El precio de las tarjetas gráficas seguirá subiendo, MSI lo ha confirmado

Joseph Hsu, presidente de MSI, ha confirmado en una reunión con los inversores que el precio de las tarjetas gráficas va a seguir subiendo, y el motivo principal es muy sencillo: el bajo suministro de GPUs por parte de NVIDIA y AMD, unido, además, a la alta demanda que vive el sector.

Los que nos leéis habitualmente ya sabéis, de sobra, qué ha ocurrido con el precio de las tarjetas gráficas. Hace poco dedicamos un artículo especial a analizar cuándo sería posible volver a comprar una tarjeta gráfica a un precio normal, y nuestras conclusiones no fueron, por desgracia, nada halagüeñas. Sin embargo, esas conclusiones no han hecho más que verse confirmadas con las últimas informaciones que han ido dando tanto las ensambladoras como los propios fabricantes.

Según el presidente de MSI, el incremento del precio de las tarjetas gráficas afectará a sus productos de forma general. No hizo ningún tipo de distinción, lo que significa que subirá el precio tanto de las RTX 30 de NVIDIA como de las RX 6000 de AMD. Ambas ya tenían un nivel de suministro muy bajo y totalmente incapaz de cubrir la demanda, así que está claro que cuando dijimos que la cosa iba a ir a peor estábamos acertando de pleno.

Es imposible predecir cuándo empezará a mejorar, de verdad, la situación actual, pero Hsu ha comentado que la escasez de tarjetas gráficas podría mantenerse durante todo 2021, lo que nos llevaría, como mínimo a 2022. Tened presente que aunque la situación empiece a mejorar el año que viene, esto no quiere decir que vayamos a encontrarnos con una recuperación rápida, ni que el precio de las tarjetas gráficas vaya a volver a la normalidad en semanas o en meses. En esta ocasión, estoy convencido de que la recuperación va a ser tan lenta que, probablemente, no se completará hasta finales de 2022, o incluso hasta 2023.

¿Cómo afectará al usuario la subida del precio de las tarjetas gráficas?

La verdad es que, siendo realistas, lo más probable es que su impacto acabe siendo nulo, y por una razón muy sencilla: no hay stock, y las pocas reposiciones que se producen acaban casi siempre en manos de especuladores y de mineros de criptodivisas, así que no creo que llegue a afectar de verdad al usuario normal.

Por desgracia, comprar una tarjeta gráfica es algo prácticamente imposible, así que esta subida de precios tendrá consecuencias simbólicas para el verdadero motor del sector, los jugadores. Y hablando de los jugadores, la situación que arrastra el sector y lo inflado que se ha visto el precio de las tarjetas gráficas en el mercado de segunda mano sí que está haciendo bastante daño a estos usuarios.

Ahora mismo, tener una tarjeta gráfica es casi como tener un tesoro, pero para aquellos que se han visto obligados a tener que comprar una nueva unidad, están afrontando un auténtico calvario. No hace mucho, un conocido contempló con estupor como dejaba de funcionar su GTX 1080 Ti, y no ha tenido más remedio que recurrir a la GPU integrada de su procesador Intel para poder seguir haciendo un uso básico de su PC. Se encuentra en un callejón sin salida, ya que los precios son de infarto, incluso para comprar una simple GTX 1060.

Si tenéis la mala suerte de encontraros en esa situación, el mejor consejo que os puedo dar es que tiréis de la GPU integrada de vuestro procesador, en caso de que tengáis una, y que esperéis todo lo posible hasta que encontréis una solución temporal que os ayude a salir del paso. En caso de que no tengáis una GPU integrada a la que recurrir, buscar una gráfica de segunda mano por menos de 20 euros que os ayude a capear el temporal.

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