Nissan Qashqai, al frente

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“No son los años cariño, es el rodaje” Indiana Jones. En Busca del Arca Perdida (1981)

Ha sucedido todo tan rápido, ha sido todo tan repentino que apenas nos hemos hecho a la idea de que el mundo ha cambiado, de que esa lucha diaria por mantener nuestro estatus, conseguir el respeto de los demás y seguidores en las redes sociales se ha convertido en apenas unos meses en la lucha por la supervivencia pura y dura. De conseguir likes a verdaderas batallas por un manantial de agua potable, de vivir alienados por la tecnología a vivir obsesionados por conseguir combustible para calentarnos por la noche. La humanidad ha vuelto a sus orígenes más salvajes en solamente cientotreinta días de apagón.

En nuestra cueva al calor de una hoguera improvisada dentro de un contenedor de papel nos calentamos sombras de brokers, influencers, adolescentes con la mirada perdida, amos de casa sin casa, barrenderos, jugadores de videojuegos profesionales sin mando ni consola y hasta una personal shopper aferrada a su bolso de Gucci. Nadie llora, nadie se lamenta, el desafío primario de permanecer vivos ha invadido su cerebro y los instintos han colonizado millones de neuronas empleadas hace bien poco en las tareas más nimias y superficiales. Las tarjetas de crédito y los smartphones más exclusivos se acumulan en el fondo de la cueva junto al resto de material no combustible ni comestible. El montón de las cosas inútiles.

Observo a mi patético grupo de supervivientes mal alimentados y temblorosos, despojados de toda voluntad y ambición. Nuestro próximo objetivo es un almacén al parecer apenas custodiado de una ferretería repleto de objetos útiles. La violencia se ha convertido la única opción para competir, para sobrevivir a costa de otros supervivientes. Nadie dice nada, apenas respiran mirando el fuego mientras consume nuestras reservas de madera. Entonces me levanto y digo: “yo iré primero”.

Ficha técnica

La principal culpable del auge de los SUV y crossovers que colonizan tanto carreteras como autopistas y calles es sin duda Nissan, pero aunque lo parezca la responsabilidad no es cien por cien japonesa. En realidad el Qashqai, precursor de esta nueva generación de vehículos, procede de la mesa de dibujo del primer trabajo que encargó Nissan a su equipo del Nissan Technical Centre Europe construido sobre una de las antiguas pistas de entrenamiento de la RAF en Cranfield Reino Unido.

Inspiración inglesa

De esta forma allá por 2004 las vistas a la campiña inglesa inspiraron a este equipo de diseño para proponer las líneas del Qashqai y presentar un prototipo en 2004 en el salón de Ginebra. Desde entonces este vehículo, cuyo nombre está inspirado en un pueblo nómada de las montañas del Suroeste de Irán, dio con una tecla que no ha dejado de sonar desde entonces. Ya el año pasado este SUV pionero superaba la cifra de las tres millones de unidades vendidas y ha creado una categoría donde la competencia es feroz.

Pero aunque indudablemente ha abierto camino, el Qashqai no lo está teniendo fácil en el mercado y recientemente ha necesitado una esperada actualización que hemos podido analizar gracias a la unidad que nos ha cedido la marca japonesa para unas pruebas. Se trata de una actualización del modelo de 2014 que sobre todo afecta a la estética y a algunos elementos menores, pero es que Nissan no suele cargar las tintas con los cambios de este modelo que desde 2006 solamente ha visto un cambio realmente importante con la segunda generación a partir precisamente de 2013.

Un perfil familiar

De hecho si observamos el nuevo Qashqai de perfil podremos comprobar que la línea es prácticamente idéntica que la de la generación anterior. En realidad los retoques estéticos se encuentran sobre todo en la parte frontal en la que curiosamente Nissan ha querido rebajar la estética todoterreno para acercar la imagen a la del frontal de sus modelos más de calle como el Pulsar. Los faros son más afilados y en la parte central se impone la presencia de una parrilla en forma de trapecio.

