras manos un smartphone a la altura de los mejores y en muchos apartados supera a su competencia gracias a una aproximación muy a la Apple, adaptando su Android 10 a las características específicas de este terminal en concreto.

En segundo lugar por su diseño. ¿Notch sí o notch no, Google? Tras las justas críticas recibidas por ese enorme notch con el que lanzó sus Pixel 3 (y que acabaría eliminando en sus Pixel 3a), durante un tiempo se especuló si en esta ocasión la compañía se iba a tomar realmente en serio la parte frontal del teléfono. Y en serio, desde luego se la ha tomado, aunque tal vez para el disgusto de los aficionado a los terminales todopantalla, con notch de gota o esos hole-punch que encontramos en algunas marcas asiáticas.

Porque sí amigos, los marcos están de vuelta, aunque en este caso por una buena razón. Y es que en el marco superior, Google sitúa no sólo la cámara frontal sino también el radar soli «motion sense», el sensor de proximidad y luz ambiente y el escáner de rostro 3D. Como veremos más adelante, bienvenidos sean muchos de estos cambios, nadie echará de menos al notch anterior.

En la parte posterior la principal novedad es que desaparece el sistema de cámara única con el que Google había sorprendido a todo el mundo en las generaciones anteriores para pasar a una configuración de doble cámara en la parte trasera que se asienta sobre una isleta cuadrada que sin ser un milagro de la estética, por lo menos tiene el mérito de lucir algo mejor que el del iPhone 11 Pro.

En cuanto los materiales, Google apuesta en esta ocasión por un chasis de aluminio con acabado híbrido en mate, recubierto de dos láminas cristal Gorilla Glass 5 tanto en la parte frontal como la trasera, lo que consigue que en conjunto no sólo transmita esa sensación premium que esperamos de este smartphone sino que (al margen de que resbale algo más que la media) resulte tremendamente cómodo en la mano.

Con capacidad para innovar

Si hasta aquí hemos visto un Pixel 4 que ofrece más o menos lo mismo que podemos encontrar en prácticamente cualquier smartphone Android tope de gama, a continuación veremos de qué forma el nuevo teléfono inteligente de Google (cámara fotográfica aparte) es capaz de innovar.

Comencemos por una ausencia: la del sensor de huella dactilar. Mentiría si no dijese que me ha costado unos cuantos días adaptarme. Porque seamos sinceros, una vez que te acostumbras a poner el dedo donde debes para desbloquear el terminal, automatizas el gesto del tal manera que no puedes concebir que haya una forma mejor o más rápida de hacerlo.

Google sin embargo, quiere convencernos de lo contrario con su nuevo sistema de reconocimiento facial. Y aquí tenemos dos noticias, una buena y una que no lo es tanto. La buena es que el sistema es increíblemente rápido y preciso (comparable si no superior al Face ID de Apple) que funciona bastante bien incluso en condiciones de baja luminosidad (aunque no tanto si el ambiente es muy oscuro), ganando por goleada a lo que hemos visto en otros fabricantes. Además Pixel 4 cifra los datos faciales de extremo a extremo, utilizando el chip de seguridad Tintan M con el que protege los pagos y el desbloqueo de Apps.

La menos buena es que de momento es que tiene un bug que permite el desbloqueo del terminal incluso si la persona está dormida (o muerta puesto el caso) lo cual no es precisamente lo ideal. Aquí sin embargo Google ha prometido lanzar una rápida actualización para corregir este error.

La segunda gran novedad la encontramos en esa tecnología que nos promete «motion sense» y que debemos al nuevo sensor Soli, un radar que permite que el teléfono pueda identificar los gestos que hacemos con la mano sobre la pantalla del terminal. ¿Qué nos deja hacer «motion sense»? De momento poca cosa. Pasar a la siguiente canción de nuestra lista de reproducción, parar una alarma o silenciar una llamada.

La tecnología funciona bastante bien y sobre todo, si somos de los que solemos trabajar con el smartphone junto al ordenador, sobre una mesa, tiene ciertos escenarios de uso. Pese a ello, no conseguimos quitarnos de encima la impresión de que de momento es una tecnología un poco gimmick, algo que Google hace porque puede hacerlo, pero que no aporta un valor más allá de lo anecdótico y puntual. Puede que en futuras actualizaciones de software, la empresa pueda darle nuevos usos…tal vez más adaptados a su uso en un entorno deportivo.

También merece la pena comentar el gran trabajo que Google ha hecho con la pantalla. En este caso, Pixel 4 equipa el mismo panel que ya nos deslumbró en la generación anterior, al que sin embargo ha añadido una tasa de refresco de 90 Hz. Es algo que estamos viendo en cada vez más smartphones Android de alta gama y que sobre el papel, nos promete animaciones mucho más fluidas y más suavidad a la hora de interactuar con la pantalla.

