Toyota Yaris Cross, contraste

And I’d get him to swap our places Kate Bush (Running Up that hill, 1985)

Raúl siempre va demasiado engominado, se lo dice su familia, se lo dicen sus compañeros de trabajo pero no le importa. Para él es como la armadura de los caballeros medievales, eso, su sonrisa y su maletín negro que ha visto muchos mejores días son sus pertrechos para la batalla. Llama a la puerta de una casa de un bloque de pisos humilde. Le abre un modelo LCI-445 al que le han puesto una cofia y un delantal que aparentemente han sido laboriosamente realizados a ganchillo. «¿A quién te te te te tengo el honor de anun anun anun anunciar?» grazna la voz del LCI al que además le chirrían los engranajes. La sonrisa de Raúl se ensancha a pesar de que el receptor de la misma no es más que un ingenio mecánico. «A Raúl, Raúl Gonzalez. Vengo a cobrar la cuota de sistemas automatizados por parte de la compañía Autómatas Ruiz Sociedad Anónima.» El robot que está sujetando la puerta tiembla levemente y se da la vuelta «Seño seño seño señora, vienen a cobrar lo de los cacha cacha cacha cacharros.» Acto seguido rueda hacia atrás para dar espacio a una oronda señora con el pelo teñido de un color indefinible por la ciencia e indetectable por cualquier espectrómetro que desprende un hogareño olor a ajo frito y tabaco.

«Tendrá valor» dice la señora frunciendo el ceño «sus cacharros son un desastre» dice señalando con la cabeza al autómata del que sale un preocupante hilillo de humo. «Yo señora solamente vengo a cobrar» dice Raúl sin perder la sonrisa. Con un solo gesto de prestidigitador ha abierto el maletín y ha sacado un formulario que ha aparecido frente a la mirada de la señora. Una gota de gomina decora el centro del documento, pero Raúl no pierde la sonrisa. «No pienso soltar un chavo por esta calamidad» dice la señora poniéndose en jarras. Sin dejar de sujetar el papel Raúl piensa en los trámites para que acuda el servicio técnico y el descuento en su comisión que eso supone. Sin dejar de sonreír y de sujetar el papel propina una fuerte patada al robot ante la atónita mirada de su dueña. «LCI-445, prueba de dicción» dice Raúl con voz seria. «El cielo está enladrillado, ¿quién lo desenladrillará?» Raúl pasa un paño que ha aparecido como por arte de magia en su mano izquierda por la superficie metálica del robot. Luego vuelve a poner el documento frente a la ama de casa con un movimiento casi de ballet luciendo su desarmante sonrisa. «Entonces señora, ¿firmamos?»

Una de las aplicaciones quizás más racionales de los sistemas de propulsión híbrida no enchufable es la de los coches compactos urbanos ya que se aprovechan del bajo consumo en conducción urbana con respecto a otros motores solamente de explosión y dejando a un lado las alternativas elécticas. Y esta franja de mercado es en la que ha querido competir Toyota con su modelo Yaris, un coche que roza los cuatro metros de longitud y que luce unos consumos muy contenidos en ciudad.

Toyota Yaris Cross

Modelo analizado Toyota Yaris Cross
Motor y acabado 120H Style
Potencia 116 CV (92 CV gasolina 80 CV eléctrico)
Velocidad máxima 170 Kmh
Aceleración o-100 11,2 s
Largo/ancho/alto 4.180/1.765/1.560 mm
Potencia máxima RPM 116 CV 5.500 rpm
Par máximo Nm/RPM 120 Nm
Caja de cambios Automática
Web https://www.toyota.es/
Precio 26.350  euros

Como en todos los compactos el Yaris se quedaba algo justo de habitabilidad y maletero para poder hacer viajes o que personas de cierta estatura pudieran viajar más cómodas. La solución del fabricante japonés para aquellos compradores que tengan esas necesidades adicionales pero no quieran crecer demasiado en tamaño y así perder la agilidad urbana del Yaris es convertirlo en un SUV. El resultado es el Toyota Yaris Cross, un SUV compacto que ha crecido en tamaño manteniendo las principales virtudes del Yaris.

Como no podría ser de otra forma, la transición de turismo a SUV ha hecho que el Yaris modifique mucho su aspecto aunque conserva algunos de sus rasgos característicos. Por ejemplo en el frontal los faros tienen una forma parecida aunque menos afilados que en la versión berlina y la gran toma de aire que se extiende en el Yaris desde la parte central hasta abajo en el caso del modelo Cross está dividida en dos partes. También cambia la forma de las hendiduras laterales donde se colocan las luces de posición.

