Realme Buds Air, análisis: ligeros y con modo gaming
Aunque Apple no fue la primera empresa en llegar al segmento de los auriculares inalámbricos Bluetooth tipo botón, al igual que sucedió con otros productos como el iPhone, que revolucionó el mercado de los smartphones, o el Apple Watch, que hizo lo mismo con los smartwatches, la primera generación de AirPods, seguida de los AirPods 2 y de los AirPods Pro, representó el «pistoletazo de salida» de una categoría de producto que ahora mismo nos hace preguntarnos cómo es posible que hace dos años pudiéramos vivir sin tener unos auriculares Bluetooth.
Basta buscar en Amazon con las palabras «auriculares + bluetooth + botón» para darnos cuenta de que hay decenas de opciones con todo tipo de formatos y precios, muchos de ellos «clones» (por lo menos en su aspecto externo) a los AirPods de Apple.
Este es el caso de los Realme Buds Air, unos auriculares que se venden por 69,90 euros en tres colores diferentes (blanco, negro o amarillo) y que tienen un precio superior a las decenas de «copias» que hay de los AirPods, pero con algunas características que los convierten en una opción de compra muy interesante, junto con su autonomía de 17 horas de reproducción de música.
Ligeros y cómodos de llevar
Hay muchas características que valorar en unos auriculares, y sin lugar a dudas la calidad de sonido es probablemente la principal, pero teniendo en cuenta que los Realme Buds Air cuestan 69,90 euros, tampoco podemos ponernos «exquisitos» en este apartado, aunque como veremos más adelante su relación calidad-precio es notable. En lo que sí podemos ser un poco más exigentes es en su diseño, y aquí hay que destacar un par de cosas.
La primera es que cada auricular pesa 4,16 gramos, lo que es muy poco (una hoja de papel A4 ronda los 4 gramos), y se nota. El canal auditivo tiene sus peculiaridades y no se puede asegurar que lo que a una persona le parece cómodo, para otra sea lo mismo, pero en mi caso, que debo tener un canal auditivo más bien «estándar», la sensación de ajuste y ligereza de los Realme Buds Air me ha convencido, tanto que es muy fácil olvidarte de que los llevas puestos.
La segunda peculiaridad de los auriculares de Realme es que su estuche de carga inalámbrica de 51,3 mm x 45,3 mm x 25,3 mm y formas redondeadas es igual de ligero con sus 34 gramos de peso.
Veréis que he mencionado que su estuche es de carga «inalámbrica», ya que será posible cargar los auriculares en bases compatibles (10W) con el estándar Qi, aunque sin lugar a dudas lo más rápido será optar por la carga mediante cable USB-C (incluido en la caja), que requiere de unas dos horas de alimentación para su carga completa.
Siguiendo con su diseño, los Realme Buds Air soportan control táctil para responder/terminar llamadas, cambiar la música, lanzar el asistente de voz, entrar/salir del modo gaming… Así, un doble clic nos permitirá responder a una llamada o reproducir/pausar la música; un triple clic pasar a la siguiente canción; una presión un poco más larga entrar en el asistente de voz (Google Assistant o Siri) o terminar/rechazar una llamada, así como una presión en ambos auriculares a la vez un poco más larga entrar o salir del modo gaming.
Lo único que no podremos hacer (y para eso habrá que recurrir al asistente de voz) será bajar o subir el volumen de la música. Además, disponen de un sensor óptico que detecta si se están utilizando, con lo que parará o reanudará la reproducción de música en consecuencia.
Al sistema de control táctil hay que acostumbrarse (como casi todo en la vida) y al principio cuesta acertar porque la zona del sensor es limitada, si bien es algo que tiene solución con un par de días de uso. Por cierto, el modo gaming reduce la latencia en un 51% (según las pruebas de los laboratorios de Realme el retardo normal de los Buds Air es de 243,8 ms y el retardo en el modo gaming es de 119,3 ms), lo que mejora bastante la sincronización del sonido y el vídeo cuando estamos jugando en un teléfono móvil.
Calidad de audio
Como he comentado, los Realme Buds Air no dejan de ser unos auriculares inalámbricos de 69,90 euros, por lo que no podemos exigirles la misma calidad de audio que a modelos mucho más caros. Los ingenieros de Realme les han dotado de tecnología de refuerzo de graves DBB (Dynamic Bass Boost) que añade más dinamismo y dimensión a los bajos, pero lo cierto es que cuando el volumen está por encima del 70% aparece la distorsión y los sonidos agudos.
Los Realme Buds Air no cuentan con cancelación de ruido, excepto cuando realizamos llamadas telefónicas, ya que incoporan un segundo micrófono orientado hacia el exterior (uno por auricular) para cancelar parte del ruido ambiental.
En definitiva, una opción de compra muy interesante que supera en precio a la mayoría de los «clones» de los AirPods de Apple, pero que tiene algunas características (ligereza, modo gaming y duración de la batería) dignas de destacar.
Estuche de carga inalámbrica.
Modo gaming.
Tres colores: blanco, negro o amarillo.
Control táctil mejorable.
Pérdidas de conexión.
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