Teniendo en cuenta que la autonomía de este smartphone es mejorable (aunque con un uso medio llegaremos al final del día sin problemas), Google ha tomado la decisión de deshabilitar la tasa de refresco hasta los 60 Hz en determinadas situaciones, como cuando los niveles de brillo son bajos o en aplicaciones cuyo rendimiento puede verse comprometido (caso de Google Maps o Pokemon Go). Dicho lo cual, ¿se nota la diferencia? ¿es esta una característica que debemos valorar? Depende.

Aunque desde luego es una característica que van a apreciar los más jugones en determinados títulos (y aquí Razr fue una de las empresas pioneras) si no vamos a utilizar el smartphone para jugar, la mejora que vamos a apreciar no va a marcar la diferencia en nuestro uso diario. Desde luego vamos a descubrir que la pantalla responde de forma fantástica, aunque si la comparamos con una de 60 Hz, la diferencia tal vez solo sea realmente apreciable si tenemos un ojo algo «experto».

¿Vuelve la mejor cámara?

Si hay algo con lo que Google ha conseguido impresionar al mundo en su Pixel 3 fue la calidad de una cámara fotográfica que le situaba varios pasos por delante de su competencia. Un año después y tras el lanzamiento del iPhone 11 y otros tope de gama Android, merece la pena preguntarse su Pixel sigue siendo el rey de la fotografía mobile.

Jugamos con la doble exposición acentuando las luces y rebajando las sombras

La respuesta más corta sería decir que SÍ... con algunos matices. En primer lugar, al César lo que es de César: cuesta encontrar una cámara mejor que la del Pixel 4 en la mayoría de los campos analizados. Dicho lo cual, si la diferencia en la generación anterior con respecto a sus rivales era palmaria, ahora las cosas se han igualado y en algunas comparaciones (especialmente con lo último de Apple), hablaríamos más de preferencias subjetivas.

¿Cosas positivas? Google pone en nuestras manos prácticamente la misma cámara del Pixel 3 con mejoras que aunque no son revolucionarias, mejoran y simplifican la experiencia. Entre las más destacadas, un Live HDR que nos permite previsualizar en tiempo real el imagen de la toma y el nuevo modo doble exposición que de forma similar, nos permite corregir luces y sombras sobre el mismo visor de la cámara de una forma tremendamente sencilla.

Llevamos el zoom óptico hasta los tres aumentos.

 

Y decimos prácticamente, porque mientras que en las tres primeras generaciones de smartphones Pixel, Google barría a sus rivales utilizando únicamente una cámara y echando mano de IA, ahora se rinde a la evidencia e incluye una segunda cámara de 12,2 MP que emplea como teleobjetivo y que sobre sus hombros recae la tarea de mejorar el zoom, ofreciéndonos un 3.0 en modo óptico y hasta 8.0 en modo digital. Los resultados, como podéis ver en las imágenes que acompañan este artículo, hablan de una cámara que cumple de sobra.

¿Para qué utiliza también Google esta segunda cámara? Para otra de esas funciones que, como en el caso del «motion sense» apenas vamos a utilizar: el modo astro-fotografía pensado para fotografiar el cielo. A diferencia del «modo visión nocturna» (que sigue demostrando su inmensa calidad), este modo astro-fotográfico no podremos activarlo desde la aplicación cámara y deberemos esperar a que se cumplan ciertas condiciones para que este se active de forma automática.

¿Qué condiciones son esas? En primer lugar que el smartphone apunte al cielo (no es necesario que sea en una vertical de 90º, también podemos apuntar al horizonte); por supuesto que la hora de la fotografía se encuentre entre el ocaso y el amanecer y sobre todo, que no haya movimiento, para lo que se aconseja o bien contar con un trípode o bien situarlo sobre una superficie firme.

 

Modo retrato en primer plano

 

Modo retrato en una escena compleja (distancia de fotografía: 4 metros. zoom: 1,5x).

Si se cumplen estas tres condiciones podremos tener casi la seguridad (no lo podemos garantizar con total seguridad) que se activará el modo astro fotográfico. Para este tipo de imágenes, la cámara del pixel procesa una gran cantidad de información, con exposiciones que pueden superar hasta los dos minutos. ¿Y los resultados? Imaginamos que si estamos en el desierto, bajo un manto de estrellas, son espectaculares. En la ciudad y con toda esa contaminación lumínica que nos rodea, no llama tanto la atención. Con todo, el modo añade ese algo más que junto a su modo retrato nos va a permitir seguir presumiendo de una cámara mobile de ensueño.