Diseño urbano

Si nos fijamos en el lateral llama la atención que la parte delantera baja de forma muy vertical dando la impresión de que los faros y el capó están muy elevados. Es un efecto extraño pero que le da un aspecto muy de todo terreno al conjunto. Una moldura de plástico recorre los pasos de rueda y la parte inferior de la carrocería del coche así como las puertas en los que esta se ensancha y queda adornada en la parte posterior por una chapa con el nombre del modelo.

En la parte trasera un breve spoiler marca el inicio de un portón cuya luna queda también muy alta. Los grupos ópticos de la parte de atrás sobresalen de la carrocería y quedan unidos por una pieza de plástico transparente que continúa con los colores de los faros y los une en la parte central donde se encuentra el escudo de la marca. En la parte de abajo un gran parachoques muestra lo práctico que puede llegar a ser el Toyota Yaris Cross en ciudad gracias a los generosos parachoques y las defensas laterales.

El gran cambio lo encontramos en el interior, no porque el estilo haya cambiado mucho sino porque se ha ganado mucho espacio y habitabilidad con la elección de una carrocería de tipo SUV. En la parte delantera el acceso es muy bueno gracias a la altura que deja el coche desde el suelo. Los asientos son cómodos y la postura es más erguida que en el Yaris con lo que tendremos una mejor visibilidad de la carretera. Los ajustes del volante y los asientos son muy buenos por lo que la postura de conducción ideal puede conseguirse fácilmente.

Buena calidad

Los ajustes y materiales son muy buenos en el interior, con superficies de tacto agradable en la parte superior de las puertasel interior de las mismas forrado en tela. Los asientos también tienen un excelente tapizado con varias texturas de tela y material imitación de cuero. El salpicadero es algo más espartano con un acabado parecido al del Yaris con plásticos duros que por otro lado tienen un buen tacto. En general la calidad percibida es alta, como es habitual en Toyota.

Los indicadores tras el volante están compuestos por dos diales y una pantalla central de siete pulgadas que puede mostrar distintos datos incluyendo una gráfica que imita un indicador analógico de velocidad. Como es habitual en los vehículos híbridos de Toyota también se muestra el funcionamiento del sistema híbrido, si está consumiendo, cargando o en modo eco. En general un buen panel de información que queda muy completo con la posibilidad de cambiar la información que se presenta en la pantalla central.

Cambio en el sistema

El sistema de información y entretenimiento se controla desde una pantalla de 9 pulgadas colocada en modalidad «flotante» sobre el salpicadero y muy elevada sobre el mismo. Una posición ideal para no distraer la mirada de la carretera. Los gráficos y los menús han sufrido una evolución y tienen una aspecto más moderno y funcional con respecto a anteriores generaciones del sistema multimedia de Toyota. Un buen adelante con respecto a su hermano urbano…

Bajo el bloque de control del climatizador se encuentra un espacio destinado al teléfono móvil que dispone de sistema de carga inalámbrica. Resulta muy práctico sobre todo combinada con la compatibilidad del sistema de información y entretenimiento compatible con Android Auto y Apple Car Play de forma inalámbrica. En otras palabras: basta con dejar el móvil en el lugar destinado a ello y éste se cargará y se conectará a los sistemas del coche.

En la parte trasera se notan un poco más las limitaciones de tamaño del chasis del Yaris ya que la anchura disponible en los asientos es más bien escasa y propia de un coche urbano, aunque permite viajar a dos pasajeros sin problemas, y el espacio para las piernas también es un poco justo, aunque algo más que en el Yaris en formato berlina. Hay bastante espacio en altura por las características de la carrocería y la visibilidad y la luz que entra por las ventanillas es buena.

Buen maletero

En lo que respecta al maletero este Yaris Cross permite transportar un volumen de hasta 397 litros, otra gran ventaja frente al Yaris tipo berlina que se queda en 270. Está bien acabado y tapizado y permite abatir los asientos por partes además de poder plegar la parte central del respaldo que hace las veces de reposabrazos que proporciona un hueco que nos da la posibilidad de transportar cargas de cierta longitud sin necesidad de renunciar al resto de asientos.

