Qué fuente de alimentación necesito para mi nueva tarjeta gráfica: guía completa con todo lo que debes saber
La fuente de alimentación es un componente fundamental para el correcto funcionamiento de cualquier PC. Es la encargada de suministrar a cada componente la energía que necesita, y además debe hacerlo con la potencia y la intensidad justa. Está claro que si la fuente de alimentación falla todo falla. Debemos tener esta realidad presente y no escatimar en medios a la hora de elegir dicho componente.
Por lo general los modelos más básicos y económicos, aquellos que tienen un precio de 10 a 20 euros, son una buena opción para PCs de bajo consumo centrados en tareas poco intensivas, y también pueden ofrecer un funcionamiento óptimo en configuraciones de mayor rendimiento siempre que montemos componentes de bajo consumo. Un equipo que utilice una tarjeta gráfica con un TDP de 35 o de 75 vatios, por ejemplo, podría funcionar sin problema con una fuente de alimentación de este tipo.
Cada PC tiene un consumo determinado y unos requisitos de alimentación concretos, así que necesita un tipo de fuente de alimentación específica que debe cumplir unos requisitos mínimos. Sé que muchos de nuestros lectores tienen dudas sobre este tema, y por ello he decidido dar forma a esta guía, donde veremos de forma clara y concisa qué fuente de alimentación necesitamos para mover sin problemas diferentes tarjetas gráficas.
Tened en cuenta que vamos a listar el nivel mínimo para asegurar un funcionamiento correcto con una configuración típica, sin excesos. Esto quiere decir que si vuestro PC va a contar con sistemas de iluminación LED adicionales (tiras LED, por ejemplo), muchos ventiladores y un overclock elevado lo más probable es que tengáis que optar por una fuente de alimentación superior a ese mínimo que vamos a ver.
Os lo explico mejor con un ejemplo. Una configuración tipo Core i9 9900K a frecuencias de stock con un kit de refrigeración líquida de 240 mm, seis ventiladores, cuatro tiras LED, dos unidades de almacenamiento (SSD y HDD) y una RTX 2080 Ti registra, de media, un consumo de 540 vatios, lo que supone que con una fuente de alimentación de calidad que tenga una potencia de 600 vatios podríamos moverlo sin problemas.
Sin embargo, ese mismo equipo con el procesador a 5 GHz y algo de overclock en la RTX 2080 TI ya rondaría medias de 600 vatios, lo que quiere decir que sería recomendable optar por una fuente de alimentación de calidad con una potencia de 650 vatios.
Consideraciones previas: potencia y eficiencia
No todas las fuentes de alimentación son iguales, eso debemos tenerlo claro desde ya. Una fuente de alimentación de 20 euros que tenga una potencia de 600 vatios no tendrá la misma calidad de construcción que una que cueste 100 euros. Tampoco ofrecerá la misma potencia real, ofrecerá una eficiencia inferior, tendrá unos voltajes más inestables y un amperaje menor.
Todo lo que hemos indicado en el párrafo anterior es fundamental a la hora de elegir una buena fuente de alimentación. Las fuentes de bajo coste suelen ser un peligro si las utilizamos de forma incorrecta, ya que aunque dicen tener una elevada potencia su capacidad real es mucho menor, una cuestión que unida a su baja calidad de construcción y a un amperaje muy limitado forman una combinación problemática si nos dejamos llevar y las utilizamos para mover equipos potentes. El final será catastrófico.
La potencia debe ir asociada al amperaje. Es imprescindible equilibrar ambos valores para que todo funcione correctamente. Tampoco debemos descuidar la eficiencia, un valor que suele servir, además, de indicativo de lo avanzada que es una fuente de alimentación. Así, los modelos de mayor calidad y fiabilidad suelen contar con certificaciones de eficiencia energética 80 Plus Oro (Corsair RM850M), 80 Plus Platino u 80 Plus Titanio (Corsair AX1000), mientras que los modelos con precios más ajustados vienen con certificaciones 80 Plus Bronce (Corsair CV550) u 80 Plus Plata.
Cada certificado de eficiencia garantiza que una fuente de alimentación es capaz de ofrecer y de mantener una potencia real determinada en función de la carga de trabajo que afronte. El resto de esa potencia se pierde como energía consumida por el propio funcionamiento de la fuente. Estas son las diferentes certificaciones que existen actualmente (porcentajes con carga de trabajo al 100%):
- 80 PLUS White: 82% de eficiencia.
- 80 PLUS Bronce: 85% de eficiencia.
- 80 PLUS Plata: 87% de eficiencia.
- 80 PLUS Oro: 89% de eficiencia.
- 80 PLUS Platino: 80% de eficiencia.
