Nissan Ariya, suelo
I Know it’s only Rock and Roll but I like it Rolling Stones (It’s only Rock and Roll, 1973)
«Tú eres mi casa.» «¿A qué viene esto Susan? ¿Te pones trascendental? ¿Romántica? Lo dices porque Walt está abajo en la cocina con la escopeta…» «Baja la voz que nos va a oir. Está más enfadado que nunca.» «¿De qué te ríes?» «Me estaba acordando de mi tío Walt. ¿Te acuerdas de mi tío Walt?» «¿El que tenía la cabaña de pesca? ¿El de las cabezas de alce?» «Ese. Pues mi tío Walt también quería pegarte un tiro. Fue mi padre el que le convenció de que no lo hiciera.» «Siempre pensé que tu padre me odiaba.» «Y te odia, pero le gusta más llevar la contraria a mi tío Walt. Como con los castores.» «¿Tu tío Walt era el de los castores?» «Cuidado Ben, baja la voz que nos va a oir.» «Creo que ha tirado algo, ese ruido es de cristal roto.» «Con suerte son las copas que nos regaló tu tía Emma.» «Bueno, por lo menos esa no va por ahí pegando tiros.» «Pero también tiene problemas con los castores.» «Eso sí, no se lleva bien con los roedores.»
«¿Le oyes?» «Nada, sigue en la cocina. Parece que está buscando algo ¿no?» «Igual tiene hambre. Desde que se murío Alice Walt no come como Dios manda. Podría haberle dejado algo preparado.» «Bueno, tampoco es que nos haya avisado. Y en el fondo es un tipo con una escopeta que ha venido a matarnos.» «En eso tengo que darte la razón. ¿En qué estás pensando?» «Nada. ¿Qué le habrías preparado a Walt?» «No se… pastel de carne por ejemplo.» «Igual mejor un estofado ¿no? Si está comiendo mal…» «Creo que ha tirado un estante. El de las especias.» «Eso es la borrachera. Walt no nos destrozaría la cocina aderede.» «Pero sí que nos pegaría un tiro.» «Bueno, es que lo de la maldición…» «No sabía que fuera a funcionar. Ya sabes que a veces no me funciona.» «Pues esta vez vaya si ha funcionado.» «Ya.» «Creo que ha encontrado el ron. Demasiado silencio. En un rato se habrá dormido.» «Esperemos…» «Susan.» «Qué.» «Tú también eres mi casa…»
En los últimos tiempos el panorama de la industria del coche eléctrico está experimentando cambios a nivel vertiginoso, con anuncios de (casi) todas las marcas con intención de convertir en 100% eléctrica su producción junto a las iniciativas legislativas en la misma dirección. Mientras tanto la mencionada industria busca su rumbo por un lado en el aspecto tecnológico y técnico, sobre todo en el apartado de las baterías y el software, pero también y de forma muy importente con el formato de coche que mejor responda a las necesidades del potencial comprador de estos vehículos, teniendo en cuenta principalmente lo verde que está aún la infraestructura de cargadores rápidos, por ejemplo, en España.
Modelo analizado | Nissan Ariya |
Motor y acabado | Evolve 63 kWh 4×2 |
Potencia | 218 CV |
Velocidad máxima | 160 Kmh |
Aceleración o-100 | 7,5 s |
Largo/ancho/alto | 4595/1850/1660 mm |
Potencia máxima RPM | 218 CV |
Par máximo Nm/RPM | 300 Nm |
Caja de cambios | Automático |
Web | https://www.nissan.es/ |
Precio | 52.400 euros |
Uno de los pioneros de la electrificación en la industria ha sido precisamente Nissan, que con su modelo Leaf ha sido de los primeros en democratizar de alguna forma un producto aún costoso como es el coche eléctrico. El concepto del Leaf quedaba a medio camino entre el utilitario y la berlina de medio tamaño entre otras cosas para poder albergar una batería de cierto tamaño y su diseño era de los primeros en marcar diferencias con un aspecto diferente a su gama de modelos de motores de explosión. Tras el Leaf el Ariya es la nueva apuesta del fabricante japonés dentro de este mercado revolucionado, con una planteamiento muy distinto al del Leaf con la mirada puesta en los viajes extraurbanos.
Nosotros, que en su momento pudimos probar el Leaf, hemos tenido la ocasión de probar el Nissan Ariya para comprobar en qué medida puede suponer un paso adelante más para ocupar un puesto de relevancia en el mercado electrificado. Se trata de un modelo con carrocería tipo SUV de 4,60 metros de longitud que compite en una franja de mercado que ya empieza a estar poblada por modelos como el Skoda Enyak o el ID.4 y un escalón por debajo del Model Y de Tesla o el Ford Mustang Mach-e. A diferencia de lo que ocurriera con el Leaf las líneas de diseño generales de este modelo de Nissan son bastante más convencionales y recuerdan al diseño de los SUV de la marca aunque con detalles de diseño futuristas.
