Facebook: peor empresa del año según una encuesta

Supongo que nadie se sorprenderá al saber que Facebook, ahora Meta, ha sido elegida la peor empresa tecnológica de 2021. Distinta sería la respuesta si preguntamos por la razón para tener esa opinión, y es que aquí nos encontraremos con respuestas de lo más variadas e, incluso, contradictorias entre sí. Algo que, y no es que yo sea el mayor defensor de Facebook del mundo pero tengo que decirlo, quizá tenga que ver en parte con nuestros propios sesgos.

Pero antes de entrar en el análisis, aclarar que la encuesta de la que hablo ha sido llevada a cabo por Yahoo! Finance, y que por suCategorías rendimiento en los mercados el premio a la mejor empresa del año lo ha recibido Microsoft, que habría superado sus anteriores récords de capitalización, con unas acciones que no han dejado de generar valor a lo largo de este año. Sin duda algo deben estar haciendo bastante bien en Redmond para lograr estos números.

Pero bueno, volvamos al resultado de la encuesta, si bien hay que aclarar que, a diferencia del ganador, este título de perdedor se entregó por votación popular, no en base a sus números. Sea como fuere, Facebook obtuvo más que el doble de votos que la segunda compañía peor valorada, Alibaba y, como comentaba anteriormente, las explicaciones sobre las razones de los votos resultaron de lo más diversas, demostrando que cada persona odia a Facebook por una razón distinta, o en algunos casos por una combinación de varias de ellas. Lo que es imposible es hacerlo por todas al mismo tiempo.

¿Por qué? Pues porque parte de los participantes de la votación esgrimieron que Facebook aplica la censura a las voces y los menajes de la derecha política, un debate especialmente encendido en Estados Unidos, y que tocó techo con la expulsión de Donald Trump de ésta y de otras redes sociales. Un sector de la derecha opina que sus voces son acalladas por las grandes redes sociales y, en respuesta, ya hemos podido ver múltiples movimientos para crear nuevas redes dedicadas exclusivamente a los usuarios de los perfiles más conservadores.

En el extremo contrario, encontramos a usuarios que se muestran muy críticos con Facebook porque consideran que la red social no ha velado como debería por evitar la difusión de noticias falsas, que parte de ellos consideran que es una herramienta empleada de manera habitual por los grupos de la llamada alt-right estadounidense para intoxicar el debate político y facilitar la entrada de sus posturas más alejadas del centro y la moderación.

Pero no solo en política encontramos fake news, también en asuntos como la crisis del coronavirus, muchos usuarios consideran que Facebook ha sido una plataforma clave para la difusión de bulos que han terminado por calar y aumentar la base de negacionistas y conspiranóicos, contribuyendo así a agravar las consecuencias de la pandemia.

Por supuesto también se mencionó la negligencia con la que la compañía ha actuado en lo referido a niños y menores. Como te hemos ido informando puntualmente, la compañía tenía conocimiento de los efectos negativos de Instagram en dichas audiencias, y no solo no actuó para combatirlo, sino que incluso puso en marcha un proyecto para crear un Instagram especialmente dirigido a dicha audiencia, demostrando que la cuenta de resultados era terriblemente más importante en las oficinas de Facebook que el bienestar y la salud mental de sus usuarios.

El cambio de nombre, de Facebook a Meta, persigue sin duda aligerar parte de la carga que arrastra su imagen de marca desde hace ya mucho tiempo. Y junto al cambio de nombre, claro, promesas, muchas promesas. Algunas de futuro, como el metaverso, y otras de cambio y mejora, como las de Instagram antes de que su máximo representante comparezca ante el Congreso de Estados Unidos. ¿Servirán tantas promesas de algo?

La credibilidad de la compañía tampoco parece estar en sus mejores momentos, y es que de los participantes de la encuesta, solo tres de cada diez ven posible que Facebook pueda redimirse de sus errores. Los hallazgos de los investigadores y las declaraciones de exempleados de la compañía, muy especialmente las de la exingeniera de Facebook Frances Haugen, han dejado su imagen tan tocada como maltrecho quedó el Titanic tras su colisión con el iceberg. Cierto es que la empresa tiene más medios de los que tenía el capitán para cerrar las vías de agua, pero son tantas que, incluso así, resulta difícil hacer una previsión optimista para la compañía.

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