- 80 PLUS Titanio: 94% de eficiencia.
A todo esto debemos unir, además, el tema del cableado necesario. Si no vamos a utilizar una tarjeta gráfica dedicada no tenemos nada de lo que preocuparnos, pero en caso contrario hay que tener en cuenta los conectores de alimentación adicional que va a necesitar. Si nuestra fuente de alimentación no tiene suficientes conectores de alimentación adicional podemos recurrir a los adaptadores mólex a PCIE.
Qué fuente de alimentación necesito: tarjetas gráficas AMD Radeon
Las tarjetas gráficas de gama baja no requieren, en la mayoría de los casos, de una fuente de alimentación potente, pero como contrapartida suelen ofrecer un rendimiento bastante flojo.
AMD ha estado varios años atascada en la arquitectura GCN. Con ella dio forma a las míticas GPUs Radeon HD 7000, y también a las soluciones gráficas que utilizan PS4-PS4 Pro y Xbox One-Xbox One X, pero con el paso de los años se ha convertido en una arquitectura pobre en términos de eficiencia energética.
El salto a la arquitectura RDNA ha mejorado de forma notable la eficiencia, pero no ha estado tampoco a la altura de lo esperado. Se comenta que esto se debe al hecho de que AMD ha mantenido algunos aspectos de la arquitectura GCN, así que es probable que con la arquitectura RDNA 2 veamos una mejora notable en este sentido.
Sin más dilación entramos a ver qué fuente de alimentación necesitamos para mover cada una de las tarjetas gráficas más conocidas de AMD.
- Radeon RX 5700 XT – 34A y 600 vatios (1 x 6 pines y 1 x 8 pines).
- Radeon RX 5700 – 32A y 550 vatios (1 x 6 pines y 1 x 8 pines).
- Radeon RX 5600 XT – 30A y 500 vatios (1 x 8 pines).
- Radeon RX 5500 XT – 26A y 450 vatios (1 x 8 pines).
- Radeon VII – 38A y 750 vatios (2 x 8 pines).
- Radeon RX Vega 64 (estándar) – 38A y 750 vatios (2 x 8 pines).
- Radeon RX Vega 56 – 32A y 600 vatios (2 x 8 pines).
- Radeon R9 Fury X – 34A y 600 vatios (2 x 8 pines).
- Radeon R9 Fury – 33A y 600 vatios (2 x 8 pines).
- Radeon R9 Nano – 28A y 550 vatios (1 x 8 pines).
- Radeon R9 390X – 31A y 550 vatios (1 x 6 pines 1 x 8 pines).
- Radeon R9 390 – 30A y 550 vatios (1 x 6 pines 1 x 8 pines).
- Radeon RX 590 – 28A y 500 vatios (1 x 8 pines).
- Radeon RX 580 – 27A y 500 vatios (1 x 8 pines).
- Radeon RX 570 – 25A y 450 vatios (1 x 6 pines).
- Radeon RX 480 – 30A y 500 vatios (1 x 8 pines).
- Radeon RX 470 – 28A y 450 vatios (1 x 6 pines).
- Radeon RX 560 – 18A y 350 vatios (1 x 6 pines).
- Radeon RX 550 – 16A y 300 vatios.
- Radeon RX 460 – 17A y 350 vatios.
- Radeon R9-380 – 28A y 500 vatios (2 x 6 pines).
- Radeon R9-370 – 17A y 450 vatios (1 x 6 pines).
- Radeon R9-285 – 25A y 500 vatios (2 x 6 pines).
- Radeon R9-280X – 30A y 550 vatios (1 x 6 pines 1 x 8 pines).
- Radeon R9-280 – 25A y 500 vatios (1 x 6 pines 1 x 8 pines).
- Radeon R9-270X – 24A y 500 vatios (2 x 6 pines).
- Radeon R7 260X – 19A y 450 vatios (1 x 6 pines).
- Radeon HD 7790 – 21A y 450 vatios (1 x 6 pines).
- Radeon HD 7770 – 19A y 450 vatios (1 x 6 pines).
- Radeon HD 7750 – 16A y 400 vatios.
Qué fuente de alimentación necesito: tarjetas gráficas NVIDIA GeForce
NVIDIA ha logrado mejores resultados que AMD en términos de eficiencia energética con sus últimas arquitecturas, aunque es cierto que con Turing, la base de las GeForce RTX serie 20 y GTX serie 16, el salto ha sido mucho más pequeño de lo que cabía esperar, sobre todo si recordamos lo que supuso Pascal (GTX serie 10) frente a Maxwell (GTX serie 900).