Frontal eléctrico
El frontal del Nissan Ariya recibe muchos guiños de los diseños de los nuevos Juke y Micra pero con eliminando la parrilla al no disponer de un motor térmico que refrigerar y la cubre un protector de plástico brillante que luce en el centro del mismo el escudo de la marca. La parte superior de la delantera es recorrida por una franja que ocupa todo el ancho del coche y que luce a los lados unos grupos ópticos alargados y estilizados que le dan un toque muy moderno. Más abajo en los laterales asoman dos hendiduras donde se colocan las luces de posición y antiniebla.
Más abajo encontramos una parrilla inferior generosa que tiene como labor refrigerar las baterías y que está rematada por un spoiler de tamaño generoso y en material plástico negro que cuelga de la misma rematando la entrada de aire. Esta parte inferior sobresale bastante de la carrocería y completa un diseño que tiene muchos elementos futuristas con un toque decididamente oriental y que como hemos apuntado encaja con las nuevas directrices estéticas que está determinando la marca.
El perfil del Nissan Ariya mantiene ese espíritu de modernidad conjuntamente con una areodinámica que le permita ahorrar energía al penetrar el aire cuando el coche está en movimiento. Los ingenieros japoneses de Nissan han conseguido con su diseño un coeficiente aerodinámico de 0,29. que le colocan en línea con los competidores en lo que respecta a los modelos SUV eléctricos. En el lateral destacan detalles como la cintura elevada y la suave caída del techo en la parte posterior que culmina con un doble spoiler.
Grandes llantas
Las llantas son de 19 pulgadas tienen un diseño exclusivo que también contribuye a limitar la resistencia del aire. El diseño bicolor de la carrocería contribuye a estilizarla ya que las partes en negro son la inferior y la superior, incluyendo los retrovisores. En la parte posterior domina el gran spoiler en color negro en la parte superior del portón y que cubre una luna muy inclinada que llega a una segunda protuberancia que recuerda a otro spoiler. Debajo de la misma los grupos ópticos de la parte trasera que se distribuyen en una línea contínua unida por el nombre del fabricante en el medio.
Para el interior del Ariya Nissan ha cogido inspiración de la filosofía japonesa y más concretamente del espíritu del concepto de Omotenashi, un término que se refiere a ofrecer algo muy personalizado y por encima de las expectativas a un huésped o a un cliente. Y lo cierto es que el diseño del interior del Ariya no deja indiferente. Lo primero que notamos es la discreción ya que todo el habitáculo del vehículo como los botones iluminados y las pantallas se encuentran en reposo, esperando que el conductor devuelva la vida al coche pulsando el botón de arranque que es el único que dispone de luz.
Refinamiento interior
Una vez encendido podemos apreciar el buen trabajo realizado por los diseñadores. En la parte de los indicadores y pantallas han utilizado el concepto tan en boga de pantalla contínua colocando la pantalla de información y entretenimiento como la que hace las veces de indicadores tras el volante a la misma altura, con un tamaño similar y unidas por una pieza de plástico negro que provoca el efecto que sea una misma pantalla. En ambas se ha optado por un diseño de interfaz moderno y con iconos y letras grandes que facilitan mucho su uso.
Además son pantallas de muy buena calidad y legibles perfectamente a la luz del día. La calidad de reproducción del color nos ha sorprendido para la pantalla de información y entretenimiento considerando que se trata de la pantalla de un coche. Más abajo, entre las dos salidas de aire centrales, encontramos el mando de control del volumen y apagado del sistema de sonido flanqueado por el botón para activar los intermitentes de emergencia y otro para pasar de canción en la reproducción multimedia.
Los botones para controlar el sistema de climatización se encuentran más abajo y no son físicos sino táctiles con efecto háptico y se iluminan. No somos muy partidarios de este tipo de mandos porque es difícil localizarlos al tacto y no suelen tener la misma respuesta de funcionamiento que los botones físicos, pero lo cierto es que en el Ariya funcionan bastante bien. La consola central donde se coloca el apoyabrazos también dispone de botones táctiles para seleccionar los distintos modos de funcionamiento del coche y activar la función de conducción con un solo pedal (al soltar el acelerador el coche retiene mucho más que en el modo estándar).
