Análisis, Dark Souls Remastered

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  • Gráficos
  • Jugabilidad
  • Sonido

El Dark Souls Original es una asignatura que tenía pendiente, había jugado alguna vez, pero mi gusto por la saga no llegaría hasta Bloodborne y Dark Souls 3, Dark Souls 2 prefiero dejarlo como un juego a parte porque no es de Miyazaki y la verdad, se nota demasiado.

Cuando escuché que el Dark Souls original iba a ser remasterizado me dije “esta es la mía” y he aprovechado para quitarme de encima esta espinita, y la verdad, no podría estar más satisfecho.

Gráficos

Empecemos por lo importante que es lo que realmente le da jugo a un remaster. La verdad es que me dio mucha rabia cuando vi a la gente quejándose en el video demo de youtube de que “es el mismo juego”, es lo que tienen los remasters que no son remakes y la propia palabra lo indica, si alguien pretende encontrarse un juego nuevo se va a llevar una decepción.

El motor que han utilizado es el mismo que usaron con Dark Souls 3 y Bloodborne y el resultado es espectacular. Por un lado, no deja de verse añejo porque tampoco puedes cambiar completamente el original, pero las texturas, la iluminación, los detalles y nitidez le han sentado muy bien, es como desearías que se hubiera visto el Dark Souls original. Y otro detalle importante, los fps son fluidos y su estabilidad que hacen de la experiencia algo mucho más espectacular, ya que no nos tendremos que preocupar por los latigazos ni las ralentizaciones cuando un monstruo es demasiado grande u ocurren muchas cosas en pantalla.

Mecánicas

Las mecánicas permanecen igual, pero con la fluidez llega una nueva forma de experimentarla. Los 60 fps hacen que el combate sea muy fluido y si bien conservas una actitud más pausada y medida que en los títulos posteriores, notas que la acción es mucho más fluida que el original.

Además, la cámara y el manejo del personaje han mejorado de una forma clarísima, recuerdo que cuando jugué hace años el manejo del personaje resultaba muy obtuso y la cámara me desesperaba.

Ambientación

Dark Souls a través de su entorno y ambientación contribuía a crear la sensación de angustia y hacer sentir al jugador pequeño y vulnerable dentro de un mundo que parecía ser siempre superior a él, en su día ya hizo que se reverenciase, pero con el lavado de cara que él han dado la sensación es aún más espectacular y hay vistas y pasajes realmente bellos en su magnitud y cuidado estético, pero que a la vez generan una sensación de desamparo, de hacerte sentir que la tarea es demasiado grande para alguien que resulta tan insignificante en proporción, lo cual es la principal magia de Dark Souls, vencer lo que crees que te supera.

Conclusión

Si corrige los bugs, y mejora la calidad visual en todos los sentidos y da un pulido a las mecánicas ante cualquier fallo que pudiera haber, ¿Qué más se le puede pedir a un remaster? Entiendo que la gente tiene hambre de un título Souls, pero la verdad creo que es una fórmula que no está mal dejar en reposo un tiempo, lo mucho cansa… y Dark Souls estaba empezando a ser el nuevo Battle Royale de las experiencias para un jugador.

Por su lado el remaster te permite quitarte el gusanillo y jugar al título en su mejor forma si no lo jugaste en su día, o rejugarlo si eres muy fetichista. Entiendo que el remaster tiene el problema de que no ofrece nada nuevo, es cierto, y si en su día jugaste mucho a Dark Souls aviso de que no vais a encontrar nada nuevo, pero considero que es una forma poética de repetir el ciclo de la llama.

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