Los precios de las tarjetas gráficas vuelven a subir, y tenemos a varios culpables
Hace poco empezamos a ver una luz al final del túnel, el precio de las tarjetas gráficas parecía iniciar una lenta recuperación, y los niveles de stock eran cada vez mayores. Por desgracia, la ilusión ha durado muy poco, y es que el precio de las tarjetas gráficas ha vuelto a subir, y todo parece indicar que no se normalizará ni a corto ni a medio plazo.
Siento daros una visión tan pesimista, pero viendo que hasta el CEO de NVIDIA reconoció que seguirá habiendo problemas de suministro en 2022 es la única previsión realista que puedo ofreceros. Esa pequeña recuperación que se produjo hace un par de meses, y la posibilidad de comprar algunas tarjetas gráficas a un precio muy cercano al recomendado, han desaparecido por completo. Basta con echar un vistazo a los precios de los principales minoristas españoles para darse cuenta de ello.
Por ejemplo, el precio de las tarjetas gráficas Radeon RX 6600 XT, que en el día previo a su lanzamiento se podían comprar casi por el precio de venta recomendado, ha subido notablemente, y se sitúa entre los 500 y los 920 euros. Sí, habéis leído bien, más de 900 euros por una tarjeta gráfica que tiene un precio recomendado de 389,99 euros, es una auténtica locura.
Hay stock, pero el precio de las tarjetas gráficas es un disparate
Hasta hace poco, comprar una GeForce RTX 3080 o una Radeon RX 6800 XT era casi imposible. Ambas tarjetas gráficas son de las más buscadas por su excelente rendimiento y ajustado precio, al menos si nos dejamos llevar por los precios recomendados que dieron NVIDIA y AMD, 719 euros la primera y 699,99 euros la segunda.
El stock ha mejorado, eso está claro. Hace unos meses era imposible encontrar una tarjeta gráfica de nueva generación, y ahora tenemos una disponibilidad buena de casi todos los modelos existentes, y sí, esto incluye a las GeForce RTX 3080 y Radeon RX 6800 XT. Sin embargo, los precios de las tarjetas gráficas han vuelto a subir, y esto ha hecho que la primera siga rondando, como mínimo, los 1.199, 99 euros en su versión LHR, y que la segunda supere sin problemas los 1.300 euros.
Si ponemos esto en contexto, estaríamos pagando 480 euros de más por la GeForce RTX 3080 y casi el doble por la Radeon RX 6800 XT. La situación, si hablamos de otras gamas, es idéntica, con precios inflados a pesar de que el nivel de stock ha mejorado notablemente, algo que, a priori, parece difícil de entender, pero que en el fondo tiene una explicación.
Aunque el stock mejore, si la demanda sigue siendo alta y las perspectivas de venta son buenas, los precios no tienen por qué bajar, de hecho pueden seguir subiendo sin problema. Por otro lado, debemos tener en cuenta que los minoristas pondrán el precio que estimen oportuno, y que solo lo bajarán cuando estén convencidos de que es estrictamente necesario para seguir vendiendo un determinado producto.
Con eso en mente, podemos sacar en claro que los precios de las tarjetas gráficas no van a bajar en gran medida hasta que la demanda sea extremadamente baja, tanto como para que el stock se acumule y las ventas bajen de forma preocupante, algo que, tras ver el repunte que están viviendo las criptodivisas, me parece poco probable a corto y medio plazo.
Por otro lado, también hay que tener en cuenta que la escasez de semiconductores, y de materiales necesarios para la fabricación de componentes electrónicos, siguen afectando de forma notable al sector de las tarjetas gráficas. La producción mejora, y con ello el stock, pero todavía nos encontramos en niveles que están por debajo de lo normal.
Finalmente, no debemos olvidarnos de los especuladores. Comprar y revender a precios más caros, aprovechando la escasez del mercado, se ha convertido en un negocio muy lucrativo del que se están beneficiando algunos sujetos. No es una realidad que afecte únicamente a PS5 y Xbox Series X, también afecta a las GPUs, y esto se ha dejado notar en los precios de las tarjetas gráficas.
Notas finales: Tiempos oscuros para el sector
Al final, esta crisis está siendo peor que la que vivimos con la primera burbuja dentro del sector del minado de las criptodivisas, y en el fondo es normal, porque en esta ocasión los valores que han alcanzado este tipo de activos son mareantes, y esto hace que minarlas sea mucho más rentable, y que las inversiones en el hardware necesario para llevar a cabo esa actividad sean más generosas.
Si tenéis la necesidad de comprar una tarjeta gráfica, siento deciros que tendréis que pagar de más por un componente que, tarde o temprano, acabará perdiendo buena parte de su valor. Con la situación actual, os recomendaría buscar una tarjeta gráfica económica de segunda mano que os sirva para salir del paso, y aguantar hasta que la situación se normalice de verdad, o hasta que los precios sean mínimamente razonables.
Os recuerdo que, aunque la situación no se normalice en 2022, lo más normal sería que experimentase, al menos, algún tipo de mejora, aunque viendo el peso que tiene el minado de criptodivisas y los vaivenes que ha dado en tan poco tiempo, la verdad es que no me atrevo a asegurar nada.
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