En la parte trasera también se han estilizado los grupos ópticos y modificado el aspecto de las defensas pero en este caso cambios poco perceptibles que no lo distinguen demasiado de su antecesor. En total las modificaciones en la carrocería de esta nueva generación hacen que el nuevo Qashqai mida apenas 17 milímetros más que el anterior. El diseño de las llantas también ha cambiado para dar un toque más diferencial a este nuevo modelo.

Entramos en el Qashqai

En el interior el Qashqai se percibe como amplio y luminoso. Aquí también pocos cambios pero la impresión es que se han cuidado algo más algunos detalles como los acabados y materiales de algunos elementos, sobre todo la consola central. En otros como por ejemplo en las puertas sigue habiendo predominancia de pásticos duros por lo que las sensaciones del interior son encontradas, mecla de buen tacto y otras partes en los que es mejorable.

El volante tiene un diseño distinto pues ahora es achatado en la parte inferior, aspecto que hace que sea más fácil acomodarse para personas de cierta estatura. También es más acolchado y con una impresión de calidad muy superior a la generación anterior. Los indicadores de velocidad y revoluciones son los tradicionales, con una pequeña pantalla LCD en color entre ambos que proporciona información complemenaria de consumo, distancia recorrida y otros datos de los sistemas de ayuda a la conducción y reproducción multimedia.

Los asientos de la unidad que hemos probado son de cuero con un curioso diseño en la parte del acolchado con varios elementos cosidos en un entramado tridimensional. Son de una anchura y comodidad muy notable, realmente confortables para la categoría y tamaño del coche y permiten el acomodo de conductor y pasajero de cierta estatura. Tienen regulación lumbar neumática y distintos niveles de ajuste eléctrico con memoria que se sincronizan con el ajuste de los retrovisores para que no tengamos que modificar su posición si cambiamos la de los asientos. Un detalle realmente notable.

Espacio para almacenar

Entre los asientos de la parte delantera y gracias a que este modelo equipa freno de mano eléctrico, hay bastante espacio en el  encontramos una amplio reposabrazos que tiene mucha capacidad para alojar objetos. También hay dos portabebidas justo debajo de la palanca de cambios con lo que si las botellas son altas pueden llegar a estorbar en cierta medida. Esa zona es de un material de plástico duro de menor calidad que los pásticos de la zona de la palanca. Delante de la palanca hay un espacio demasiado pequeño para un móvil de última generación (un mal generalizado por otro lado).

En la parte central del salpicadero encontramos la pantalla de control del sistema multimedia y de información, de siete pulgadas, que en nuestro caso controla el sistema de sonido Bose de siete altavoces. El display no se encuentra en la parte alta del salpicadero porque están las boquetas de aireación por lo que la posición no es la ideal. El interfaz se nos hace algo anticuado por el diseño de ciertos iconos y las fuentes de algunos elementos como los botones con números para la marcación pero por lo demás el sistema multimedia funciona bien.

Poco amistoso con el móvil…

Un gran inconveniente es que el sistema no permita la conexión ni por Android Auto ni por Apple CarPlay. Por otro lado las cámaras de aparcamiento y el sistema de estacionamiento automático nos han parecido muy eficaces y la pantalla muestra con suficiente fidelidad las imágenes para poder utilizarlo de forma eficaz. Especialmente útil es el sistema de visión de 360 grados para realizar maniobras con el que veremos todo el entorno del coche gracias a la reconstrucción de las imágenes de las cámaras perimetrales.

También nos han gustado los botones de acceso directo a las funciones más utilizadas para no tener que encomendarnos siempre a la pantalla táctil y así activar algunas funciones sin tener que mirar directamente. Otros sistemas de ayuda a la conducción que incorpora el modelo que probamos son el mencionado sistema de aparcamiento automático que controla el volante, asistente de cambio de carril, alerta de tráfico trasera, control de fatiga al volante y aviso de punto muerto o reconocimiento de señales entre otros.

