Cinco mentiras y cinco verdades sobre el Wi-Fi que debes conocer

El Wi-Fi se ha convertido en uno de los pilares básicos de nuestra sociedad. Piensa por un momento en todo lo que haces en tu día a día gracias a este tipo de conexión inalámbrica, impresiona, ¿verdad? Es una manera sencilla de comprender el peso que tiene la conexión inalámbrica a Internet y de entender el papel que juega actualmente.

Tanto usuarios particulares como profesionales, y también las grandes empresas, utilizan el Wi-Fi para conectarse a Internet a diario y para crear entornos con múltiples dispositivos que trabajan sin cables y se integran de una manera más sencilla. Sin esta tecnología algo tan simple como conectar a Internet unos cuantos ordenadores sería caótico, ya que tendríamos que tirar de cable y utilizar conmutadores.

No obstante, resulta curioso ver que a pesar de su importancia y de la fuerte presencia que tiene la conexión Wi-Fi en nuestros días todavía se mantienen muchos mitos que pueden acabar siendo problemáticos. Por ello hemos querido compartir con vosotros este artículo, donde vamos a descubrir cinco mentiras, y cinco verdades, sobre la conectividad Wi-Fi que debemos superar.

1.-El Wi-Fi es una tecnología nueva

Muchas personas todavía creen que estamos ante una tecnología que se desarrolló hace unos pocos años. Es comprensible, ya que es verdad que el Wi-Fi se mantiene en un desarrollo continuado que permite la llegada de nuevos estándares con mejores prestaciones, pero lo cierto es que no estamos ante una tecnología nueva, al menos en su base.

El primer encuentro del grupo que desarrolló el IEEE 802.11 se produjo en 1990, y la publicación del primer estándar tuvo lugar en 1997. Si hacemos números veremos que han pasado ya más de 22 años, y si miramos a la fecha original de ese primer encuentro la cifra sube hasta los 29 años. La verdad es totalmente distinta, esta tecnología no es ninguna «jovenzuela».

2.-Tiene un alcance muy limitado

Uno de los mitos más importantes y más extendidos. El Wi-Fi trabaja con ondas de radio en forma de donut que tienen un alcance determinado y que se ven afectadas, en su recorrido, por obstáculos e interferencias. De hecho es una de las cosas que pueden reducir la velocidad de nuestra conexión.

Esto quiere decir que tiene un alcance determinado y que puede verse limitado por su entorno, pero no por ello debemos asumir que tiene un alcance limitado. Lo cierto es que con el equipamiento adecuado esta tecnología puede llegar a tener un alcance aproximado de 400 kilómetros, no es lo normal en un entorno doméstico, pero confirma que es mucho más que un estándar diseñado para moverse en unas decenas de metros.

3.-Es mucho más lento que una conexión cableada

Otra mentira que todavía tiene una fuerte presencia. Mucha gente cree que conectarse a Internet a través de una red Wi-Fi se traducirá en un rendimiento mucho menor del que tendrían con una red cableada, pero la realidad es totalmente distinta.

La llegada del Wi-Fi 5 permitió un salto importante en términos de rendimiento e hizo posible realizar tareas exigentes, como visualizar contenidos en 4K, a través de una conexión inalámbrica, y gracias al Wi-Fi 6 llegaremos a una velocidad máxima teórica de 9,6 Gbps, una mejora considerable frente al anterior estándar, que alcanza los 6,9 Gbps.

4.-El Wi-Fi es malo para la salud

Algunos estudios han generado una gran controversia al afirmar que este tipo de conexión inalámbrica es mala para la salud, pero se han visto contrarrestados por otros de mayor envergadura y mucho más fiables que confirman que no presenta ningún tipo de riesgo.

Es cierto que el Wi-Fi trabaja, como dijimos, con ondas de radiofrecuencia, pero informes de entidades tan fiables como el Comité Científico Asesor en Radiofrecuencia y Salud (CCARS) han puesto de relieve que son inocuas y no ponen en peligro la salud de las personas.

5.-Con el Wi-Fi 5 no se producen interferencias

Como sabrán muchos de nuestros lectores el estándar Wi-Fi 4 trabaja en la frecuencia de 2,4 GHz, una banda que está muy concurrida, lo que hace que sea más propensa a sufrir interferencias por parte de una gran cantidad dispositivos, electrodomésticos incluidos. Las interferencias pueden representar un grave problema, hasta el punto de «destruir» nuestra conexión.

Su sucesor, el estándar Wi-Fi 5, trabaja en la banda de 5 GHz, pero esto no quiere decir que sea totalmente inmune a las interferencias. También está expuesto a ellas, aunque es verdad que tienen un impacto menor por ser una frecuencia que está menos concurrida.

No debemos olvidar, además, que la transición a la frecuencia de 5 GHz ha sido cada vez mayor y que al final el salto de más usuarios a dicha banda acaba teniendo un impacto considerable en el tema de las interferencias.

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