Michael Collins, el astronauta del Apolo 11 ha fallecido a los 90 años

En contrapunto con los recientes avances de en el planeta rojo, hoy nos llega la triste noticia del fallecimiento de Michael Collins, el astronauta que se encargó de mantener en vuelo el módulo de comando del Apolo 11 alrededor de la Luna durante la primera misión de alunizaje jamás realizada por el hombre. Según ha compartido su familia, Collins falleció durante esta madrugada, después de luchar una larga batalla contra el cáncer.

«Hoy la nación perdió a un verdadero pionero y defensor de la exploración en el astronauta Michael Collins«, compartía la NASA en un comunicado oficial. “Lamentamos la pérdida de este piloto y astronauta consumado, un amigo de todos los que buscan ampliar el potencial humano. Ya sea que su trabajo estuviera detrás de escena o a la vista, su legado siempre será como uno de los líderes que dio los primeros pasos de Estados Unidos en el cosmos. Y su espíritu nos acompañará a medida que nos aventuramos hacia horizontes más lejanos«.

Lejos de su verdadera personalidad, Collins siempre ha sido referido como «el hombre más solitario» dentro de esta histórica misión espacial. Y es que las transmisiones de radio al control de la misión a menudo se bloqueaban mientras Collins rodeaba la Luna, aislándolo por completo de todos los demás humanos. Si bien tenía planes de contingencia en caso de que algo saliera mal con el módulo de aterrizaje lunar , Aldrin y Armstrong regresaron a salvo al módulo de comando. Collins tomó una de las fotos más famosas de la historia del módulo de aterrizaje lunar con la Luna y la Tierra de fondo.

Uno de los cuatro nombres más importantes de la historia de la exploración espacial, si bien Michael Collins nunca llegó a caminar sobre la Luna, parte de él continuará inmortalizado en la superficie del satélite, donde su nombre y firma permanecen en una placa junto a los de sus compañeros.

Sin embargo, la carrera de astronauta de Collins concluyó poco después de su vuelta a casa, retirándose de la NASA tan solo un año después de la misión. Tras esto, dedicó su vida a trabajar en el Departamento de Estado durante un período, antes de asumir el cargo de director del Museo Nacional del Aire y el Espacio del Smithsonian, hasta finalmente retirarse con su familia.

«Pasó sus últimos días en paz, con su familia a su lado«, se lee en el comunicado compartido por sus familiares, «Mike siempre enfrentó los desafíos de la vida con gracia y humildad, y enfrentó este, su desafío final de la misma manera. Lo extrañaremos muchísimo. Sin embargo, también sabemos lo afortunado que se sintió Mike de haber vivido la vida que tuvo«.

Desde aquí no podemos hacer otra cosa que enviar nuestro más sentido pésame a la familia y cercanos, y reconocer y agradecer una vez más la enorme importancia de Michael Collins en la historia aeroespacial.

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