Estos sistemas han evolucionado con respecto a versiones anteriores, por ejemplo el freno de emergencia detecta peatones además de vehículos lo que lo hace aún más útil en ciudad. Si seguimos con el viaje por el interior del Qashqai pasamos a las plazas traseras, también cómodas por amplitud de piernas aunque no tanto en altura y en anchura. Pueden viajar tres personas en la parte de atrás aunque por la presencia del reposabrazos escamoteable la que ocupe la parte central lo hará un poco más incómoda.

Buen maletero

En lo que respecta al maletero el Qashqai está bastante bien servido. Dispone de una capacidad de 430 litros y el portón tiene una apertura mayor que la generación anterior, algo que hace mucho más cómoda la carga de bultos o equipajes. El espacio es modular ya que dispone de dos paneles que pueden ponerse a distintas alturas para distintas necesidades. Se puede retirar la tapa del falso piso para aumentar la capacidad e incluso poner la tapa en posición vertical.

Al arrancar se nota el trabajo de insonorización, el ruido del motor apenas se filtra en el habitáculo aunque en frío algo más, eso sí. El funcionamiento del motor diésel de 130 caballos desarrollado conjuntamente con Renault es algo brusco a bajas revoluciones pero mejora mucho en suavidad al subir de vueltas. En la zona media y alta la conducción es un placer y la respuesta inmediata al tacto del acelerador con reacciones si no deportivas sí bastante ágiles.

Motor tímido

Aunque en las arrancadas, por esa cierta brusquedad, requieren cierto entrenamiento para ser armoniosas el funcionamiento general en ciudad es bastante agradable ya que hay que actuar poco con la palanca de cambios. En carretera y sobre todo en autopista el funcionamiento es aún más agradable y el confort de marcha alto con unas suspensiones que absorben de forma muy competente y todo ello  redondeado en el caso de nuestra unidad con un equipo de sonido Bose que ameniza mucho el trayecto.

Antes de coger el volante para poner a pueba el coche en zonas más viradas hemos repasado parte de la información que proporciona Nissan sobre los cambios actuados en el coche para mejorar su comportamiento en carretera. Son sistemas que mejoran el manejo del coche y corrigen algunos de los defectos típicos de vehículos con esta carrocería como el “Control inteligente de calzada” que actúa sobre los frenos para impedir que el coche oscile al detenerse y el “Control inteligente de trazada” que actúa antes de que el coche pierda adherencia (y funcione el control de tracción) también actuando sobre los frenos.

El resultado es que el Qashqai, sin llegar al nivel de un turismo, tiene un comportamiento excepcionalmente noble en curvas llegando al nivel de SUV más deportivos y con más nombre en este apartado. Aunque el planteamiento no es para nada deportivo el coche responde sin aparentes subvirajes y con una dirección extremadamente precisa y cómoda. La carrocería apenas se inclina y el conductor tiene siempre el control total sobre la trayectoria. Eso por otro lado hace que dada la firmeza de las suspensiones las excursiones fuera del asfalto son más incómodas y el traqueteo es muy acusado en terreno irregular.

Conclusiones

El éxito del Qashqai ha residido en primer lugar por ser pionero en un formato que resultó ideal para muchas necesidades de transporte y adaptado a un comprador más actual pero también en una combinación de factores que han buscado siempre un equilibrio entre practicidad y buena respuesta. En esta nueva generación hemos descubierto un buen SUV para la ciudad, con buena capacidad de carga, consumos contenidos y muchas facilidades para el aparcamiento, pero también un coche al que no le asusta plantarse en la carretera y enlazar curvas alegremente gracias a sofisticados sistemas de tracción y frenado.

El sacrificio, que comparte con otros muchos crossovers del mercado, es que este modelo de Nissan cada vez se aleja más de sus orígenes todoterreno. Como ingredientes añadidos nos encontramos con un completo paquete de sistemas de ayuda a la conducción  y algunos detalles incluso sofisticados como las nuevas tapicerías de los asientos o el sistema de sonido Bose. En fin, buenos ingredientes para permanecer en vanguardia de un mercado que por otro lado espera muchas evoluciones y quizás hasta revoluciones… Lo veremos.

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