En lo que respecta a la parte mecánica el Yaris equipa un sistema de propulsión híbrido clásico de la marca japonesa con dos motores: un tricilíndrico de gasolina de 92 caballos y uno eléctrico de 80 para un total de 116 caballos. El cambio como es costumbre en los híbridos de Toyota utiliza un variador de fase con la tecnología del muelle helicoidal. En este apartado la motorización es la misma que los modelos de berlina Yaris mientras que el peso es superior en aproximadamente 100 kilos.

Esto augura unas prestaciones algo más justas para esta versión Cross. Lo cierto es que en la prueba urbana esta diferencia de peso apenas se nota. El Yaris Cross se mueve con desenvoltura por las calles de las ciudades con el característico silencio de los vehículos de la marca japonesa. La buena potencia de la parte eléctrica del conjunto de propulsión hace que a baja velocidad el coche se mueva casi siempre utilizando dicha propulsión, con la suavidad y la buena respuesta que tienen este tipo de propulsores.

Aceleraciones

En autopista y al acelerar a fondo nos encontramos de nuevo con esa sensación de que el coche se revoluciona demasiado con respecto a la potencia que está entregando. En cualquier caso y a pesar de la mencionada diferencia de peso, no hemos notado demasiado hándicap con respecto al Yaris berlina. Sobre el papel la diferencia es grande (9,7 segundos frente a los más de 11 segundos que tarda el Yaris Cross en acelerar de cero a 100) y es cierto que la sensación es de una respuesta menos vigorosa al acelerador.

El coche está bien insonorizado y se viaja en silencio a menos que, como ya hemos apuntado, necesitemos potencia del motor y pisemos el acelerador. En ese momento el cambio del Yaris busca una relación muy baja y el motor se revolucionará mucho con lo que el ruido que entra en el habitáculo es mayor que el de otros vehículos similares que hemos probado, sobre todo en trayectos en los que hemos consumido la batería del sistema híbrido y el coche tiene que encomendarse totalmente al motor de combustión.

En carreteras viradas nos ha gustado mucho el comportamiento del Toyota Yaris Cross, con una agilidad superior a la que uno se espera de un SUV de ese tamaño y peso. Las curvas se trazan con precisión y sin que el coche transmita movimientos laterales o titubeos. Una lástima que el motor no sea algo más potente para poder aprovechar estas buenas cualidades dinámicas, a la que se une un sistema de frenos que funciona muy bien.

En cuanto al consumo volvemos a ver el comportamiento habitual de los sistemas híbridos de Toyota. Podemos decir que sobresaliente en gasto en ciudad, en cuyos trayectos el Yaris Cross se mantiene en cifras realmente bajas. En cambio si queremos mantener velocidades razonablemente altas en autopista o carreteras con cuesta el consumo sube bastante por causa de que el motor tiene que ir más revolucionado de lo habitual.

Conclusiones

El Toyota Yaris Cross es una evolución interesante del compacto del fabricante japonés que mantiene prácticamente todas sus virtudes añadiendo más habitabilidad y maletero además de modernizar algunos elementos como el sistema de información y entretenimiento. El inconveniente principal es que la motorización es la misma lo que penaliza algo su comportamiento en carretera dado su mayor peso y carrocería menos aerodinámica.

A pesar de ello es un coche que puede considerarse polivalente cuyo hábitat natural es sin duda la ciudad, gracias a su tamaño contenido y consumos ajustados en trayectos urbanos, pero que puede utilizarse para viajes sin problemas. Nos ha gustado mucho su agilidad y comportamiento en curva lo que nos ha dejado con ganas de probar una motorización más potente y alegre que por desgracia Toyota no tiene previsto ofrecer. Si te gustan estos análisis no dejes de revisar nuestro apartado dedicado al motor donde tenemos un montón de coches testeados.

Valoración Final
8.1 NOTA
NOS GUSTA
Espacio interior para su tamaño
Buen maletero
A MEJORAR
Prestaciones en carretera
RESUMEN
A pesar de su evolución a SUV el Yaris Cross sigue siendo un coche que saca su mejor nota como vehículo urbano. Buenos acabados, más espacion interior y aspectos modernizados son puntos a favor.
Prestaciones7
Diseño8.5
Consumo8
Confort8.5
Sistema de infoentretenimiento8.5
Toyota Yaris Cross

 

La entrada Toyota Yaris Cross, contraste es original de MuyComputer


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