mRNA-1273, la vacuna de Moderna para la COVID-19, pasa a la segunda fase

Pese a la complejidad de su nombre, seguramente mRNA-1273 va a estar, en muy poco tiempo, en boca de todo el mundo. Y es que tras esta referencia al ácido ribonucleico responsable de transferir información desde el núcleo celular a los ribosomas, se encuentra el ensayo científico que está desarrollando la compañía Moderna. Un ensayo que, de manera paralela a otros tantos que se están desarrollando a lo largo y ancho de todo el mundo, y que pretende dar con la ya imprescindible vacuna contra la COVID-19.

¿Y por qué hablar ahora de mRNA-1273? Pues porque tras terminar, hace tan solo dos semanas y de manera exitosa, la primera fase del ensayo, ya ha comenzado a dar los primeros pasos de la segunda, en la que se modifica tanto el rango de edad de los pacientes en los que se va a probar, como la cantidad del medicamento que se probará en los mismos.

Para la primera fase, las muestras de mRNA-1273 se probaron en personas de entre 18 y 55 años, es decir, personas sanas y en un rango de edad seguro. En esta segunda fase, se establecen dos grupos en base a la edad, el primero dentro del mismo rango, y un segundo de 55 en adelante. Esto, sin duda, resulta un factor clave, pues la letalidad de la enfermedad se incrementa sustancialmente a partir de los sesenta, razón por la que es imprescindible que la futura vacuna sea capaz de proteger al mayor número posible de sus potenciales víctimas.

Moderna espera que la Fase 3 del estudio de mRNA-1273 comience el próximo mes de  julio, e incluya dosis de la vacuna de entre 25 µg y 100 µg. Esto supondrá una ampliación del rango de la fase dos, que se encuentra entre los 50 y los 100 microgramos. De esta manera, y con las conclusiones extraídas de la segunda fase, lo que se pretenderá es determinar la cantidad mínima del medicamento que es necesario emplear para generar la tan buscada inmunidad frente al coronavirus.

En cuanto a los resultados de la primera fase, que se llevó a cabo con ocho pacientes de prueba, sí que se observó un aumento en la inmunidad con respecto al patógeno, lo que es más importante, una carencia casi absoluta de efectos secundarios. Según los investigadores, la única consecuencia de la vacunación fue un enrojecimiento de la piel en la zona en la que se había aplicado la vacuna. Una consecuencia más que asumible, si tenemos en cuenta todo lo que ofrece como contraprestación.

La entrada mRNA-1273, la vacuna de Moderna para la COVID-19, pasa a la segunda fase es original de MuyComputer