Espacio para objetos
Como ocurre en otros modelos eléctricos por la ausencia del túnel de transmisión, encontramos un espacio entre la consola central y la zona del salpicadero. Ahí es donde encontramos los conectores físicos para dispositivos USB-C aunque para nuestro gusto están muy abajo y es difícil de encontrarlos a primera vista. En esa zona se ha colocado un sistema de iluminación tenue que nos ayudará a la hora de colocar y recuperar el móvil que hayamos conectado.
En general el acabado y los materiales están muy bien escogidos y tienen un tacto muy bueno. Nos ha gustado especialmente en las piezas que se han fabricado como imitación de madera. En cuanto a los asientos nos ha gustado que no se hayan dejado llevar por el diseño moderno y los reposacabezas sean regulables en altura. La tapicería mezcla de imitación de cuero y tela es muy agradable al tacto y los asientos son cómodos y sujetan bien tanto en los costados como en la parte inferior.
En la parte posterior el espacio es grande aunque quizás no tanto como los SUV eléctricos más sobresalientes en este aspecto. Igualmente hay lugar de sobra para las piernas y el respaldo de las plazas traseras puede colocarse en dos inclinaciones distintas. Hay espacio para tres personas con la ventaja de que sin túnel central el espacio en el que reposan los pies es diáfano. La apertura de la puerta trasera deja un espacio amplio, gracias también al diseño de la carrocería ya que no desciende bruscamente y lo hace más atrás.
Maletero amplio
El maletero del Nissan Ariya es amplio y aprovechable aunque sus 468 litros no suponen mayor capacidad que otros modelos de la competencia. Como también suele ocurrir se ha preparado un doble fondo especialmente indicado para los cables de carga, aunque puede llevar otros objetos. El tapizado nos ha parecido muy bueno y robusto y el maletero se encuentra iluminado. Hay posibilidad de abatir los asientos traseros por partes pero Nissan no da una cifra del volumen total de carga que se consigue.
Antes de afrontar la prueba comentaremos las características de la mecánica. Se trata de un coche diseñado a partir de la plataforma CMF-EV fruto de la alianza con Renault y Mitsubishi por lo que no guarda parentesco con el Nissan Leaf. En el caso de esta versión hablamos de un Ariya de tracción delantera que dispone de 218 caballos y 300 Nm de par y que tiene una batería de 63 KWh que le proporciona sobre el papel una autonomía WLTP de 403 kilómetros.
Al volante del Nissan Ariya nos volvemos a encontrar con la paradoja de los eléctricos grandes que en general y aunque como en este caso rocen los 2.000 kilogramos de peso se sienten ágiles al volante. Nos ha gustado mucho la entrega progresiva de potencia que resta un poco de brusquedad a la hora de acelerar ya que la fuerza del motor se entrega de forma más progresiva. También bueno el funcionamiento del modo de conducción de un solo pedal ideal para trayectos urbanos que hace que conducir por ciudad sea aún más relajado.
Gran calidad de rodadura
Nos ha gustado mucho la calidad de rodadura en carretera y sobre todo en autopista, con un confort de marcha muy grande. El peso del coche obliga a que las suspensiones sean más firmes que las de un SUV del mismo tamaño con motor de combustión, pero en el caso del Ariya no hemos encontrado que resulte incómoda en terrenos bacheados y en cambio sí proporciona un plus de seguridad y aplomo al conducir por carreteras con muchas curvas a buena velocidad.
Es un coche grande y por ello en lo que respecta al consumo muy sensible a la conducción en carretera o autopista donde la autonomía se ve muy reducida a pesar del buen coeficiente aerodinámico. En autopista a velocidades constantes se puede rondar los 250 kilómetros de autonomía y rozar los 300 dependiendo del trayecto. En ciudad es más fácil superar los 300 kilómetros de autonomía y llegar a los 350 sin demasiados problemas, sobre todo con la conducción de un pedal.
Conclusiones
Con este Ariya Nissan deja claro que su aventura en el mundo de los coches eléctricos no acaba con el pionero Leaf y que va muy en serio ofreciendo un coche que si bien no destaca en ningún aspecto, salvo quizás el estético, es un coche grande y equilibrado que puede servir para moverse por ciudad y para pequeños viajes con una muy buena calidad de rodadura y confort de marcha. Nos han gustado mucho las soluciones de interior y sobre todo los acabados y materiales con una estética futurista pero guardando una buena ergonomía, racionalidad y comodidad de uso.
Para viajes más largos también dispone de la versión con una batería más grande y que alcanza los 525 kilómetros de autonomía además de versiones con tracción 4×4. En el apartado estético exterior desde luego destaca y en el interior creo que se ha logrado un buen equilibrio entre modernidad y ergonomía con muchos detalles interesantes y unos materiales bien conseguidos que junto con el alto nivel de confort proporcionan una agradable vida a bordo.
Diseño interior
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