Si echamos un vistazo a la configuración del núcleo gráfico Turing nos daremos cuenta de que la presencia de núcleos RT y núcleos ténsor justifica esa pobre evolución en términos de eficiencia frente a Pascal, una arquitectura que carece de ambos. La subida de las frecuencias de reloj, el uso de memorias GDDR6 y una reducción de proceso mínima (12 nm frente a 16-14 nm) terminan de explicar que la mejora a nivel de eficiencia en las RTX serie 20 haya sido tan floja.
A pesar de todo podemos encontrar soluciones que presentan un consumo más que razonable para el rendimiento que ofrecen, de hecho NVIDIA comercializa modelos más potentes que las Radeon RX tope de gama de AMD y que tienen, sin embargo, un consumo inferior.
Tras este breve resumen entramos a ver qué fuente de alimentación necesitamos para mover cada una de las principales tarjetas gráficas de NVIDIA.
- GeForce RTX 2080 TI – 36A y 650 vatios (2 x 8 pines).
- GeForce GTX 1080 TI– 35A y 600 vatios (1 x 8 pines y 1 x 6 pines).
- GeForce RTX 2080 Super– 36A y 600 vatios (1 x 8 pines y 1 x 6 pines).
- GeForce RTX 2080 – 35A y 600 vatios (1 x 8 pines y 1 x 6 pines).
- GeForce RTX 2070 Super– 34A y 550 vatios (1 x 6 pines y 1 x 8 pines).
- GeForce RTX 2070 – 32A y 550 vatios (1 x 8 pines).
- GeForce GTX 1080 – 32A y 500 vatios (1 x 8 pines).
- GeForce RTX 2060 Super– 32A y 550 vatios (1 x 8 pines).
- GeForce RTX 2060 – 30A y 500 vatios (1 x 8 pines).
- GeForce GTX 1070 TI – 32A y 500 vatios (1 x 8 pines).
- GeForce GTX 1070 – 30A y 500 vatios (1 x 8 pines).
- GeForce GTX TITAN X – 38A y 600 vatios (1 x 6 pines 1 x 8 pines).
- GeForce GTX 980 TI – 38A y 600 vatios (1 x 6 pines 1 x 8 pines).
- GeForce GTX 1660 TI – 26A y 450 vatios (1 x 8 pines).
- GeForce GTX 1660 Super – 26A y 450 vatios (1 x 8 pines).
- GeForce GTX 1660 – 24A y 450 vatios (1 x 8 pines).
- GeForce GTX 1650 Super – 20A y 350 vatios (1 x 6 pines).
- GeForce GTX 1650 – 16A y 300 vatios.
- GeForce GTX 980 – 30A y 500 vatios (2 x 6 pines).
- GeForce GTX 1060 – 20A y 400 vatios (1 x 6 pines).
- GeForce GTX 970 – 28A y 500 vatios (2 x 6 pines).
- GeForce GTX 1650 – 16A y 300 vatios.
- GeForce GTX 1050 TI – 16A y 350 vatios (1 x 6 pines).
- GeForce GTX 1050 – 16A y 300 vatios.
- GeForce GTX 960 – 20A y 400 vatios (1 x 6 pines).
- GeForce GTX 950 – 19A y 350 vatios (1 x 6 pines).
- GeForce GTX 750 TI – 18A y 350 vatios.
- GeForce GTX 750 – 16A y 300 vatios.
- GeForce GTX 740 – 16A y 300 vatios (1 x 6 pines la versión con GDDR5).
Notas finales: ¿qué problemas tendré si utilizo una fuente de alimentación inadecuada?
Si utilizas una fuente de alimentación que tiene una potencia insuficiente o un amperaje inadecuado puede que no notes nada a corto plazo, siempre que la diferencia entre el nivel mínimo y la capacidad de tu fuente no sea muy grande.
No obstante, mantener esa situación de forma prolongada hará que tu fuente de alimentación trabaje a tope de manera continuada, lo que acortará su vida útil y puede derivar en problemas de estabilidad, pérdidas de rendimiento sin causa aparente, bloqueos, reinicios y apagones.
En caso de que forcemos la fuente de alimentación tras haber llegado a ese punto su final será claro: dejará de funcionar y puede que se lleve algún componente consigo cuando «muera». Obvia decir que es un riesgo que no merece la pena correr, y que por ello siempre debemos tener mucho cuidado a la hora de elegir la fuente adecuada.
Por contra, si utilizamos una fuente de alimentación que queda muy por debajo de los requisitos mínimos puede que el equipo ni siquiera llegue a arrancar, con que haga el amago de encender pero se apague con cada nuevo intento.
La entrada Qué fuente de alimentación necesito para mi nueva tarjeta gráfica: guía completa con todo lo que debes saber es original de MuyComputer
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