¿Qué echamos de menos? Teniendo que habría sitio para situarla en esa peana cuadrada, un gran angular que cada vez está más de moda (aunque en honor a la verdad con resultados que no siempre son los mejores).

Android 10 es iOS

Por méritos propios, iOS ha sido tradicionalmente, un sistema operativo superior a Android en varios frentes: rendimiento, seguridad, uniformidad, fragmentación (falta de), diseño, ROI para los desarrolladores… en cambio Android siempre ha sido el paradigma de libertad y flexibilidad. Lo cual por supuesto ha sido campo abonado para fabricantes (y sus capas de personalización) y operadoras telefónicas.

Ha habido que esperar hasta el lanzamiento de la gama Pixel para que Google de un puñetazo sobre la mesa: optimizando al máximo cada nueva versión de Android a los requisitos de un hardware específico, manteniendo una política de actualizaciones de seguridad y S.O (durante un mínimo de dos años) y cada vez más, ofreciendo características propias que no vamos a ver en otros smartphones Android o que si las vemos, no será hasta como mínimo seis meses después de su primer lanzamiento.

En esta categoría entrar aplicaciones propias como «Telefóno», «Cámara», «Contactos», «Ajustes», etc. característica integradas como «Bienestar Digital» o servicios asociados como el almacenamiento gratuito e ilimitado de imágenes respetando la calidad original.

En este Pixel 4, Google sigue profundizando en este esfuerzo por diferenciarse de la competencia, por hacer ver que ofrece algo más que Android. Lo hace en este caso con una mayor integración que la de otros fabricantes del tema oscuro, la capacidad para activar subtítulos automáticos para todos los vídeos (sean o o de Youtube) y una curiosa grabadora que además de grabar nuestra voz, transcribe todo lo que decimos automáticamente (de momento solo en inglés) y que nos permite realizar búsquedas dentro del mismo audio.

Android 10 se siente en este Pixel 4 como un sistema operativo realmente maduro y al que se le pueden poner muy pocas pegas. Las transiciones son fluidas, el trabajo multitarea es excelente y ofrece todos esos detalles útiles (como la nueva opción de compartir foto desde cámara) que se presentan en el momento preciso en las necesitamos. Al mismo tiempo, Google Assistant cada vez es más rápido y capaz, convirtiendo a Siri en una broma de mal gusto.

¿Puede mejorar? Por supuesto. Los desarrolladores siguen monetizando mucho más sus Apps en iOS que en Android, un S.O al que tal vez le falta ese salto de «profesionalización» para poder competir de tú a tú con el de Apple. Pero las diferencias no solo se difuminan, sino que cada vez importan menos.

Conclusiones

Como hemos visto a lo largo de este análisis, con Pixel 4 Google ha vuelto a entregar uno de los mejores smartphones de alta gama del mercado. Desde luego si valoras un teléfono por la calidad de su cámara fotográfica y a la vez, te interesa que tu smartphone siempre este a la última, probablemente este móvil está pensado para ti. Si en cambio en la balanza pones otras cosas como el diseño del terminal y que ofrezca lo más de lo más en especificaciones técnicas, puedas encontrar teléfonos más interesantes en otras marcas.

Al fin y al cabo es un terminal Pixel, con todo lo que ello implica: sobriedad, contención y mucha Inteligencia Artificial. Y sin engañar a nadie, Google vuelve a repetir la jugada. Y como también es marca de la casa, cuando arriesga, los resultados son mixtos. Porque por un lado, el reconocimiento facial (a la espera de que corrijan ese bug) funciona de forma espectacular pero por otro «motion sense» parece más una solución en busca de un problema que otra cosa.

Bastaría con que Google se esforzase un poco más en el diseño exterior del terminal y se decidiese a ir a por todas, para entregar año a año seguramente el mejor smartphone del mercado, sin discusión. Y sin embargo parece siempre conformarse en algunos apartados en ir un pasito por detrás de la competencia, fiándolo casi todo a la calidad de su cámara. Hasta ahora la estrategia está funcionando…pero no estamos seguros de que pueda a volver a repetirla dentro de un año.

Valoración final
8.6 NOTA
NOS GUSTA
La mejor cámara fotográfica Una de las mejores pantallas del mercado Desbloqueo facial muy rápido Rendimiento del dispositivo
A MEJORAR
El diseño tiene que mejorar Autonomía y almacenamiento de base escaso Motion Sense no tiene un uso real
RESUMEN
Con Pixel 4 Google ha vuelto a entregar uno de los mejores smartphones de alta gama del mercado, volviéndolo a fiar casi todo a la calidad de su cámara. La jugada puede volver a funcionar este año, pero las diferencias se estrechan-
Diseño y construcción8
Pantalla9.5
Rendimiento8.5
Cámaras9.5
Software8.5
Autonomía7.5

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